Un Viaje Al Amor

Epílogo

Tuve el mejor de los sueño, con la mujer de mi vida. Fue como un beso en las estrellas, delante de la luna. Mágico. ¿En que momento deje de considerarla magia? Tanto fue mi odio hacia la vida, que me cerré ante mi realidad. Ella fue y sería, hasta la eternidad, el amor de mi vida. Mi cuerpo, alma y mi escencia le pertenece a ella. La fuente de mi felicidad. La vida me sonrió el día que la conocí.

El ruido lo obligó a abrir sus ojos con fastidio.

¿Pero que era ese sonido tan insoportable? Se preguntó.

Cuando su cabeza empezó a funcionar, sus ojos se abrieron como platos.

Su cabeza se movió con lentitud hasta el reloj en forma de super heroe, con preocupación vio la hora, comprendiendo la razón del sonidito. De donde provenía.

8:30 am.

- Oh no - susurro viendo hacia una esquina de la grande habitación. Su hermano aún dormía. Con rapidez se levantó y fue hasta el para sacudirlo - Ale, Ale, levántate.

- Dejame - susurro el entre dormido - Tengo sueño.

- Pero si es tarde - lo movió con fuerza - Llegaremos tarde a la escuela.

Esas palabras hicieron que el niño se levantara por fin, solo para mirar su reloj en forma de pelota de béisbol que se encontraba en la mesita de noche.

- ¿Por que mamá no nos levantó? Es demasiado tarde.

Este se levantó, asustado. El examen, ese día tendría un examen de matemáticas.

- Apurate, debemos estar listos rápido.

Los dos niños se vistieron con rapidez.

- No les digas que no nos bañamos - pidió uno ya listo - Mami se molestara.

El otro niño rodó los ojos.

- Ve a cepillarte, yo buscare a mamá.

Los dos niños salieron rápido de su habitación.

Uno fue al baño, el otro fue a la habitación de su madre.

Abrió la puerta con cuidado, ya que sus toques parecían no ser escuchados.

Sintió temor, ya que hace tres días atrás entró sin avisar y sus mamás estaban haciendo algo que el no podía ver.

No estaba seguro de que era eso que el no debía ver. No vio nada, solo a su mama acostada y a su Mami debajo de las sábanas.

Su Mami lo regaño y el se sintió mal durante todo el día.

Después hablaron con el, y entendió que debía tocar la puerta.

Cuando por fin entro en la habitación negó.

¡También se había quedado dormida!

- Mamá - se lanzó en la cama - Mamá, despierta.

-¿Que? ¿Que sucede? - Lauren abrió sus ojos adormilados con dificultad sólo para observar a su pequeño Jim sobre ella - Hijo quiero dormir. Ve donde Camila. 

- Te quedaste dormida.

-¿Ah? - se movió para acomodarse en la cama - Quiero seguir durmiendo, tesoro, mama esta muy cansada.

- Pero ya son las ocho, debemos ir a la escuela. Y tu a tu trabajo.

Al escuchar eso, ella también se levantó con rapidez y miró el reloj.