¿𝓒𝓘𝓣𝓐? - 𝓉𝓊𝒹𝑜𝓆𝓊𝑒 (EN PAUSA)

Ｕｎａ ｓａｌｖａｃｉóｎ

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En aquella lujosa mansión, se encontraban dos amigos, los mejores. Uno pensaba que el ambiente era demasiado sofocante, tanto que si otra persona viera la imagen se dejaría llevar por la lujuria, suponía, no podía pensar con claridad, no en ese momento.

Lo único que podía sentir era como Tulio lo embestía con fuerza mientras que el solo se aferraba a abrazarlo y dejarle marcas en toda la espalda, rasguños.

¿Cómo habían llegado a todo esto?

Fácil, alcohol y mucho, se arrepentirán de esto en la mañana... ¿Tal vez?, no era momento de pensar en eso, realmente lo estaba disfrutando y no podía negarlo, la sensación de ser follado por quién se suponía era su mejor amigo, cómo si fuera algo prohibido, solo lo excitaba más, pedía a gritos que fuera más fuerte y rápido, obviamente el mono obedecía y como no hacerlo.

Habían soñado con esto por mucho tiempo, pero ninguno lo aceptaría.

Todo gracias a esa cita falsa, todo por subir el rating del canal, todo por un falso amor, que al parecer era todo menos falso.

Pero antes de seguir con el sexo, un poco de contexto.

Comenzó como cualquier otro día en el estudio del "famosísimo" programa de 31 minutos, los tramoyas corrían por el lugar, haciendo de todo menos trabajar, Juanin organizaba todo lo necesario para comenzar, Tulio estaba "leyendo" el periódico y Bodoque tomaba café mientras escuchaba en la radio alguna carrera de Tormenta China, nada fuera de lo común.

Hasta que llegó Eusebio Manguera, dueño del noticiero, tan imponente como siempre, todos temblaron ante su presencia, casi nunca se hacía presente por ahí, a menos que fuera algo malo, por lo que todos trataron de lucir lo más decente posible, fallando en el intento, no decía nada, tenía un semblante serio y amenazante.

¿Qué sucedía?

Se preguntaban todos, que murmuraban entre sí, se detuvieron cuando el señor Manguera los llamo a todos a la sala de juntas.

Definitivamente estaban en problemas...

Nadie se salvaba de estar nervioso, dependían de este trabajo, unos más que otros, era el único lugar donde los trataban medianamente decente a personas tan mediocres como ellos.

¿Qué harían si perdían el trabajo?

Todos estaban en aquella sala, esperando a que su jefe hablara, los mataba de los nervios.

¿Volverían al turno tras-tras-tras-noche?

Esa simple idea aterraba a cada uno en la sala, cómo el señor manguera parecía no querer hablar, Tulio tomo la iniciativa, claro, obligado por Bodoque que lo golpeaba con el codo en el estómago para que dijera algo.

—¿Señor Manguera?, Amo y señor, ¿Qué ocurre? —dijo el más alto de ahí con miedo en su voz

—Todo Tulio, ocurre todo, estamos peor que antes.

—Pero siempre hemos estado mal, ¿Ahora que tiene de diferente?— dijo el conejo con una mirada serie cuestionando a su jefe.

—Que de verdad estamos jodidos, el número de televidentes que nos ve ha disminuido, siempre fue poco, pero esta vez es bastante patético — dijo bastante serio, no era sorpresa que casi nadie veía el noticiero.