Tres [Una vez que me enamore]

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Tres [Una vez que me enamore]

Jessica P.O.V

-No quiero imaginarme estar con alguien – Entonces miro el suelo con una sonrisa – Quiero estar con alguien que amo de verdad, y el hecho de imaginarme con alguien más me hace pensar que estoy engañando a mi futuro amor – Si creía que los ojos de Yoona demostraban inocencia, entonces tenía razón... Yoona era una chica llena de inocencia.

-Es verdad – pude decir – Supongo que si de verdad amas a alguien no tendrías por qué imaginarte con alguien más – pude ver una corvatura en sus labios demostrándome esa linda sonrisa – Fue un gusto conocerte Jessica, pero me temo que mi abuela me debe estar esperando – Por un momento sentí tristeza

-Pero si quieres puedes venir a cenar – Mi rostro se ilumino – Creo que me agradas, mi abuela ya te conoce y... - volvió a rascar su cuello – Y me gustaría poder pasar mi tiempo aquí con alguien más que no sea mi vieja abuela – pequeñas carcajadas salieron de mi boca - ¿A las 7 te parece? – Preguntó

-Nos vemos – Dije cuando salió de la puerta de mi casa.

Entonces me senté en el sofá y procese todo lo que acababa de pasar, ¿Qué estás haciendo Jessica Jung? ¡Vamos Jessica, solo iré a cenar junto a su abuela! Además, solo es atracción física y nada más.

Decidí dar una vuelta por el supermercado local para llevar helado, ¿Era lo menos que podía hacer verdad?

Toque lentamente la antigua puerta de Yoonje, no era la primera vez que estaba aquí ya que varias de las cenas de profesores se hacían en la casa de Yoonje, entonces ese hermoso rostro me abrió la puerta, claro que esta vez vestía distinto, llevaba una polera color amarillo pastel y unos jeans ajustados negros que la hacían ver más delgada aún, su pelo estaba tomado en una cola de caballo bastante desordenado, yo igual había decidido dejar mi vestido de lado ya que luego del atardecer se volvía más frío con la briza marina, ahora llevaba unos jeans ajustados, botas y un sweater blanco.

-Jessica – sonrió

-Hola Yoona – Respondí con una sonrisa

Caminamos al comedor donde me encontré con mi colega sonriendo –Hola Jessica, me alegra de que Yoona se hiciera amiga de ti cariño – La señora Yoonje siempre ha sido una buena amiga, pese a la diferencia de edad, ella era como una madre para mí ya que mis padres vivían muy lejos.

Nos sentamos en la gran mesa, Yoonje había cocinado pescado con ensaladas

-Si hubiera sabido que había pescado habría traído vino – comente ya que todos sabemos que no hay mejor acompañante para un pescado que un delicioso vino blanco, entonces Yoonje me sorprendió poniendo la botella en la mesa

-Querida, la vieja Yoonje siempre está preparado, un delicioso vino de colección y un saludable vaso de agua para mi pequeña Yoongie – Vi como la menor se sonrojaba al escuchar su sobrenombre.

La mesa estuvo llena de conversaciones, desde viejas historias de Yoonje hablando de sus tiempos de gloria como jugadora de voleibol, historias de Yoona comentando como iban sus entrenamientos y yo comentando como iban mis clases como profesora de literatura.

-Mi Yoona aquí, es una muy buena lectora – comento Yoonje orgullosa – Si no fuera tan buena en voleibol probablemente la obligaría a estudiar el triple – Yo reí a la forma en que Yoonje trataba a Yoona, era como si para la abuela, su nieta aún tuviera 5 años.

Después de muchas conversaciones Yoonje comenzó a sentir la fuerza del vino y Yoona decidió acostarla un rato en su habitación, haciendo que quedemos las dos solas en el comedor.

-Lastima – comente – Estoy segura de que el helado le hubiera encantado – al haber dicho eso, los ojos de Yoona se iluminaron

-¿Helado? – Pregunto casi como sorprendida

-Sí, tu abuela lo puso en el refrigerador – Entonces la delgada chica corrió al refrigerador, saco dos cucharas y luego quito una manta del sofá

-¿Te gustaría ir a la playa? –

Entonces estábamos las dos sentadas en la arena, con una manta sobre nuestras piernas mientras ambas comíamos a cucharadas el helado de chocolate

-Extrañaba esto – comento Yoona

-Es imposible no extrañar un lugar tan hermoso como este- Respondí, realmente la briza en tu rostro y la imagen de las olas chocando contra la playa eran una de las imágenes más bellas.

-¿Qué te gusta hacer? – Pregunto Yoona, yo sonreí pues hace mucho nadie me preguntaba ese tipo de cosas

-Me gusta leer, aunque pueda que eso ya lo sepas, me gusta enseñar, me encanta dar clases, me gusta escribir y me gusta mucho nadar ¿Qué hay de ti? – mire su perfil delicadamente

-Me gusta tomar fotografías, me gustaría tener un estudio cuando sea mayor, poder viajar por el mundo a tomar fotografías, escribir sobre ellas quizá... luego de eso me gustaría enseñarle a los jóvenes como jugar voleibol – Sonreí al ver los sueños de una chica tan joven, entonces decidí molestar un poco

-Creí que a Im Yoona no le gustaba soñar – Su mirada ahora se fijó en mi con una sonrisa

-Me da miedo – confeso – Cuando mi mamá murió tuve mucho miedo, tengo sueños – confeso – es solo que temo pensar mucho en ellos y que no se hagan realidad – instintivamente puse mi mano sobre la suya – No tienes que tener miedo Yoona, todo pasa por algo y pese a lo triste que fue tu pasado, debes mirar adelante y vivir por tus sueños – Comenté

Ella no dijo nada, pero pude ver que su mirada se fragilizo, acaricie su hombro y ella recostó su cabeza en mi hombro

-Esto – Dijo

-¿Hmm? – murmure

-Esto que estamos haciendo ahora – Seguía sin entender a lo que se refería, entonces me miro directamente a los ojos

-Una vez que me enamore, estar así con alguien, es una de las cosas que quiero hacer – no pude evitar sonreír a lo que dijo.

-¿Qué hay de ti? – Pregunto

-No sé si pueda hacerlo ahora – Confesé

-¿Y eso por qué? – Su mirada era confusa

-Una de las cosas que siempre he querido hacer, es besar a alguien bajo las estrellas frente al mar, pero supongo que tendré que seguir soñando hasta que eso pase algún día – Nunca pensé que yo Jessica Jung, me confesaría de tal forma con una niña tan menor, ni menos que me sentiría tan atraída a ella.

Entonces sentí un par de labios en los míos, al principio quede paralizada, si bien nuestros labios solo se tocaron por una milésima de segundos, mi corazón ya había explotado en un millón de formas posibles

-¿Para qué soñar si puedes hacerlo? – Pregunto.

Entonces ahora fui yo la que tomo la iniciativa y acabe con la distancia entre nuestros labios.

Fin del capítulo.

Endless Summer [UN VERANO SIN FIN] (Yoona y Jessica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora