Por ti

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Naruto sabía que habían días en los que era mejor no levantarse de la cama porque todo iba a ir mal, no sabía por qué, pero lo intuía. Ese día era uno de esos. Su novia, Hinata, lo había citado ese día para desayunar juntos. Era algo que le extrañaba, puesto que ella siempre desayunaba en su casa, con su familia, como siempre. Hinata era una mujer de tradiciones, siempre seguía una rutina marcada, por eso le pareció raro que quisiera quedar con él tan temprano.

Cuando llegó a la cafetería, pudo ver unas cuantas servilletas destrozadas, lo que le daba a entender que su amada estaba muy nerviosa por algo que le iba a decir. Naruto tragó en seco, la conversación tenía pinta de ser importante, tomó asiento y esperó a que Hinata se decidiera a hablar. Lágrimas comenzaron a correr por el rostro de Hinata, lo que tensó más aún a Naruto.

— Voy a ser directa. Naruto, te he sido desleal.

Esas cinco palabras quebraron por completo el espíritu de Naruto. Destrozaron su alma y rompieron por completo su corazón. No sabía qué decir, nunca esperó eso de su amada novia, sabía con absoluta certeza que ella era una persona pura y limpia, sin malas ideas y que lo había dado todo en su relación con él. Pero esta era una herida muy profunda que dejaba su relación tocada de muerte.

— Dime algo, Naruto... Por favor...

Hinata seguía llorando, pero en ese instante a Naruto sus lágrimas no podían parecerle más falsas. Él había dejado todo lo que tenía, y ambos sabían que era mucho, por ella, por ser feliz junto a ella. Y ella, voluntaria o involuntariamente, lo había mandado todo al carajo.

— ¿Por qué me has hecho esto?

Hinata no sabía qué decir. No estaba preparada para que Naruto hiciera preguntas, aunque ella misma sabía que se las haría, y lo cierto era que la callada era la mejor respuesta que le podía dar. Y ante el silencio que Hinata le daba, Naruto sentía cada vez más rabia.

— ¿Alguna vez me amaste?

Hinata se sintió tremendamente ofendida, pero tampoco se lo echaría en cara, después de todo, ella le había destrozado el corazón después de hacerle las promesas de amor más hermosas jamás dichas por nadie. Ella era culpable de que Naruto pudiera llegar a pensar que ella nunca lo amó.

— Con todo mi corazón, Naruto. - dijo Hinata, que no era capaz de levantar la vista de la mesa. Si lo hacía, Naruto la descubriría. — No te amé, te amo, y por eso tengo que ser totalmente honesta contigo.

Naruto no se la creía, precisamente porque sabe cuánto lo amaba le era imposible creer que ella le engañaría. Pasó mucho tiempo luchando por su amor, dándole vida... Y ella misma decidía herirla de muerte. Porque si algo tenía claro Naruto, era que esa relación ya no iba a ningún lado.

Se levantó, dejando un billete para pagar la cuenta y se marchó, dejando a Hinata totalmente devastada, sabiendo que lo que había hecho era lo que debía, por mucho que le rompiera por completo. Suspiró y se quedó con la cabeza gacha, murmurando unas palabras que sólo ella escucharía.

— Lo siento mucho, Naruto, pero esto lo hago por ti. Tengo que hacerlo, tengo que mentirte... Por ti.

Y ustedes, ¿estarían dispuestos a mentir a la persona que aman con tal de protegerla de un futuro perdido?

¡Nos vemos!

Antología NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora