Honorable Princesa del Oeste

Espíritu, Voluntad Y Veneno

Inuyasha examinó el campo cubierto de sangre, no solo había sangre de demonio, también había algo de veneno

-no hay nada que hacer, la tierra esta envenenada -la semi demonio miro hacia los aldeanos que perdían la esperanza

-quizás si quitamos la fuente de estas lluvias de cadaveres, investigaremos -Miroku dijo rápidamente y comenzaron a caminar siguiendo las nubes extrañas

-¿ayudar denuevo a los humanos denuevo? No conseguiremos ningún fragmento así -la peli plateada reprochó, no le gustaba ayudar por ayudar

-no seas cruel Inuyasha, además que ya nos pagaron -el monje mostró las monedas y sonrió, Inuyasha frunció el ceño y le dio un golpe en la cabeza

-las gratificaciones vienen después de terminar el trabajo, monje aprovechado, en fin, ahora que nos metiste en esto, tu resuelvelo con sus "exorcismos" -la peli plateada paro en seco y se sentó en una roca sercana, bostezo y miro hacia una montaña qué estaba plagada de nubes negras, Miroku tuvo un escalofrío

-pero señorita Inuyasha, usted también va -el monje dijo trato de arrastrar a Inuyasha pero esta solo le gruñó como advertencia

-deacuerdo, pero como nos vuelvas a vender como servicio de exorcismo, yo misma te voy a arrancar el brazo -A regañadientes la peli plateada camino hacia la montaña, el aroma a veneno haciéndola estornudar un poco, internamente Kagome, Shippo y Miroku se rieron ya que Inuyasha a pesar de ser mitad perro tiene cierta similitud con un gato, por ejemplo estornudando y con su personalidad de no importarle si viven o mueren mientras consiga lo que quiere

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Sango, quien comenzó a toser, no una tos leve, si no que una tos desenfrenada al punto que podían escuchar el retumbar en sus pulmones

-tu quedate aquí, acabo de terminar de curarte y no quiero que te mueras antes de sacarte el fragmento de la perla -Inuyasha ligeramente empujó a la exterminadora para que se sentara en una roca sercana

-como si realmente te importara mi salud -Sango todavía seguía desconfiando de la peli plateada, a pesar que le explicaron todo, no creía ni la mitad de eso, pero mientras Inuyasha no le quite el fragmento solo se quedará sin atacarla

-mocosa, cuida qué no se muera en mi ausencia -y así la peli plateada entro a una cueva en la montaña

Entre más se adentraba más denso se volvía el veneno, era una fortuna qué sólo le molestaba el aroma a muerto y no le afectaba realmente las toxinas

Encontró al final de la cueva 2 monstruos peleando, con un estanque de veneno y pedazos de otros monstruos debajo

-así que aquí es de donde viene tanto caldo de monstruo -miro como cuando uno de los monstruos gano se fusionó con el otro, le recordó a algo, solo que no sabía bien como era el nombre de aquel conjuro con el que se fabrican venenos potentes

-todavía hay otro monstruo aquí -la criatura miro alrededor, buscando donde estaba el último demonio sobreviviente, no encontró nada dentro del caldo venenoso, Inuyasha se oculto, se refería a ella obviamente, pero no era tan estúpida como para saltar a una sopa de veneno y monstruos

Pasaron 10 minutos, no sabía exactamente como acabar con este conjuro ya que ella no podía usar los poderes espirituales mientras estaba en su forma de semi demonio, a menos que se pueda volver humana por 5 minutos para usar aquella energía que reside en su interior, tenía que ir por kagome, pero si se iba corriendo el monstruo se percataria de su presencia

Miro hacia el veneno, las partes de monstruo mezclándose con este, como un guiso malévolo, tuvo una extraña idea, sin hacer ruido, saco de entre su ropa un paquete con unos pasteles de hierbas qué había preparado hace un tiempo, usualmente sirven para purgar el estómago causando vómito a seres demoníacos, deshizo el pastel en su mano y lanzó el polvo de hierbas al veneno, tal vez era inútil, pero quizás podía intentar purgar al monstruo en cuanto absorba las hierbas