En un exclusivo cabaret de la cuidad, personas iban a venían por el área de camerinos alistando se justamente para el show estelar, en uno de los tantos camerinos se encontraba la ojiverde retocando se frente al espejo, ocultando de alguna manera las ojeras que le habían aparecido por pasar noches en vela y es que no había sido nada fácil, desde la noche que la pelinegra se retiró de su casa sin antes escuchar su respuesta sobre la pregunta que le había hecho, fue motivo para no poder estar tranquila y por más que esperaba que ella pareciera en el público de los distintos shows que programo, nunca llegó y la culpa empezaba a carcomerle la mente.
Un, dos, tres toquitos en la puerta fueron los que hicieron que la ojiverde dejará a un lado sus pensamientos negativos y un "adelante" saliera de su boca, un joven bien parecido entro con una gran sonrisa, vestido de traje color negro y con un ramo de rosas en sus manos fue que llegó al lado de la ojiverde "estás muy linda hoy" le dijo mientras le depositaba un beso en la mejilla, Verónica iba a responder hasta que un muchacho que traía puesto un traje igual de brillante como el de ella apareció "tienes que ver la cantidad de público que hay afuera Vero, te desmayarías" comento el muchacho de alegre sonrisa, que fue cuando volteo a ver a la ojiverde que estaba un tanto ocupada "¿Interrumpo?" Comento el mismo muchacho, la ojiverde sintió que Juan había sido su salvación, no estaba para tratar con Adolfo en ese momento y por más regalos o halagos que le hiciera, eso no le ayudaba a nada a su corazón en agonía. "Realmente si interrumpes" dijo Adolfo con mala cara. "Adolfo, no le digas así a Juan" comento la ojiverde enojada "Aparte, Juan no interrumpe porque viene a finalizar los preparativos del show conmigo, así que si nos disculpas..." Decía la ojiverde mientras se volteaba al espejo para seguir retocando su maquillaje, Adolfo entendió la indirecta y solo un "Lo lamento, los dejo trabajar" salió de su boca y después de ello se fue del camerino.
(...)
"Ya te he dicho que ese tipo no me cae nada bien" comentaba Juan que estaba al lado de la ojiverde mientras ella termina de alistarse el traje, "Estas así porque sos una envidiosa, Adolfo me trata bien y es muy lindo conmigo" expreso la ojiverde mientras una sonrisa burlesca aparecía en su rostro, "Claro, tan bien que por la más mínima cosa te hace daño" dijo Juan mientras la veía sería, Verónica volteo a ver al muchacho, sabía perfectamente a qué se refería con sus palabras "Juan eso pasó hace tiempo ya" comento la ojiverde "No Verónica, tu sabes que a lo que me refiero ha sido reciente, creo que no ha pasado ni un mes del último conflicto" comento el alegre muchacho con preocupación. "tenemos que irnos, ya es hora de la función" comento la ojiverde un tanto incómoda.
Las luces, la música y los aplausos y gritos del público hizo que la noche fuera inolvidable, tal y como había dicho Juan, el lugar estaba abarrotado, el público enloquecía cada que ella salía al escenario y no era para menos, Verónica era una de las más esperadas por todos, en un momento del show, Verónica logro captar dentro de una de las mesas del frente a una muchacha pelinegra, que llevaba consigo un traje color azul marino y algunos tantos accesorios, no estaba muy segura pero su corazón se aceleró a tan solo pensar que su chica estaba en el público, tantas noches en vela habían sido recompensadas, una sonrisa apareció en su cara y un suspiro al aire soltó.
(...)
Los demás espectáculos seguían su cronograma normal, la gente reía y pasaba un buen momento en el más lujoso cabaret de la cuidad, una linda ojiverde pasaba entre las mesas esperando alcanzar a ver a la chica de negros cabellos que hizo que su corazón se acelerará, las personas del lugar la saludaban y cortésmente ella hacía lo mismo, pero sin perder el motivo de su escapada "encontrar a su amada" pero no la veía por ningún lado, pareciera que simplemente fue un espejismo, que a lo mejor estaba delirando y por ello su mente le jugó una mala pasada, no tenía casi seguir buscando a alguien que quizás solo haya sido una ilusión, por ello mismo detuvo su búsqueda pero a lo lejos vio a Sandra, una de las chicas que estaban en la sección de venta de boletos, que mejor que preguntarle a ella si su chica llegó a la función. Acercándose poco a poco y nuevamente pasar saludando a cada uno de las personas que veían las demás funciones, Verónica llego justo al lado de Sandra quien con una gran sonrisa la saludo. "Vero, tan linda como siempre" comento Sandra. "Y tu no te quedas atrás" dijo la ojiverde feliz "Oye Sandra, se que estás encargada de la venta de boletos y quería preguntarte si sabes si llegó una muchacha que se llama Ana" Verónica estaba ansiosa de saber si de verdad su chica había vuelto a venir al cabaret. "Tengo muchas chicas registradas que se llaman Ana ¿No tienes algún apellido o algo?" Dijo Sandra revisando la lista, Verónica estaba en blanco, lo único que sabía era que se llamaba Ana, jamás le pregunto todo su nombre. "Realmente no, no se cómo se apellida ella... Te agradezco mucho" comento la ojiverde con una sonrisa aunque su voz no decía lo mismo.
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𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐀𝐁𝐀𝐑𝐄𝐓
FanfictionMi vida no tiene remedio, perdida ya estoy en este medio maldito de amargura y dolor Sin embargo quiero amor de cabaret que no es sincero, que se paga con dinero.