La vida de un Ángel. (En pausa)

El comienzo de todo esto.

Suena la alarma, rayos, son las 5:30, golpeo el despertador que esta en la mesita de noche al lado de mi cama. Provocando que este cayera al suelo y produjera un ruido ensordecedor.

Abro mis ojos y lo primero que observo es a mi gata a punto de maullarme como todos los días, solo que por alguna extraña razón no seguí durmiendo después de haber golpeado la alarma.

Me levante, y camine en dirección al baño para realizar la típica rutina que la verdad me esta empezando a hartar. Al terminar inmediatamente fui a la cocina por mi desayuno. Un sándwich con jamón, queso, tomate y lechuga; mi desayuno favorito.

Es mi parte favorita de la rutina diaria.

Luego de haber desayunado, me dirigí a la escuela, la cual no queda tan lejos. Aseguré mi bicicleta con una cadena y candado que siempre llevo en mi bolso. La sujete a una reja y de hay no se movería...espero.

Entré a la escuela no sin antes ponerme la capucha del suéter escolar para evitar anunciar mi llegada.

Pero fue una mala idea...

-Angel!! Llegaste -Grito Maxwell.

¿¡QUE NO SABES CERRAR EL HOCICO?!

- Maxwell - Le respondí- 

- Sigues rechazando la sociedad? - Pregunto Max en tono burlón.

¡¡¿¿ Quien te crees para juzgarme??!!

- ¡Oye Angel! ¡Piensa rápido! 

Fueron las palabras que resonaron en toda mi cabeza,  reaccionando de una manera tan rápida que casi no fue visible. Atrape en balón que se dirigía a mi rostro, seguido de apretarlo con mi mano por la furia que me invadía el cuerpo  explotando el balón y dejándolo sin aire.

-¡Oye! ¡Ese balón me costo, grandísimo Idiota! - Grito aquel chico enojado porque su balón se haya quedado inutilizable.

-Tu me lanzaste ese balón Imbécil ... ¡SI NO QUIERES PERDER TUS COSAS, NO LAS SUELTES! -Grite soltando una lágrima de furia para no golpearlo.

- ¿Estas llorando? ¡Miren al bebé! - Gritó burlándose.

Este Idiota...