El gong está fingiendo ser bueno otra vez

Capítulo 40. Huo Lin insinúa que Yang Qing es genial en eso

"Huo Lin insinúa que Yan Qing es genial en eso + aparece Cp de Shui Tao"

Huo Lin se quedó un momento pensativo, pero después reaccionó sin ninguna expresión. Después de que Huo Lin saliera de estudiar por la mañana, el equipo de baloncesto de la clase le dijo a Huo Lin: "Huo Lin, escuché que te gusta jugar al baloncesto. Eres especialmente bueno en baloncesto, ¿Estarías interesado en entrenar con nosotros?".

Huo Lin estaba a punto de decir que no le interesaba, cuando Yan Qing impaciente dio un golpe a la mesa y dijo: "Sí, sí, es especialmente bueno en baloncesto".

En su vida anterior, a su esposo le encantaba jugar al baloncesto y a menudo iba a verlo jugar, era muy bueno.

Huo Lin lo miró emocionado y se quedó desconcertado, era particularmente bueno en el baloncesto, ¿él también lo sabía?

Ahora no podía negarse aunque quisiera, después de todo, su novio se lo había prometido a alguien.

Él acepto.

Cuando Huo Lin vio lo emocionado que estaba Yan Qing, no pudo evitar acercarse y poner su brazo alrededor de su hombro, susurrándole al oído: "No sólo soy bueno en baloncesto, mis habilidades en la cama también son excelentes, así que puedes probarlo alguna vez".

Yan Qing: "..."

Yan Qing realmente sintió que la boca de su esposo necesitaba ser abofeteada y necesitaba coserla con una aguja.

Por la tarde, después de las clases, Huo Lin fue primero a la cancha de baloncesto con los demás, tenía que entrar y cambiarse de ropa, así que fue allí primero y esperó hasta después del partido.

Shui Tao y Yan Qing fueron al quiosco, principalmente para traerle agua, así que fueron al quiosco a comprar agua.

Después de que Yan Qing estuvo con Huo Lin antes, cuando iba a jugar con él, a menudo suspiraba, ¿por qué no lo conoció antes? Huo Lin dijo que sus habilidades de juego son muy buenas, especialmente cuando era joven, y que podía llevarle agua o algo así.

Huo Lin sonó muy lamentable, diciendo que cuando solía jugar, nadie le traía agua y se sentía solo y miserable.

Ahora que Yan Qing había vuelto a su juventud, podía llevarle agua.

Girando la mirada, Shui Tao ya había comprado un gran montón de helados, realmente le gustaban demasiado los helados, ni siquiera miró el precio, compró el que estuviera delicioso, y les compró un montón: "Cuñada, el helado que quieras, toma el que quieras, yo lo pago".

Como todos sabemos, la fortuna familiar de Shuimi Tao es un misterio.

Yan Qing dijo que sí a elegir él mismo un helado y Shuimi Tao fue a ver el partido con una bolsa de helado en la mano.

Los dos eligieron un asiento en el centro y se sentaron, acababan de sentarse cuando vieron que se habían cambiado de ropa.

Huo Lin se veía particularmente bien en su ropa deportiva, su enérgico cuerpo todo soleado.

Al ver a Yan Qing, incluso enarcó una ceja mirándolo.

Es realmente un esposo joven, está lleno de vitalidad y se ve atractivo.

Desea comer.

Antes había visto una cita que decía que los chicos de 18 años eran duros en todas partes.