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Andy'

Era el tercer día, que tenia viendo a Annabel, hoy como siempre estaba distraída en sus clases

-Vamos Anna, ¿que pasa? concentra te- dije, su profesora la saco de su nube, ella presto atención un momento pero volvió a divagar su mente, hasta que escucho algo que parecía malo, por la actitud que tomo, salio de su salón y un chico la detuvo, agudize mi oído para escuchar lo que le decía el chico

—A ver Corson esto sera así, tu trabajas por los dos y yo obtengo una calificación perfecta ¿ok?— dijo el idiota ese y ella se mostró sorprendida, que pretendía ese imbécil

—Vamos Annabel pon lo en su lugar— dije en susurro para que nadie me escuchara

—¿Pretendes que yo haga todo sola?— dijo molesta y aun sorprendida

—Si, rara eso pretendo y lo harás, si no quieres sufrir— dijo y la tomo por la chamarra empujando la hasta los casilleros provocando que su espalda doliera -O lo haces sin replicar o te haré llorar- dijo el idiota y ella solo acepto con su cabeza

Maldito idiota, como te atreves a tocarla.

Cerré mis puños por el coraje que sentía.

La seguí hasta su casa, con el temor de que de nuevo la golpeara su padre y yo sin poder hacer nada por no presentarme ante ella aun era invisible y no podía, defenderla.

Ella entro corriendo, pero de nuevo la golpeó su padre.

Demonios Andrew, se supone debes cuidarla y mira lo que por cobarde no puedes remediar.

Me regañe a mi mismo, después de escucharla por varias horas llorando decidí que era tiempo de que me conociera, hice ruido en su patio trasero para que ella pudiera bajar a verme.

Ella bajo y no me vio estaba confiada que no había nadie ahí.

—Genial, ahora ya estoy loca y escucho cosas— dijo con un suspiro

—Yo no creo que estés loca Annabel— dije colocando me detrás de ella

Annabel

Sentí como mi piel se erizaba, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, apreté el bat entre mis manos, me gire sobre mis talones y trate de golpear al susodicho del que provenía su voz, pero el detuvo el bat con su mano, con la vista recorrí la mano larga y pálida, su brazo que estaba cubierto por una chamarra de piel negra, llegue a su cuello y note un tatuaje en forma de pluma.

Dios, lo que faltaba un violador.

Pensé y cerré mis ojos, pero volví a abrirlos y seguí mirando su rostro pálido unos labios que estaban formando una sonrisa que dejaba ver unos dientes perfectos, su nariz bien definida, y llegue a los ojos, unos ojos azules profundos pero transmitían una calidez y tranquilidad, me quede mirándolo con la boca un poco abierta, estaba sorprendida y asustada.

—Toma una foto, te durara mas— dijo guiñándome el ojo y caí en cuenta que lo estaba mirando como boba, jale el bat y el lo soltó

—¿Quien...eres? ¿Y que haces en mi casa?— pregunte tratando de no sonar asustada

—Soy Andrew Dennis Biersack y estoy aquí por que soy tu ángel guardián— dijo con una sonrió —y estoy aquí para protegerte Annabel

Este güey debe estar drogado, Osea ¿Dijo que era mi ángel guardián?

No no, no podía ser verdad el estaba loco, drogado o algo que lo hiciera divagar si mentesita loca.
Los angeles no existían y mucho menos mi "angel guardián"

Los Angeles también se enamoran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora