• En donde Juan Cubito y Spreen Cubito se siguen encontrando una y otra vez, cada vez es más difícil ocultar sus sentimientos.
-Te pasa por metiche
-¡Que no soy un metiche!
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- Se shipean cubitos NO streamers
- Es hecho...
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Érase una vez... Bueno, en la actualidad, un mundo en donde existía la magia, los híbridos y todo lo que rodeaba la fantasía.
Un mundo en donde había diferentes pueblos construidos para refugiar a todas las diferentes criaturas existentes. La mayoría siendo pueblos exclusivos para ciertas criaturas en específico, logrando así mantener la paz y armonía entre todos los seres.
Entre estos pueblos, se encontraba el de los seres mágicos- Refugio de brujas, magos, hechiceros y algunos dioses- Haciendo que lo considerarán como uno de los pueblos más peligrosos para visitar- esto debido a todas las malas energías que podían estar sueltas en consecuencia a los malos tratos con la magia- Pero al mismo tiempo, siendo considerado cómo uno de los más maravillosos y bañados en riquezas.
En este pueblo, de hecho, se encontraba viviendo un pequeño hechicero llamado Juan.
Juan, hijo de Él Profeta-Dueño del universo y de Xenna-Diosa del universo.
Juan era un chico de baja estatura que para su suerte había sido poseedor de los poderes que su padre y madre le habían heredado al nacer. Volviéndolo así en- como a él le gustaba llamarse- "El hechicero supremo"
Juan era consciente de lo que decían de él. Sobre como se burlaban de su apodo y lo llamaban un brujo tonto y privilegiado. No le importaba, consideraba que solo le tenían envidia debido a lo poderoso que podía llegar a ser en un futuro.
Porque si, él hechicero aún no llegaba a ser lo suficiente poderoso como su padre o madre, aún le faltaba mucho por aprender y manejar con el tema de la magia.
Esto lo hacía tener una necesidad constante de aprender cada vez más y más de ese maravilloso mundo, lo cual lo llevaba a hacer seguidamente viajes a la biblioteca del barrio amarillo- apodado así por sus hermosas paredes de diferentes tonos de ese brillante color- en donde podía encontrar miles de enciclopedias con hechizos y escrituras sobre otros seres mágicos que vinieron antes de él.
Hoy era uno de esos días en que Juanito paseaba por ese barrio, amaba caminar por las calles debido a que el color le traía sentimientos hermosos de alegría que hacían a su corazón estallar en olas de amor. No sabía a que se debía, pero tenía la teoría de que en un universo alterno, su persona tenía algún tipo de conexión con ese color.
Era entonces que mientras caminaba por las calles amarillas, algo extraño capto su atención. Mientras pasaba frente a un callejón sin salida, pudo notar como de reojo algo de un color oscuro se movía al fondo de la calle.
Extrañado y curioso de que podía ser, no pudo evitar acercarse sigilosamente para ver mejor de qué se trataba.
Cuando ingreso un poco más al callejón, noto entonces que lo que veía no era nada más y nada menos que una mata de cabello negro y corto que estaba acompañado de orejas de oso, agregándole además, un cuerpo alto y algo musculoso que le daba la espalda.
