𝚙𝚛𝚒𝚗𝚝("𝙷𝚎𝚕𝚕𝚘 𝚆𝚘𝚛𝚕𝚍") | 𝚗𝚘𝚛𝚎𝚗𝚖𝚒𝚗

𝚜𝚝𝚛𝚎𝚜𝚜𝚎𝚍 𝚘𝚞𝚝

𝙾𝚓𝚊𝚕á 𝚙𝚞𝚍𝚒é𝚛𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚎𝚕 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚊𝚝𝚛á𝚜, 𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝚋𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝚍í𝚊𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘,
𝙲𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊 𝚖𝚊𝚖á 𝚗𝚘𝚜 𝚌𝚊𝚗𝚝𝚊𝚋𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚍𝚘𝚛𝚖𝚒𝚛,
𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚊𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚛𝚎𝚜𝚊𝚍𝚘𝚜.
(...)
𝚂𝚘𝚕í𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚓𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚊 𝚏𝚒𝚗𝚐𝚒𝚛, 𝚍𝚊𝚛𝚗𝚘𝚜 𝚞𝚗𝚘𝚜 𝚊 𝚘𝚝𝚛𝚘𝚜 𝚗𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚒𝚏𝚎𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜
𝚀𝚞𝚎𝚛í𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚝𝚛𝚞𝚒𝚛 𝚞𝚗 𝚌𝚘𝚑𝚎𝚝𝚎 𝚢 𝚕𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚟𝚘𝚕𝚊𝚛 𝚕𝚎𝚓𝚘𝚜
𝚄𝚜á𝚋𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚕𝚘𝚜 𝚜𝚞𝚎ñ𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚎𝚜𝚙𝚊𝚌𝚒𝚘 𝚎𝚡𝚝𝚎𝚛𝚒𝚘𝚛, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚊𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚜𝚎 𝚎𝚜𝚝á𝚗 𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊 𝚌𝚊𝚛𝚊
𝙳𝚒𝚌𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘: "𝙳𝚎𝚜𝚙𝚒𝚎𝚛𝚝𝚊, 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚒𝚝𝚊𝚜 𝚍𝚒𝚗𝚎𝚛𝚘."

𝚃𝚠𝚎𝚗𝚝𝚢 𝙾𝚗𝚎 𝙿𝚒𝚕𝚘𝚝𝚜, 𝚂𝚝𝚛𝚎𝚜𝚜𝚎𝚍 𝙾𝚞𝚝. 

La pantalla del teléfono se encendía constantemente gracias a las numerosas notificaciones.
Traté de concentrarme en uno de los tantos libros de la pila que descansaba en el escritorio, pero a juzgar por la insistencia, debía de ser algo importante.

Desbloqueo el aparato y leer el nombre del remitente es suficiente para formar una sonrisa en mis labios.

Jeno podía ser muy estricto, tal vez más que mi madre, pero incluso ella había dejado de preocuparse por mi puntualidad en el trabajo.
No es algo que me moleste, más bien lo contrario; es bueno que uno de los dos siempre tenga un pie sobre la tierra, pero si así es durante el horario de vacaciones, no quiero imaginarme cómo se pondrá cuando llegue el momento de retomar la universidad.

Ambos estamos muy ansiosos por el regreso a clases, algo normal cuando tienes el privilegio de estudiar algo que te hace... "Feliz", ¿No?
Jeno tuvo que pasar por algunos intentos hasta experimentar tal sensación; medicina, trabajo social y abogacía... Parecía encontrar su lugar cuando se trata de ayudar a otros, pero por un motivo u otro, tenía que resignarse a intentar algo más.

Fue complicado traerlo desde el lado de las humanidades hasta la cinematografía, pero se dio la oportunidad de intentarlo y ahora parecía un niño emocionado por el inicio de su segundo año de clases.

Jeno esperaba mucho de la carrera, esperaba mucho de éste año. Yo, por otro lado... Sólo espero pasar más tiempo con él.

Sin embargo, ¿Puedo quejarme? Nos vemos casi todos los días en el trabajo, aunque claro, la zona es concurrida y siempre estamos ocupados. Así que, tampoco estaría mal que nuestros horarios fueran mejores en la universidad, ¿verdad?

Sólo contaba con el breve período del almuerzo para vernos, y hacía bastante que eso dejó de ser suficiente, desde que escucharlo hablar sobre el transcurrir de sus jornadas me hacía sonreír inconscientemente; desde que cruzar un simple saludo por los pasillos cambiaba mi día por completo; desde que su sola presencia significaba una caricia en mi corazón.

Un nuevo mensaje me recordó que era tiempo de salir, mi turno comenzaba dentro de poco y había divagado lo suficiente. No vivo muy lejos del bar, así que aún podía permitirme una ducha, un rápido cambio de ropa y alimentar a los gatos, ganándome algunos maullidos a modo de saludo una vez me despedí de ambos desde la puerta.

Salí de casa e inicié el corto trayecto, contando mis pasos cuidadosamente, algo que hago de vez en cuando si necesito prepararme mentalmente para verlo.