Delivery of 𝘒𝘪𝘴𝘴𝘦𝘴.

𝐅𝐈𝐅𝐓𝐄𝐄𝐍

Mina estaba entonces ahí totalmente acostada en el sofá mientras que buscaba entre canales y canales algo entretenido para ver. Era sábado y Tzuyu y Sana tenían una de sus famosas citas, como si fueran que verse en el colegio no era suficiente, según Mina. Y bueno, Nayeon tenía mucho trabajo que no podía pasar tiempo con ella.

Suspiró pesadamente por cuarta vez en la noche y continuó cambiando los canales. Era todo tan aburrido, sus padres también salieron a cenar para celebrar su aniversario, ¿y ella? Estaba tan sola.

Cerró sus ojos dejándose llevar por el aburrimiento, tal vez dormir era más entretenido en ese momento que el timbre sonó.

De mala gana se levantó del sofá y caminó hasta la puerta abriéndola, pero una vez que vio a Nayeon con una bolsa de comida sonrió de oreja a oreja.

-Buenas noches, gracias por confiar en nosotros y utilizar la app comidarápidayrica.com. -habló sonriente. La rubia frunció su ceño confundida. - Aceptamos todo tipo de efectivo.

-¿Nayeon?

-Soy yo.

-¿Estás bien? -preguntó tocando su frente asegurándose qué no tenga fiebre.

-Eh... señorita. -se alejó. - ¿Va a pagarme?

Mina sonrió.

-No tengo dinero. -busco en los bolsillos de su pijama y nada. - Solo tengo dos botones, ¿aceptas?

-Efectivamente. -sonrió recordando los momentos en el cual, prácticamente, Mina odiaba por completo a Nayeon. Pero luego se preguntó por qué la rubia siempre llevaba botones en sus bolsillos. No le dio importancia y le extendió el ticket junto con la comida. - Pagaré tu comida si...

-Te doy un beso. -respondió Mina obvia, pero luego se calló al oír a Nayeon decir.

-Si aceptas ser mi novia.

Mina parpadeo perpleja, analizando la propuesta de Nayeon. Amaba la forma en la que ella podía tomarla totalmente desprevenida y de buena forma.

-Y-Yo...

Nayeon sonrió apenada. -Tranquila, es gratis. Aquí tienes. -alzó sus brazos colocando la bolsa de comida frente a su rostro. Mina le bajó el brazo lentamente observando el rostro rojo de Nayeon.

-Pasa y te respondo la pregunta, mi amor.

Dijo Mina tomando la mano de Nayeon, quien estaba más que roja por el repentino apodo de la rubia, adentrandola a su casa. La castaña miró detalladamente el salón, el sillón estaba un poco desordenado y la televisión estaba prendida mostrando un k-drama.

-Entonces, ¿quieres ser mi novia? -repitió su pregunta.

-No.

Sonrió.

-Dame la comida primero. -Nayeon rodó los ojos y dejó reposar la comida en la mesa, luego de eso se acercó a la rubia y tomó su mejilla para plantar un pequeño y amoroso beso en sus labios.

-¿Quieres ser mi novia, Myoui Mina?

-Claro que si, mi deliverysta favorita.

Ambas volvieron a unir sus labios dejándose llevar por todo el amor que sentían. Pronto los segundos se convirtieron en minutos, y los minutos en horas. Mina estaba recostada sobre las piernas de Nayeon mientras que esta le acariciaba su suave cabello.

-Tengo hambre. -dijo Myoui.

-Hace un momento acabas de cenar, Minari.

-No dije que tenía hambre necesariamente de comida, Yeon. - Nayeon arqueó sus cejas, estaba confundida.

-¿Entonces?

La castaña la miró estupefacta, ¿acaso de que tenía hambre? Porque todo lo que había comido hace un rato era como para no tener hambre por 2 días. Simplemente se calló y continuó mirando a Mina confundida, ella rodó los ojos y sin dejar reaccionar a Nayeon la besó.

-De ti. -tocó la punta de su nariz y sonrió.

-Oh... OHH. - Nayeon sonrió de oreja a oreja y agarro a Mina con fuerza dejándola acostada bajo ella. - Ya me asuste. -dijo entre risas.

-¿por qué?

-Pensé que tu estómago era un barrio sin fondo.

fin.

•••

buenoo, la adaptación llegó a su fin así como mis ganas de seguir despierta, jahfhaf.