PRELUDIO

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El corazón le latía frenéticamente mientras su rostro era empapado por sus lágrimas. Jimin corría debajo de la intensa lluvia dirigiéndose al lugar en donde se encontraba la única persona con la que se sentía seguro.

Apenas podía respirar y sus pies dolían pero no se detendría porque estaba seguro de que a esa hora ya habrían notado su ausencia en aquella prisión que lo hacían llamar hogar, probablemente su padre lo estuviera buscando por todos lados.

Cuando llegó a su destino no pensó dos veces en tocar fuertemente la puerta de metal que se encontraba dentro de un callejón que conocía a la perfección. Espero algunos minutos antes de que la puerta fuera abierta y no dudó en lanzarse a los brazos de su amigo cuando este apareció.

—¿Jimin? — Taehyung no entendía que pasaba, él nunca lo iba a buscar a tan altas horas de la madrugada. Se separó un poco para poder verlo mejor y palideció al notar que tenía un golpe en una de sus mejillas, raspones en sus rodillas y una herida que aún sangrada en su frente, sin mencionar que toda su ropa estaba mojada — Maldita sea, entra

—T-tenemos que irnos — estaba temblando por el frío y por la adrenalina que experimentó al huir de casa — Debemos irnos ya, Tae... — miró suplicante a su amigo mientras este buscaba su botiquín de primeros auxilios — Por favor

—¿Irnos? — Taehyung trataba de entenderlo pero su cabeza estaba enfocada en curar sus heridas — ¿Quién te hizo esto? — la cólera comenzó a surgir de su interior cuando notó que el golpe en su mejilla era de una bofetada, quien sea que haya tocado a su adorado Jimin lo iba a pagar muy caro.

—No podemos quedarnos aquí... — Jimin divagaba, estaba tan asustado que ni siquiera sabia lo que decía, su malestar era tanto que su dulce aroma a fresas ahora se percibía salado, su lobo estaba inquieto.

—Tienes que calmarte — tomó sus manos para tratar de calentarlas con las suyas — estoy aquí — lo guió hasta su habitación porque era el lugar más cálido de su casa, lo sentó en su cama y le puso una manta mientras él comenzaba a limpiar sus heridas con cuidado.

Los bonitos ojos de Jimin no paraban de soltar lágrimas, en su pecho sentía una presión que lo estaba asfixiando.

—Quieren casarme — dijo con un hilo de voz después de unos minutos en silencio. Taehyung se paralizó al escucharlo

—¿Qué? — su amigo ni siquiera sabía cómo reaccionar ante aquello. Jimin era todavía muy joven para hacer tal cosa

—Él dijo que... que los omegas sólo sirven para... —Jimin no pudo más y volvió a romperse al recordar las palabras hirientes y horribles que le había dicho su padre hace unas horas — dijo que era algo que beneficiaría a nuestro clan... y que con quien iba a casarme era un buen alfa pero no quiero hacerlo, no quiero casarme con alguien que no conozco — lloriqueó tratando que eso disminuyera el dolor que sentía en su pecho — S-salté el muro como me enseñaste pero caí mal y me pegué la cabeza...

Taehyung sintió el corazón hacerle chiquito, lo abrazo con fuerza para hacerlo sentir un poco mejor, no tenía palabras para decir y es que él sabía por todo lo que había pasado su amigo anteriormente.

Esa misma noche tomaron todo lo necesario y se fueron sin pensarlo más. No tenían nada planeado pero entre más lejos era mucho mejor.

Taehyung y Jimin eran amigos de hace tiempo, la manera en que sus caminos se cruzaron fue muy particular pero desde el primer momento tuvieron una gran conexión que fue imposible de romperse. El padre de Jimin siempre estuvo en contra de su amistad y a pesar de que se lo prohibiera, ellos seguían viéndose.

Ambos entendían los riesgos que enfrentaban al ser omegas en un mundo lleno de desigualdades pero habían vivido tantas cosas juntos que también comprendían que si estaban juntos entonces podían salir de cualquier problema.

—Tae... —Jimin se detuvo cuando se dio cuenta en donde estaban y lo que estaban por hacer — Y-yo no puedo cruzar allí... — era cierto que quería irse a un lugar donde su padre nunca lo encontrara pero nunca pensó que ese lugar sería en tierras del clan enemigo — es territorio...

—Ellos no pueden entrar aquí — dijo Taehyung tratando de tomar su mano pero Jimin dio un paso atrás para alejarse.

Habían caminado por horas y casi amanecía, si se hubiera dado cuenta que se dirigían a la frontera que dividía a su clan del clan del sur entonces nunca lo hubiera seguido.

—Nosotros tampoco podemos cruzar — Jimin sintió un malestar de tan solo pensar que tenía que refugiarse con sus enemigos, sintió a su lobo inquietarse ante la idea y es que a pesar de todo en sus venas corría sangre real del clan principal — La guerra ni siquiera terminó... ellos asesinaron a muchos de los nuestros

—No tenemos opción, es el territorio que más cerca nos queda, van a buscarte por todos lados  y si te encuentran no podré hacer nada para protegerte — Taehyung sabía que lo que le pedía a su amigo era una locura pero no tenía más ideas por el momento. Era fuerte pero un omega de clase baja como él no podía hacer mucho ante los guardias del líder — No será por mucho

—¿Y si se dan cuenta de que no somos de su clan? — preguntó con temor, sabía que el odio entre los clanes era algo real y peligroso.

—No lo harán, seremos cuidadosos y conozco a alguien que nos puede ayudar — Taehyung le extendió la mano para que la tomará y aunque Jimin dudó por unos instantes terminó cediendo.

—Yo te cuido, tú me cuidas — dijo Jimin apretando su agarre.

—Yo te cuido, tú me cuidas — repitió Taehyung para comenzar a caminar esperando que todo saliera bien y que la persona con la que contaba los quisiera ayudar.

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2023 ⏰

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𝐒𝐓𝐑𝐀𝐖𝐁𝐄𝐑𝐑𝐈𝐄𝐒 • KOOKMIN •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora