Esa Noche de Guardia (Mechoa AU)

3

Lionel se la paso leyendo en silencio más sobre aquel enfermero de cabello rizado, desde sus reconocimientos y títulos hasta algunas notas sobre investigaciones que había realizado con apoyó de diversas instituciones mundiales, pese a todos sus éxitos las notas amarillistas de la pérdida de su cachorro y el abandono de su ex pareja lo hacían ver cómo una persona frívola obsesionada con el trabajo, incluso se atrevieron a escribir "El Omega que prefirió la vida de otros cachorros que la del suyo", otro poco y lanzaba su teléfono cuando leyó aquello.

Su admiración por Guillermo aumento, el poner el deber y la protección de otras personas sobre la suya para muchos podría ser algo estupido pero para aquellos que sacrifican su vida y tiempo por velar por el bienestar ajeno es todo.

_Shhh, shhh, tranquilo Juliancito_ el arrullo del enfermero hizo que Lionel despegará su vista del celular en sus manos.

A diferencia de hace un rato la mirada del rizado se veía apagada, pese a que su voz se escuchaba tierna y suave había algo ocultó que Lionel reconoció rápidamente, una pizca de furia.

_¿Tiene hambre?_ preguntó por cortesía para tratar de romper el incómodo ambiente.

_No_ Guillermo tenía en sus brazos al bebito quién no dejaba de emitir pequeños sollozos_ necesita a su madre, pero se fue_ dijo haciendo una mueca.

_¿Ya la dieron de alta?_ cuestionó confundido, pero el rizado negó y pensó lo peor_ ¿Falleció?_ volvió a preguntar.

_Ella pidió alta voluntaria, dijo que llevará recuperacion en una clínica de dónde ella viene_ frunció su entrecejo.

_Pero ¿y su cachorro?_ miró al bebé que cada vez se acurrucaba más en el pecho de Guillermo.

La expresión en el rostro del mexicano se deformo en una mueca llena de rencor y melancolía, una traicionera lágrima bajo por su mejilla, solo una.

_Ella firmo un documento donde renunciaba a todos los derechos sobre el bebé_ con su dedo pico la nariz del bebé y sonrió levemente_ la suerte de este angelito es que su madre es una beta así que no sera necesaria una conexión madre-cachorro para asegurar la sobrevivencia del niño_ arrullo un poco más al neonato_ cuando esté fuera de peligro llevarán a Juliancito con los trabajadores sociales y de ahí a una casa hogar_ suspiró con pesadez.

Lionel se dio cuenta de esos cambios, Ochoa estaba haciendo todo lo posible para tratar de alejar su sentir personal de su ambiente de trabajo pero hasta él que no siente tanto agrado por los niños o bebés desea poner hasta una demanda contra esa mujer que abandona así como así a su cachorro.

_Lei su expediente_ la voz de Guillermo ahora reflejaba pena_  adolescente de diecisiete años, quedó embarazada por una violación, sus padres drogadictos y ella alcohólica, dejó los estudios a los doce y trabaja como sexoservidora_ una mueca en su rostro le hizo saber al médico que sentía pena por la joven y con ello entendió que el enojo que mostró en un principio no era hacía la beta si no hacía el destino cruel que le tocó a la chica.

_Entonces, ella vió primero por su bebé_ comento_ si hubiera sido otra persona se hubiera quedado con el pequeño en un ambiente no apto para un bebé, pero prefiero dejarlo en un hospital donde sabe lo llevarán a un lugar donde no le faltará lo básico_ suspiró y miró a Guillermo.

La mirada suave que me regalaba al neonato en sus brazos era la más hermosa que había visto en su vida, lucía tan hermoso con ese traje y esa aura, y con ese bebé en sus brazos, por un momento la mente del médico visualizo al omega en una sala de maternidad con un cachorrito en sus brazos, con el cabello rizado y siendo el motivo de la sonrisa de Ochoa, y se visualizo a si mismo junto a ellos.

_¿Está bien?_ pregunto Guillermo mirando confundido al alfa quien parpadeo rápido al ser sacado de sus pensamientos.

_Y-Yo..._ Lionel estaba confundido, años habían pasado y muchas parejas también y nunca había visualizado algo así, nunca ese instinto "paterno" se presentó en él hasta ahora, y con un omega que acababa de conocer pero que hacía sentir algo en él, no lo entendía_ si, estoy bien_ respondió apenado y mirando a otro lado.

_De acuerdo_ sonrió levemente Guillermo y dejo al bebé en su cunero.

Sin darse cuenta ya eran las cuatro de la mañana, faltaba poco para que la guardia terminará así que ambos comenzaron a alistar lo que faltaba, desde medicamentos para ambos neonatos cómo posibles problemas a futuro, no se volvió a tocar ningún tema personal por petición del mexicano lo cuál Messi acepto.

_Todo listo_ Guillermo se veía genuinamente cansado al final de la guardia mientras veía como los compañeros del turno matutino iban llegando.

_Debo admitir que fue interesante_ Lionel se sacó el equipo que había utilizado dentro de la UCIN_ tenías razón con eso de que los neonatos son guerreros_ sonrió de lado.

_Por supuesto que tenía razón_ sonrió complacido por escuchar esas palabras.

Cuando finalmente se hizo el cambio de turno Guillermo salió del hospital ya vestido de civil, un pantalón de mezclilla, una camisa manga larga de cuello en un color azul cielo, su cabello lo recogió en una coleta algo graciosa por sus rizos, sus zapatos blancos fueron cambiados por unos tenis negros y llevaba su mochila en su espalda donde iba su uniforme, se dirigió a tomar un taxi cuando un auto rojo y lujoso se paró frente a él.

_¿No crees que es peligroso que vos vayas solo por la calle a esta hora?_ Lionel había bajado el vidrio del asiento del copiloto para ver al omega.

_Me se cuidar bien doctor Messi_ sonrió el mexicano alzando una ceja divertido.

_Fuera del hospital soy Lionel o Lío_ le comento_ sube, son las seis de la mañana y todo está solitario_ apunto alrededor.

La calle estaba totalmente desolada, ni había perritos callejeros.

_Bien, pero solo porque soy miedoso_ respondió Guillermo abriendo la puerta.

En ese instante un aroma a dulce de leche hizo que Lionel mirara en automático al rizado, era bien sabido que los omegas solían tener aromas suaves y dulces pero era la primera vez que el argentino detectaba ese aroma; de su dulce favorito, en alguien.