Like a serendipity

¿Qué es un prostíbulo?

Lo sé, no es la mejor manera de empezar una historia, pero es necesario tenerlo presente. Entonces, ¿Qué entiendes cuando escuchas esa palabra?

Si estás buscando una respuesta rápida, es un lugar donde si coges, ganan ambos lados. Sin embargo, si lo que quieres es más información, pues un prostíbulo es un recinto en el cual se ejerce la prostitución, quiere decir que pagas por mantener relaciones sexuales y por lo general este tipo de lugares puedes encontrar afuera de tu ciudad o dentro de ellas en sectores algo reservados, no es lo mismo que un motel, ya que muchas personas tienden a confundir ambas cosas.

A pesar de esto, existen leyes que rigen los burdeles y varían según la ciudad o el estado debido a que estos están prohibidos en muchas regiones, por lo que su existencia a menudo se ocultaba detrás de las fachadas de bares o los famosos denominados "Night club".

La mayoría son personas inocentes que, buscando una vida mejor en el extranjero, se han convertido en víctimas de la trata de personas; pero incluso aquellos que eligen este camino por razones como la falta de dinero pueden terminar en una situación que ninguna persona normal quiere.

Y tristemente, fue algo que Mikage Reo tuvo que experimentar..

Si, efectivamente. El único error del pequeño y precioso omega de ojos púrpura, fue confiar.

Confiarse de la persona equivocada, misma que lo engatusó con el único objetivo que, una vez que tenga su total confianza y esté bajo su potestad, lo empujaría directamente al infierno en tierra.

— Quita esa cara asquerosa que tienes y sonríe más.— fue la voz de "madam Lilith" que llegó a los oídos del menor mientras él limpiaba una mesa que habían dejado un desastre antes de que un cliente desapareciera junto a una compañera de él.

Reo simplemente se abstuvo de decir algo y solo asintió antes de mostrarle una sonrisa a la mujer mayor. Una vez que esta se alejó, fue difícil retener el suspiro en su boca.

Y una vez más se preguntó qué pecado estaba pagando como para haber terminado así.

— Quiero volver a casa..— Murmuró para él mismo, llevando los platos y vasos devuelta a la barra, obviamente en el recorrido su trasero fue manoseado, golpeado y hasta pellizcado por más de un alfa. Él simplemente apretaba los labios, sin nada que pudiera hacer.

El ambiente no era el mejor panorama del mundo, pero el joven Mikage se sintió un poco aliviado ya que no tenía que prostituirse, la dueña del lugar lo mantenía por su rostro y bonita figura ya que decía que ganaba más teniendo a Reo como un bonito trofeo puro e inocente a que esté todo usado y posteriormente desechado por "nueva mercadería".

Había algo de verdad en las palabras de madam Lilith, desde que el pelimorado ingresó al local, la clientela había aumentado solamente por verlo, pero no cumplía más que el rol de "exhibidor".

Fácil, llamaba la atención de los alfas, presentaba el catálogo y servía lo que sea que pidieran para llenar sus estómagos mientras decidían si pagar por alguno de sus compañeros omegas.

— Reo, puedes tomarte un descanso. Yo me encargo a partir de ahora.— la suave voz de Saori, su primera y única amiga que hizo en aquel horrible lugar, se acercó para tomar la pequeña libreta y pluma que descansaban en las manos del Mikage.

— Gracias, Saori. Llámame si necesitas algo.— las delicadas hebras doradas fueron acariciadas por el chico.— Ten cuidado, por favor.— y con esas palabras se despidió de la joven omega.

Era el momento perfecto para ir a su cuarto y no salir durante un tiempo, comenzaba a ahogarse ante tantas feromonas regadas en el lugar que los alfas tanto hombres como mujeres, ni se molestaban en ocultar.