CAMPUS REBIRTH: LA AGENTE FEMENINA MÁS FUERTE 1

Capítulo 133: ¿Reventar los globos? Muy facil

El parque forestal era el lugar botánico más popular de la ciudad de Longmen.

Incluso hubo jardineros profesionales contratados por el parque para cuidar las plantas. El parque también tenía varios patios de recreo y un terreno baldío para que los visitantes organizaran una barbacoa.

Ya sea en primavera o en otoño, los turistas siempre llegaban mientras el clima era fresco.

Cuando todos bajaron de los autobuses, los maestros permitieron que los estudiantes deambularan libremente.

Chen Xinyi llevó a Yun Jian a hacer turismo, caminando bastante rápido. Zhang Shaofeng, que estaba detrás de ellas con dos bolsas pesadas, corrió para alcanzar a las chicas y se quejó con Chen Xinyi: “Oh, Dios mío, Chen Xinyi, ¿por qué tu bolsa es tan pesada? ¡Sin embargo, tienes el corazón para hacer que lo lleve por ti!

"¡Ja ja! ¡Buen entrenamiento con pesas para ti! ¡Te estoy ayudando a aumentar tu capacidad física! ¡Deberías estar agradeciéndome!” Chen Xinyi pisoteó y se rió de buena gana.

“Jian Jian, hay un juego de reventar globos. Si les disparas a todos con esa pistola de juguete, ¡puedes ganar un enorme peluche! Tienes una gran puntería, ¡vamos a jugar!”. Chen Xinyi tiró de Yun Jian allí en éxtasis.

Zhang Shaofeng se secó el sudor. Llevando las dos bolsas pesadas, lamentó su destino interiormente antes de apretar los dientes para perseguir a las chicas.

El juego de reventar globos acababa de empezar a convertirse en un juego popular.

Algunos parques, lugares turísticos o lugares de ocio más grandes también instalaron puestos de este tipo.

A los niños pequeños les encantaban las pistolas y los rifles de juguete. El juego de reventar globos se jugaba disparando a los globos con rifles de juguete. Las balas de los rifles de juguete eran del tamaño de una pequeña semilla de soya. No eran balas reales, por lo que eran inofensivas. Incluso si uno recibiera un disparo de una semilla de soja, no habría peligro.

Por supuesto, había una cantidad limitada de balas para disparar los globos y ganar el premio.

Al pagar la tarifa, uno generalmente tenía quince tiros. Los premios se otorgarían de acuerdo con la cantidad de globos reventados de las quince balas. Si cada una de las quince balas explotaba todos los globos, el jugador podía ganar el gran premio, un enorme peluche de aproximadamente un metro de altura.

Los propietarios del vendedor de juegos habían manipulado en secreto los rifles de juguete. Las balas se desviarían así de su curso. De lo contrario, los propietarios estarían perdiendo dinero si todos pudieran disparar a los globos.

"Señor, queremos intentarlo". Chen Xinyi dijo sonriendo después de pagar, empujando a Yun Jian para que se parara frente a la arena del juego.

El dueño era un hombre regordete de mediana edad con la cabeza calva. Cuando vio que Chen Xinyi y Yun Jian venían a jugar, se frotó las manos y sonrió ampliamente.

Al aceptar el dinero, se alegró interiormente mientras decía en voz alta: "¡Está bien!"

Habiendo comenzado el negocio de este juego de reventar globos, se había beneficiado al máximo de estudiantes como Chen Xinyi y Yun Jian.

Estaba alegre, pensando que otras dos colegialas estaban aquí para enviarle dinero. Era imposible que chicas como ellas ganaran grandes premios. Solo necesitaba presentar un pequeño premio para obtener ganancias.

Como Yun Jian y Chen Xinyi eran naturalmente bonitos, además de la compañía de Zhang Shaofeng, el chico popular en la escuela, el vendedor de juegos gradualmente ganó un grupo de estudiantes espectadores.

"¡Jian Jian, tú juegas!" Chen Xinyi le pasó el rifle de juguete a Yun Jian y señaló un enorme peluche con entusiasmo mientras le decía a este último: “¡Vamos, Jian Jian! ¡Quiero ese gran peluche, es tan lindo!

Yun Jian sonrió. Aceptó el rifle, pero antes de que pudiera apuntar, una voz masculina burlona la interrumpió. El dueño de esta voz habló con Chen Xinyi.

"Xinyi, mi hermanita, ¿por qué no me pediste que jugara si quieres ese peluche?"

Cuando los ojos de todos siguieron la voz, vieron a un chico considerablemente alto y delgado que también era guapo caminar hacia él. Se paró frente a Chen Xinyi con orgullo. Con una mirada al rifle de juguete en las manos de Yun Jian, le habló una vez más a Chen Xinyi pomposamente: “Xinyi, ¿has olvidado que me entrené formalmente para disparar con un maestro? ¡No pedirme ayuda, pero que otra chica bonita intente ganar el peluche es un no-no!”

Mientras hablaba, le quitó el rifle de juguete a Yun Jian mientras murmuraba: “Vamos, déjenme enseñarles a disparar, chicas. ¡Es solo un peluche, es muy fácil!