𝚑𝚎𝚕𝚕𝚏𝚒𝚛𝚎

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𝙰𝚜𝚎𝚜𝚒𝚗𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚖𝚎𝚜𝚊𝚜
𝚀𝚞𝚎 𝚜𝚒𝚖𝚙𝚕𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚘 𝚖𝚊𝚗𝚝𝚎𝚗𝚎𝚛
(...)
𝚅𝚎𝚗 𝚊 𝚕𝚕𝚎𝚟𝚊𝚛𝚖𝚎 𝚊 𝚌𝚊𝚜𝚊
𝙴𝚜𝚝𝚘𝚢 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚋𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎
𝚈 𝚍𝚎𝚊𝚖𝚋𝚞𝚕𝚘
𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚒𝚗𝚏𝚎𝚛𝚗𝚊𝚕, 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚒𝚗𝚏𝚎𝚛𝚗𝚊𝚕
𝚃𝚘𝚖𝚊 𝚖𝚒 𝚊𝚕𝚖𝚊
𝙴𝚜𝚝𝚞𝚟𝚎 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚗𝚍𝚘...
𝚈 𝚎𝚜𝚝𝚘𝚢 𝚕𝚒𝚜𝚝𝚘 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚒𝚛.

𝙱𝚊𝚛𝚗𝚜 𝙲𝚘𝚞𝚛𝚝𝚗𝚎𝚢, 𝙷𝚎𝚕𝚕𝚏𝚒𝚛𝚎

Jeno

Quiero irme.

De a ratos observo a Renjun, las expresiones de mortificación y culpabilidad no abandonaron su rostro desde que Jaemin abrió la boca.
Tiembla y solloza muy bajito con la cabeza gacha, como un cachorro regañado, en un llanto silencioso.

Aún si fuera más evidente, nadie lo notaría. A Jaemin le gusta demasiado escucharse hablar como para ceder el centro de atención con facilidad.

Posiciono mi mano sobre la de Renjun, bajo la mesa. No sé de qué otra forma hacerle saber que no es responsable de lo que está sucediendo. Lo más probable es que me vió abatido y trató de hacerme sentir mejor llamando a mi mejor amigo de la infancia. Hasta cierto punto, su nivel de preocupación me enternece.
Pero apenas su rostro palideció supe que él no esperaba que Jaemin fuese ésta clase de persona, nunca pude decírselo, tal era el afecto que solían tenerse que me parecía cruel destrozar los pocos pero preciados recuerdos que ambos habían creado juntos.

El único culpable de traernos a éste punto soy yo. Nada de ésto habría pasado si hubiese sido sincero con Renjun por una vez en nuestras vidas.
Ocultar los problemas no es el equivalente a solucionarlos. Aún soy joven, torpe, y lo suficientemente emocional como para que eso nuble mi juicio en la toma de decisiones.

Y fui egocéntrico al pensar que podría resolver mi vida solo, como si tuviera todas las respuestas; como si no contase con la ayuda de nadie, cuando el chico a mi lado me ayudó en más ocasiones de las que podría enumerar.

Necesito sacarnos de ahí, porque su pesar comienza a hacerme caer en cuenta lo que acabo de aceptar.
Hablé demasiado pronto, fui impulsivo y creí que poniéndome a su altura podría proteger a Renjun, no arriesgar mi relación con mamá y salir victorioso, creí que podría pasar sobre él y con eso lograr que se fuera.

Pero estoy en un juego que no puedo ganar, porque Jaemin lleva en él más años de los que tengo conocimiento, y yo no soy como él; nunca lo seré pero tampoco pretendo serlo.

— Siento cortar tan abruptamente nuestra reunión pero tenemos que irnos, si no llegamos a la estación pronto perderemos el último tren para volver a casa.

Digo con falso pesar y Renjun contribuye a mi mentira. Gracias a que Jaemin ha pasado tanto tiempo en el extranjero no debe tener presente que el dichoso tren dejó la estación hace al menos veinte minutos, mientras que Ren vive a unas pocas calles de distancia.

Una parte de mí se alivia cuando los poco deseados invitados asienten y se despiden, marchándose antes que nosotros, que nos excusamos otra vez diciendo que debemos cerrar el establecimiento.

— ¿Puedo pasar la noche en tu casa hoy, Injunnie?

Sus mejillas toman color notablemente y quiero blanquear los ojos, pero trato de contenerme. Vamos, sólo pregunté si puedo quedarme ésta noche con él en su departamento, ¿Qué hay de raro en eso?

𝚙𝚛𝚒𝚗𝚝("𝙷𝚎𝚕𝚕𝚘 𝚆𝚘𝚛𝚕𝚍") | 𝚗𝚘𝚛𝚎𝚗𝚖𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora