Bleuâtre •KookTae•

9

Taehyung empezó a regañar a Darkhor en cuanto llegaron a casa, el Omega hablaba y hablaba, el lobo solo lo veía embobado y seguía cada uno de sus movimientos, admiraba las mejillas rosa de su Omega, producto del enojo y la exasperación, sus ojos azulados brillaban de la ira, su cabello estaba desordenado pues constantemente pasaba los dedos por las hebras castañas, Darkhor encontró la imagen ardiente y en un súbito movimiento tenía aprisionado al ojiazul en el sillón.

— ¿Que crees que estás haciendo idiota? — dijo Taehyung entre molesto y confundido — Quítate de encima.

— Eres tan bonito Omega — dijo mientras lamía su marca de apareamiento — Y tan malditamente mío — gruñó.

Taehyung jadeó, le gustaba que su Alfa fuera posesivo con él, Jungkook siempre buscaba la manera de demostrar que Taehyung era suyo pero siempre recalcaba que él también le pertenecía a Taehyung, que ambos eran iguales.

Con Darkhor la historia era distinta, el lobo de Jungkook era primitivo e impulsivo, era territorial, posesivo y celoso pero el ojiazul lo amaba, Dark era parte de Jungkook, el Omega amaba al Alfa y al lobo, amaba a su Kookie y a su Dark.

— Dark — dijo Taehyung suavemente, todo rastro de enoja había desaparecido, Darkhor sabía cómo distraer a su Omega — No está bien lo que hiciste hoy, no está bien que trataras de lastimar a Hoseok.

— Olías a él — trató de explicar — No debes oler a otro Alfa, solo debes oler a mí — dijo gruñendo — No me guste que te toquen.

— Él es mi amigo, solo me dio un abrazo para despedirme.

— No quiero que lo haga más, le romperé el cuello la próxima vez.

— ¡Jesucristo! — exclamó el castaño — Es imposibles hablar contigo.

— No entiendo porque estamos hablando cuando podríamos estar besándonos.

— No te daré un beso, prometiste no lastimar a Namjoon y Hoseok y no cumpliste.

— Yo dije que no los mataría, eso no quiere decir que no puedo dejarlos al borde de la muerte — Darkhor le sonrió dulcemente a su Omega.

— Tú eres tan molesto — se quejó — Quiero a Jungkook, hemos terminado por hoy, no vuelvas hasta que hayas pensado en lo que hiciste.

— Te amo Omega, sé que tú enojo no durará mucho — Darkhor le sonrío una última ves más, mirando detenidamente a Taehyung con sus ojos rojos.

— También te amo — respondió el ojiazul pero el lobo ya no lo escuchó, los jades verdes le devolvieron la mirada.

Jungkook parpadeó varias veces y se levantó de su Omega, se sentó en el sillón y abrió los brazos para que el castaño viniera hacia él, Taehyung se sentó en su regazo y ronroneo gustoso mientras sobaba su mejilla en el pecho de su Alfa.

— No puedo controlar a Darkhor — dijo Jungkook— Desde que supimos que estabas embarazado no puedo hacerlo, él solo toma el control y yo quedo fuera.

Jungkook hablaba preocupado, él sabía que su lobo es impulsivo y no se confiaba demasiado, por eso Darkhor aparecía pocas veces, solo durante sus celos o los de su Omega, pero ahora era común y eso lo tenía intranquilo.

— No pasa nada — lo tranquilizó el ojiazul — Es un lobo tonto, no hace ningún daño.

— Aún, un día de estos matará a alguien y seré yo quien esté en problemas.

— No lo creo Kookie, solo persiguió a Hoseok, no hizo nada malo.

— Eso es porque lo conoce, si fuera un Alfa desconocido se hubiera salido de control y yo no hubiera podido detenerlo.

— Me molesté con él, él prometió no matar a nadie.

— ¿En serio hizo eso?

— Sí — respondió el Omega con orgullo — Es mi lobo, jamás me prometería algo que no pueda cumplir.

— No quiero ponerte en peligro, trataré de contenerlo, lo prometo amor.

— Está bien cariño, pero no sigas preocupándote por eso, es divertido ver cómo cómo tú lobo toma el control — el Omega esbozó una sonrisa — Solo finjo enojarme con él.

Jungkook sonrió también, sintiéndose más aliviado después de que Taehyung le confirmara que Darkhor no estaba haciendo ningún daño, solo esperaba poder controlarlo si en algún momento las cosas se salieran de control. Taehyung debió sentir su malestar porque cambió rápidamente de tema.

— Tengo que ir al doctor y confirmar el embarazo, supongo que después iré con el ginecólogo.

— Ya me encargué de eso, llamé hoy, tenemos una cita para el viernes.

— Perfecto — chilló el Omega — Gracias Kookie bebé.

— No tienes porque agradecer Sol, ya investigue al ginecólogo, es un beta, el mejor en su campo.

— No me sorprende que lo hayas hecho — el Omega rodó los ojos.

— Solo lo mejor para ti y mi cachorrito — Jungkook acaricio el abdomen de su Omega y le dió un beso en la mejilla.

— No puedo esperar para verlo — habló con ilusión el castaño.

— Yo tampoco cielo, yo tampoco — dijo Jungkook sonriendo mostrando sus hoyuelos.