✦﹏ ¿Venganza o Justicia?..๑🗡️

1 - Renacimiento

Verano, lo que significa que las noches era momento de refrescar, Japón pasaba por una ola de calor inmensa, por lo que el lugar perfecto para refrescarse y pasarla bien era el Distrito Rojo.
Mujeres bellas, Bebidas, Comida, Música tradicional, Danzas, Familias, todos disfrutando del momento, una noche perfecta sin duda. En medio de toda una multitud había una pequeña niña de unos 9 a 10 años y un hombre algo mayor, este la trataba de vender, pero en ninguno de los prostíbulos la aceptaba por su apariencia deteriorable. Piel pálida, signos de desnutrición, moretones en las piernas y brazos, raspada y golpeada, estaba completamente moribunda.
En todo el camino se fue quejando el hombre, hasta que...
–¡Ahg!..¿¡Porque eres tan fea!?, ni siquiera te puedo regalar a alguien– claro, su apariencia lo decía todo, esta fue encontrada por una familia hace 3 semanas, pero lo único que se les ocurrió fue venderla, así que ahora estaba en esta situación.
Este volteo, su mirada lo decía todo, estaba enojado, este alzó la mano y le dio una bofetada, está solo cayó para atrás, algunas personas voltearon a ver la escena rápidamente, el hombre se abalanzó a ella bruscamente, comenzando a intimidarla y a decirle insultos, la tomó del cuello, llamando la atención de mas personas, estas asustadas, los gemidos y ahogos de la pequeña infante, sus lágrimas salían desesperadas de sus ojos.
Pero, el hombre recibió un fuerte golpe en la cabeza, apareció un joven, parecía un sol completamente.
Alto, cabellera amarilla con sus puntas rojas, ojos que parecían mirar hasta tu alma, un dios griego completamente para las chicas, este lucía una especie de uniforme, este fue quien golpeó al hombre, asustando lo a él y a la gente de alrededor, este se hizo a un lado soltando a la infante, luego el joven exclamó con una voz fuerte:
–¡No la toques hijo de puta!, eres un maldito– se puso delante de la niña para protegerla, del hombre no salieron palabras, solo estaba con su respiración agitada, el joven adentro su mano al bolsillo y sacó un rollo de billetes, tomó unos cuatro y los tiro donde el hombre –Ahora lárgate– dijo sin más.
El hombre tomó rápidamente el dinero y se fue corriendo, casi cayéndose del susto, el joven se puso de cuclillas en donde la niña, relajó la expresión de enojo de su rostro y le dedicó una sonrisa con sus labios sellados –Mi niña ¿estas bien?– preguntó con una voz pacifica, ella con su cabeza lo negó, estaba temerosa.
El joven extendió su mano, ayudando a levantar a la infante aún estando agachado a su altura –Mi nombre es Kyojuro, Kyojuro Rengoku ¿Cuál es el tuyo?– le pregunto, en ella, llegó un sentimiento tan agradable, de paz, de seguridad, le encanto los ojos del joven, estos la hipnotizaron –Me llamo Kazumi– un agradable sonrojo apareció en sus mejillas, estas le quemaban –¿No tienes apellido?– esta lo negó con la cabeza.
–Desde ahora serás una Rengoku, ahora eres mi hermana menor– este se levanto, le tomo la mano a la pequeña, esta no dijo nada sobre ello, los dos se encaminaron a una especie de lugar, una tienda de ramen la cual estaba algo llena, el joven se saludo con el dueño del local –Deme por favor un ramen cargado y completo– pidió una orden, ayudo a sentar a la pequeña y este se sentó a su lado.
–¿Puedes contarme de ti?– le preguntó Kyojuro a Kazumi, esta se sentía algo nerviosa –Y-yo, vengo de una familia de espadachines, pero me he quedado huérfana, ellos murieron– dijo algo seco, le costó un poco hablar, Kyojuro se sorprendió sobre esa información.
–Yo se que no debo decir esto, nos hemos ocultado ante la sociedad durante décadas, somos espadachines mujeres aunque no lo creas, hemos matado a ''demonios'', no se si sabes lo que son, pero ellos, asesinaron y quemaron mi hogar, mi familia, fue en mi cumpleaños, fui la única en escapar– hablo cabizbaja y con  un tono triste –no tuvimos apellido por la razón de no queríamos que seamos ''sonadas''–.
Kyojuro se sorprendió aún más –¿Espadachines mujeres?– dijo en voz baja –Kazumi, al llegar a mi casa te contaré algo– él tenía un tipo de nudo en la garganta –Esta bien..– de repente llego un mesero, con un plato el cual desprendía mucho humo de este, se notaba lo caliente que estaba.
Se lo pusieron delante de la pequeña juntos unos palillos, ella no pudo evitar abrir un poco la boca de la sorpresa y emoción –Adelante, provecho hermanita– ella le sonrió emocionada, a lo que el joven sintió un pequeño cosquilleo en su cuerpo, él soltó una pequeña carcajada, Kazumi tomó los palillos y los partió, tomó un pedazo de carne caliente y sin pensarlo se lo metio a la boca emocionada –¡Oye cuidado!– hablo Kyojuro advirtiendo de quemarse, ella soltó algunas lágrimas mientras mascaba, estaba feliz, muy feliz.

Los dos ahora se encaminaban al hogar de Kojuro, a pasos lentos por el bosque, se escuchaban los ruidos de algunos insectos, Kyojuro traía a Kazumi en su espalda, esta iba casi dormida, ambos se contaban cosas felices, hasta que...
De nuevo, ese nudo en la garganta de Kyojuro, este paro de caminar y hablo –Sabes Kazumi, mi familia también es espadachín, matamos demonios– Kazumi se quedó sorprendida –¿De verdad?– preguntó con un tono emocionante –De verdad, soy un espadachín de la llama, pero acá somos hombres quienes tienen el trabajo, pero créeme ahora, tu serás la primera mujer de la familia en ser una espadachín– se sintió liviano, se liberó de ese "nudo".
–Te enseñare todo lo necesario, y podrás vengar a tu familia– con esas palabras, la llenó de una felicidad inexplicable que no podía ni vocalizar alguna palabra, solo sabía que su corazón comenzaba a latir rápidamente de felicidad y emoción.
–¡S-si! ¡Gracias hermanito!– esta lo abrazo por el cuello algo débil, él soltó una carcajada de felicidad.