Experiencias de amor - Yax (Max x Yakko)

01. Tina de emociones

Max había estado enamorado de Yakko desde que lo conoció en una reunión de los estudios Disney y Warner. Era algo en su risa y su encanto lo que lo atraía hacia él, pero nunca se había atrevido a confesar sus sentimientos.

Sin embargo, cuando Yakko aceptó su invitación para un fin de semana de descanso en su casa de campo, Max sabía que era su oportunidad. Después de un día de senderismo y exploración de la zona, decidieron relajarse en una tina de burbujas en el jardín trasero.

Mientras se empapaban en el agua caliente, el canino sintió su corazón latir con fuerza en su pecho. Yakko parecía tan relajado mientras su sutil sonrisa resplandecía de felicidad, siendo imposible evitar la sensación de sentirse abrumado por su belleza.

De repente, Yakko lo miró directamente a los ojos y sonrió - Esto es realmente increíble, Max. Gracias por traerme aquí -

Max sonrió, incapaz de contener sus sentimientos por más tiempo - Yakko, hay algo que tengo que decirte -

Yakko lo miró con curiosidad, con aquellos ojos brillantes que resplandecían como estrellas- ¿Qué pasa, Max? -

Max tomó una profunda inspiración y se inclinó hacia Yakko - Me he estado enamorando de ti desde hace mucho tiempo – pausó un momento para llenarse de valor - Me encantas y no puedo dejar de pensar en ti -

Yakko pareció sorprendido por un momento, pero luego sonrió - Oh, Max. Yo también he sentido lo mismo por ti -

Max sintió una oleada de alivio y felicidad al escuchar esas palabras. Finalmente, su amor era correspondido. Se acercó a Yakko y lo besó apasionadamente. El mayor de los Warner respondió al beso con igual intensidad, sus manos acariciando el cabello y el cuello del otro.

La tina de burbujas se convirtió en un torbellino de espuma y agua mientras se besaban y abrazaban. Max estaba tan feliz que sentía que su corazón iba a salir de su pecho.

Finalmente, se separaron para tomar aire, pero no dejaron de abrazarse. Max miró a Yakko a los ojos, maravillado de tenerlo tan cerca.

- Te quiero, Yakko - dijo Max, en un susurro.

Yakko sonrió con ternura y lo besó de nuevo. - Te quiero, Max. Siempre lo he hecho -

El sol comenzaba a ponerse y la temperatura comenzaba a bajar. Max se levantó de la tina y tomó una toalla para secarse. Yakko lo siguió y lo abrazó por detrás, entrelazando sus cuerpos.

- ¿Te apetece una copa de vino caliente en la casa? - preguntó Max.

Yakko asintió y lo besó en el cuello - Me encantaría -

Max envolvió su brazo alrededor de Yakko y lo llevó hacia la casa. A medida que se adentraban en la casa, Max no podía evitar sentir que, finalmente, estaba en el lugar correcto con la persona correcta.

Se sentaron en el sofá frente a la chimenea y Max sirvió un par de copas de vino caliente. Miraron las llamas de la chimenea, disfrutando del calor y la tranquilidad.

Max tomó la mano de Yakko y la acarició suavemente con sus dedos. Yakko le devolvió la mirada, su mirada llena de amor y afecto.

- ¿Qué te parece si hacemos esto una tradición? Un fin de semana cada mes aquí, solo nosotros dos - propuso Max.

Yakko sonrió mientras su corazón latía sin control - Me parece perfecto -

Se abrazaron de nuevo, felices y emocionados por lo que el futuro les deparaba. Sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestos a luchar por su amor.

El tiempo pasó volando y pronto tuvieron que regresar a sus trabajos en los estudios Disney y Warner. Pero ambos sabían que tenían algo especial entre ellos, algo que no podía ser ignorado.

Max y Yakko se despidieron con un beso tierno en la puerta de la casa de campo, prometiéndose a sí mismos que volverían el próximo mes para disfrutar de su amor en la tina de burbujas y frente a la chimenea.

Y así, Max y Yakko comenzaron una historia de amor que duraría toda la vida, luchando contra todos los obstáculos para estar juntos y demostrando que el amor verdadero siempre triunfa en el final.