Quizás, al final, todo acabo de una buena manera, ella era feliz en el más allá con su prometido, hasta con el hijo que les habían arrebatado en la guerra.
Pero ella lo sabía, esta felicidad, lo que sentía, no era real, había algo dentro de ella que le decía y rogaba que despertará.
Volteo a ver a su esposo, su amado, no hacia mucho se había casado con el. Itachi volteo a verla también, su sonrisa no se desvanecía, en cambio la de ella si, desde hace una hora. Luego volteo a ver a su hijo, estaba dormido.
Ahora que lo veía bien no se parecía a ninguno de los dos, era rubio y de ojos amarillos como los de un alcón, quizás un águila.
—hey
Escucho una voz a su lado, Itachi estaba preparando el desayuno así que no podía ser el.
—hey
Volvió a escuchar la voz, esta vez el sonido de su alrededor se había callado.
—sabes —habló esta vez Itachi a su lado —siempre te amaré, pase lo que pase —volteo a verla
Tenía una mirada alegre pero a la vez triste, puso una mano en la cabeza de su hijo, no sintió nada, no sintió el tacto de su piel pero si el abrazo que le dio Itachi por detrás
—lo se —contestó la chica sonriendo un poco
—hey —esta vez la voz se escucho más cerca
Repentinamente despertó, sentía sudor recorriendo su cara, frente a ella su padre
—¿una pesadilla? —pregunto el pelinegro
Ella negó, no había tenido pesadillas desde hacía mucho tiempo, exactamente desde que tenía 7 años y esta no era una de esas.
Miro a su alrededor, ¿Qué se suponía que pasaba? ¿Acaso toda esa "vida" era creado por su mente?
¿ Quiénes eran ellos?
¿Quién era el?
