7.

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Él, especialmente él, nunca había pensado que lo mejor que le pasaría en la vida sería conocer a alguien mal de la cabeza como él para amar.

Suguru nunca se molestó en siquiera pensar cuántos días llevaba en ese hotel, pero le encantaba todo lo que le había pasado ahí, específicamente haber conocido a alguien con quién combinar.

Blanco y negro, la mejor combinación para él.

Se complementaban a la perfección.

A él le encantaba Chishiya, es algo que nunca negaría si es que se lo pregunta. Quería poner al otro como prioridad a partir de ahora, solo porque sabe que él es el único que puede adueñarse de todas sus versiones.

Él estaba caminando normalmente con su arma en su hombro (como siempre) hacia el pasillo donde se situaba la habitación de Shuntaro ya que habían planeado encontrarse ahí un día antes.

No evitó sonreír cuando vio a quien buscaba paciente y esperándolo. Le gustaba tanto la tranquilidad que tenía.

No dijo ni una palabra cuando se acercó al chico sin pensarlo, poniéndose frente a él y abrazándolo por la cintura con su brazo desocupado. Le fascinaba poder tomarlo de esa manera.

Estaba seguro de que dejaba huellas en el cuerpo ajeno donde fuera que tocara, que solo ellos podían ver.

Acercó un poco su rostro al de Chishiya, quién conservaba su expresión seria de siempre, pero se notaba un ligero brillo en sus ojos.

Ambos sabían que eso los hacía sentir bien.

Niragi no se contuvo más y dio un beso corto a Chishiya en sus labios, quien lo miraba con su mismo semblante serio.

Estaban a nada de comenzar otro beso hasta que alguien apareció del otro lado del pasillo.

– Niragi.

Last Boss habló con su tono de voz inexpresivo tratando de llamar la atención del nombrado.

Los amantes lo miraron con aburrimiento esperando a que dijera lo que necesitaba. En eso, otra persona apareció del lado contrario del pasillo al que miraban.

– Chishiya.

Los chicos la miraron rápidamente. Estaba Kuina mirándolos a ambos de manera atenta

La pareja se miró el uno al otro y de inmediato se separaron simulando que nada había pasado. Shuntaro sacudía su sudadera sin razón alguna, como si estuviera sucio.

Hikari se acercó a su compañero y lo tomó del brazo. Ya estaba acostumbrado

– Los juegos van comenzando. Debes venir.

Sin darle ningún tipo de explicación al tipo pelinegro, se llevó con gran velocidad al de menor estatura.

Suguru se había enfadado levemente por la interrupción.

Sin más, el loco del arma miró al otro loco con la katana, el cual inclinó levemente su cabeza a un lado en señal de "sígueme". Ambos se fueron de ese lugar.

•   •   •

Chishiya y Kuina estaban abriendo unos papelitos que decían el número de equipo con el que irían a los juegos. No les tocó juntos.

– Es una pena.

A él ni le importaba dónde fuera, solo quería jugar y ganar.

Cuando subió la mirada, pudo ver a dos chicos que se le hacían muy familiares.

¿Usari y Arigu?

Ni recordaba cómo se llamaban, pero igual los conocía. Jugaron juntos el "5 de picas" admitiría que son muy hábiles.

𝘖𝘤𝘶𝘳𝘳𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 [♡︎༄] 𝘕𝘪𝘳𝘢𝘴𝘩𝘪𝘺𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora