⋆␥❄﹒HIEMS AETERNA ﹒🎭

Todos queremos dominar el mundo.

No hace mucho tiempo, Teyvat se cubrió completamente de hielo, parece que los fatui finalmente tomaron el control. Nadie pudo hacer nada para salvarse, incluso los siete desaparecieron sin dejar nada a la vista, como si nadie pudiera siquiera presenciar cómo todo el continente había caído en las frías manos de la Zarina, nadie para siquiera evitar que eso sucediera. 

De esa manera, los heraldos hicieron que las siete naciones fueran gobernadas por un solo dios, para lograr su objetivo principal, finalmente destruir los cielos, los dioses y Celestia. Pase lo que pase, el daño ya estaba hecho, ahora toda la tierra que una vez fue gobernada por los siete está en manos de los fatui. 

Ahora, con sus objetivos cumplidos, los once tenían su dedo frío apuntando a un destino, Celestia, con la tecnología, el poder de las siete gnosis y las personas controladas por ellos, la victoria comenzaba a verse muy cerca. 

Pero... además de toda esta tortura, el silencio y la represión que hacían los Once (sí, los once, ni nuestro querido Scaramouche ni Signora salen de esto), en fin, había un ligero calor entre todos los hielo abrumador. Algunas personas ni siquiera podían soportar la idea de ser gobernadas por un dios sin amor para dar, así que se rebelaron, formaron la rebelión. Usuarios de visiones entre todo Teyvat se unieron no solo para destruir a los fatui, sino también para traer la última esperanza de liberarse finalmente de este invierno eterno, la rebelión todopoderosa, personas que estaban dispuestas a destruir a su enemigo común, Shnezhnaya.

Desde la fría Shnezhnaya, hasta el Mare Jivari de Natlan, se cubrieron de escarcha y nieve, porque en este invierno eterno, no había arconte que pudiera detener aquello que se avecinaba, la simple idea de lo que se había convertido Teyvat era algo cuya autoría era de los Fatui, de la zarina y del gélido deseo de destruir a la orden celestial, tal vez por eso es que, a pesar de todo, se podían escuchar los suplicios de aquellos cuya vida pendía de un hilo, del hilo del destino, hace que uno se pregunte, ¿Qué pensaban aquellos reclutas al unirse a la máquina de guerra de los Fatui?.

Muchas personas de la rebelión pueden dar más problemas, incluso se dice en los rumores que incluso los seis ex miembros de los arcontes estuvieron involucrados en la rebelión. Su mente estaba pensando profundamente qué podría ser de su creadora y cuál era su lado dentro de esta macabra comedia, era diferente pensar cuál era la posición real de aquellos arcontes que fueron despojados de su gnosis como lo estaban, pero tal vez había otro asunto. más arriesgado que eso, cuál era la posición de la poderosa y divina orden de Celestia.

Incluso con eso, no era lo mismo, cómo ese lugar en el que una vez vivió alguna vez alguien, con el nuevo invierno de Shnezhnaya, tomó ese cambio impresionante, ya no parecía el hogar de cualquier persona de Teyvat que no fuera Snezhnaya, o al menos ya no más.

Quizás, era todo una farsa, detrás de aquella presencia intimidante, los once estaban muy conscientes que la Zarina ya apuntaba su mirada hacia Celestia, y que tenían ahora todas las piezas para ponerlos en jaque, habían creado dioses sintéticos, traer a antiguos combatientes de la guerra de los arcontes a la vida, subestimar la autoridad de muchos y arrebatar las gnosis de aquellos arcontes que no quisieron cooperar de buena manera, queriéndolos 

Pero, nadie más que los tres primeros heraldos de la zarina podrían tener alguna idea de los planes de su majestad, aunque fueran pocas las ideas que los de abajo tenían, sabían que las órdenes siempre las dictaban los tres consentidos, pero sin información de Pierro, Dottore o Columbina sobre lo que seguiría después de toda esta faena, ellos eran las personas más cercanas a la Tsaritsa, los únicos con una pequeña idea de lo que podría ser el próximo movimiento ahora, lo único de lo que uno estaba seguro, era que sea lo que tenga que ser, no iba a ser nada bueno.