VI

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— ¿Entonces te metieron aquí? —murmuró Doyoung mientras miraba la carita del pelinegro.

— Te juro que yo no los asesiné... —volvió a decir antes de hacer contacto visual con el mayor y poner una mano sobre el cristal que los dividía.— Yo llegué y ellos estaban...
—dejó de hablar ya que si seguía iba a llorar.— Soy inocente, Doyoung.

El castaño soltó un suspiro y cerró sus ojos unos segundos mientras pensaba en lo que el tierno y bonito chico le había dicho.

"Había salido a dar una vuelta, era mi rutina ya que debía mantenerme activo... Cuando volví a casa, estaba la policía, todos me miraron... Obviamente sospecharon de mí, dijeron que los asesiné antes de salir a correr pero no fue así... No hay testigos de que salí a correr puesto que llevaba una capucha negra y nadie pudo ver mi rostro."

Abrió sus ojos y puso su mano a la altura de la ajena sobre el cristal, luego sonrió dulcemente.

— Te creo.

Un suspiro de alivio escapó de los labios del mayor y seguido de eso una pequeña risa.

Quería que todo el mundo supiera que era inocente, que él sería incapaz de hacer algo así; él amaba a su familia.

— Te acusaron injustamente y aunque no haya pruebas para demostrar que eres culpable, lamentablemente tampoco las hay para demostrar que eres inocente. —hizo una mueca disgustado.

— Ni siquiera me dejaron ver sus cuerpos ni mi casa una última vez... —se encogió de hombros.

— Tranquilo, seguro se demuestra tu inocencia. —quiso relajar al mayor.— Saldrás de aquí.

Chittaphon lo miró y después sonrió leve. Él también tenía la esperanza de salir.

Anteriormente su propósito era salir para seguir estudiando pero ahora quería salir para poder abrazar a aquel castaño, ¿Era raro?

— Doyoung...

Antes de decir algo más, los guardias le dieron un último toque a la espalda del pelirosado indicando que debía volver.

— Mañana vendré, no te preocupes. —eso provocó otra sonrisa en el rostro del tailandés, quien se sintió aliviado también así que volvió con los guardias.

Suspiró.

Creía en el menor, definitivamente le creía. Su mirada era honesta.

En ese momento quería cuidarlo, quería protegerlo, no imaginaba lo difícil que la estaba pasando aquel bonito chico.

— ¿Estás con Taeyong? —esa pregunta formó una sonrisa en los labios ajenos.

— Lo estoy, ¿Por qué?

¿Sus amigos también están ahí? —Johnny no pudo evitar sentirse feliz al creer que su exnovio le preguntaba eso por celos.

— Tranquilo, ellos están aquí, conejito.~

— ¿Dónde están?

El pelinegro no dudó en darle la dirección de la cafetería en donde se encontraban, la idea de que su exnovio al cual seguía amando, llegará y le celara le parecía lindo. Sin embargo,
Doyo6 tenía otros planes.

Le tomó menos de diez minutos llegar, al entrar visualizó a kun y a shotaro, eran quienes le importaban por ahora.

— ¡Conejito, estás aquí! —se levantó para sonreírle al castaño.

— Johnny... —le sonrió leve antes de dirigirse al rubio y castaño oscuro.— ¿Podemos hablar?

Kun y shotaro no fueron los únicos que se miraron, la mirada de Taeyong y Johnny también se dirigió a ellos dos.

El tercer mencionado por curiosidad acerca de lo que podrían hablar
ya que sabía perfectamente que se trataría de Felix. Y el cuarto nombrado porque creía que el castaño estaba ahí por él.

Ambos se pusieron de pie y salieron de la cafetería junto a doyoung mientras Johnny los seguía con la vista.

— ¿Qué necesitas? —preguntó taro recargandose en la pared del lugar.

— ¿Quién está a cargo del caso de Chittaphon?

— El abogado de mi padre. —respondió kun.— Por ahora no ha logrado mucho, sólo lo básico; "No hay pruebas de que es culpable." Por ahora encuentro muy difícil que. Chittaphon salga de ahí... —frunció su ceño.

— ¿Pueden darme la dirección de su casa? —esa pregunta sorprendió a ambos. ¿un desconocido en la casa de Chittaphon? — si es posible, ahora mismo.

— No conseguirás nada ahí, además dudo que te dejen entrar, aún hay policías vigilando la casa. —comentó shotaro cruzando sus brazos.

— Eso ya lo veremos.

— Escucha, no importa si Chittaphon confía en ti. No te vamos a decir dónde vive, sigues siendo un desconocido, doyoung... —murmuró Kun mientras guardaba sus manos en sus
bolsillos.— Perdona.

Soltó un pequeño suspiro frustrado, por una parte sabía que ellos no querrían decirle nada, al final del día seguía siendo lo que dijo kun; un desconocido.

Sin embargo, no se daría por vencido, tampoco pensaba preguntarle a Chittaphon, lo que menos quería era que pensara en ese trauma.
No quería ver a ese niño bonito triste.

Una sonrisa se formó en sus labios al terminar de escribir en un pedazo de papel y se levantó de su silla, mirando aquel escrito.
Después tomó su cámara y miró su celular para saber la hora.

— 3AM. —susurró.— shotaro, kun, olvidaron que su pequeño amigo es un "criminal" y que todos los datos sobre el homicidio están en internet.

Dijo por último antes de guardar su celular y sonreír leve.

Haría una pequeña visita.

Haría una pequeña visita

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Chittaphon Leechaiyapornkul┆  DOTEN ⊹ ₊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora