El alba hizo aparición pronto sobre las calles frías de Seúl, dando pie a un nuevo inicio de semana escolar para Jimin. La alarma en la mesita de noche interrumpió sus sueños de forma irritante, causando que un grito muera en su garganta. Tomó un largo suspiro y, con poca convicción de levantarse de su cómoda cama, empezó a hacer lo opuesto cuando sus pies se guiaron de forma automática hacia el baño.
Había tenido una mala noche, esa era la verdad. Trasnocharse para terminar el proyecto del colegio y tener que comenzar su período de exámenes, no eran una buena combinación que digamos. No salió de casa el fin de semana porque se la pasó estudiando, sin embargo, había olvidado que tenía que presentar el proyecto el lunes un domingo por la tarde, justo cuando el ocaso estaba haciendo acto de presencia.
Sí, qué jodida y buena suerte. Hágase claro el sarcasmo, por cierto.Una vez terminado su rutina de la mañana, tomó su bicicleta para ir a la escuela. No obstante, Jungkook apareció justo en ese momento.
—Buenos días, Jimin —saludó amable su vecino con una sonrisa deslumbrante en su rostro. Aquella estúpida y hermosa sonrisa sacada de un revista sobre un actor de Hollywood en la alfombra roja. Él no conocía el efecto que causaba en Jimin cada que veía aquel gesto, y él rogaba a los cielos y a todos los santos existentes y por existir que Jungkook nunca se diera cuenta de ese efecto.
—Hey —titubeó. Su mano torpe y temblorosa se elevó en saludo de igual forma, y tuvo que morderse la lengua junto a una cachetada mental al percatarse de lo nervioso que se hallaba.
—Vas a la escuela, ¿no?
—Yep.
—¿Y... ? —Jungkook rascó su frente y se bajó de su automóvil para plantarse frente a Jimin, metiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans poco rasgados—. ¿Te importaría si vamos...? Quiero decir, si quieres... —Vaciló sus palabras, tratando de buscarlas en su mente. Jimin lo encontró jodidamente tierno—. ¿Vamos juntos al colegio? No te vi en casi toda la semana y, de cierto modo, siento que puedo hablar contigo sin fingir que soy el capitán o el chico popular que todos admiran y que...
—Jungkook, tranquilo —lo detuvo el menor, soltando una pequeña risa. Jungkook lo imitó con un leve sonrojo en sus mejillas—. Gracias por quererme llevar, por cierto, pero noto un poco de agobio. Lo siento si me equivoco —se apresuró a decir. El azabache se encoje de hombros con una línea recta en sus labios.
—Fue una semana muy dura, para ser honesto. —Caminó hacia em auto y le abrió la puerta del copiloto a Jimin. Luego dio la vuelta hasta el otro lado y emprendió marcha.
—Cuéntame, entonces. Quiero saber qué sucedió la semana pasada que te tiene en estas —bromea un poco, ganándose una risa por parte de Jungkook.
—Como sabrás, el último partido está a un mes por llegar, por lo tanto el entrenador es más exigente de lo normal, sin contar con esta semana de exámenes que estamos empezando hoy —explicó—. No solo eso, Rebecca está con un genio que ni ella misma se entiende; a veces está bien, otras mal, algunas ocasiones me cela por todo y luego, por último, cree que le soy infiel. ¿Puedes creer eso? —Preguntó indignado. Jimin negó con su cabeza—. ¡Exacto! Es simplemente imposible cuando ni siquiera tengo tiempo para respirar con tantas cosas encima.
Jimin apresa su labio inferior entre sus dientes y juega con la piola de su polera. Suelta un resoplido y observa el perfil de Jungkook. Entonces dice: —Y yo creyendo que había tenido una semana de mierda. El puesto es tuyo, no lo pelearé.
Jungkook suelta una carcajada y contagia a Jimin. La estéreo queda opacada con sus risas inundando cada espacio vacío del vehículo por unos instantes. Gradualmente, la risa se desvance y el silencio cómodo reina entre ellos. Jungkook gira su rostro en dirección a Jimin y le sonríe sincero, es una que no veía hace mucho tiempo, y es agradable y gratificante saber que ha sido el causante sin haber hecho mucho, para ser honestos.
—Gracias —dijo con sinceridad el azabache. Jimin negó con su cabeza y observa hacia adelante.
—Bueno, técnicamente no hice nada más que escucharte.
—Eso fue suficiente. ¿Sabes lo difícil que fue decirle a mis amigos que no a una fiesta un sábado por la noche?
Jimin rueda sus ojos y ríe de forma nasal.
—Oh, sí. Me imagino lo duro que fue no aceptar una fiesta de chicos populares para la superestrella del colegio. ¡Mis condolencias! —Dramatizó, volviendo su vista hacia Jungkook.
—¡Oye, fue un sacrificio!
—Por supuesto, Jeon Jungkook.
Tras un corto período de silencio, el mayor rompió el silencio.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Ya la has hecho.
—Me muero de risa, Park Jimin, de verdad. —Giró a la derecha y volvió a ubicar su mirada en su vecino.
—Vale, vale. Pregunta.
—Verás, soy muy curioso. Y no es por querer invadir tu privacidad, para nada. Solo... Mhm, tengo una inquietud hace mucho tiempo y... ya sabes...
—Al punto, Jung, me causa un poco de risa el rodeo que le das a las cosas, a veces —se burla el menor. Jungkook bufa y detiene el auto.
—¿No te enojarás conmigo si es una pregunta estúpida?
—No hay pregunta estúpida, solo estúpidos que no preguntan —respondió con mofa. Sostiene la mochila entre sus piernas y observa cuando Jungkook se gira sobre su asiento y lo mira con curiosidad.
No iba a negarlo, su corazón enamorado dio un brinco emocionado.
—¿Alguna vez has tenido novia? —Preguntó con cuidado y lentitud, como si tratase de no sonar como un completo metiche. Jimin sonríe un poco y esquiva su mirada curiosa.
—Bueno, para ser sincero, no todos saben, pero soy gay, sin embargo, no. No he tenido novio, peor aún novia —respondió con honestidad. Jungkook abrió sus ojos, conmocionado.
—Lo siento, no... yo no sabía eso.
—No te disculpes, de verdad —le restó importancia—. No lo sabías y está bien.
—Espero no haberte hecho sentir incómodo, solo que, como te dije, soy muy curioso.
—Está bien, no te preocupes. —Se encogió de hombros—. Además, como te dije, no hay pregunta estúpida, si no estúpido que no pregunta.
—¡Oye! Creo que el dicho no era tan rudo.
—Lo sé, solo le doy mi toque original —contraatacó con una sonrisa ladeada, haciendo que su mirada tenga un ligero brillo vivaz.
Una sonrisa que dejó a Jungkook completamente encantado.
♡
Estuve en semana de exámenes y me olvidé de subir el cap. Pero aquí está.
No olviden votar si les está gustando.
Me pueden seguir en mi instagram, ahí comparto muchas cositas y podemos hablar:seu.9795
Nos vemos mañana o el sábado~.
ESTÁS LEYENDO
You belong with me | Kookmin
FanfictionDonde Jimin ha sido el vecino de Jungkook hace más de once años, pero hay un secreto que ha mantenido guardado hasta sus, ahora, dieciocho años, es que ha estado enamorado de él todo ese tiempo. ¿Qué pasará cuando no pueda controlar sus emociones y...