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Taehyung se encontraba en su estudio, bosquejando un plano, tenía las manos manchadas por el carbón del lápiz, una de sus mejillas estaba pintada de negro, su Alfa estaba sentado en un sillón leyendo un libro sobre paternidad pero de vez en cuando...

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Taehyung se encontraba en su estudio, bosquejando un plano, tenía las manos manchadas por el carbón del lápiz, una de sus mejillas estaba pintada de negro, su Alfa estaba sentado en un sillón leyendo un libro sobre paternidad pero de vez en cuando miraba a su pequeño amor.

Todo estaba en silencio, solo se oía el ruido del lápiz tocando el papel, la tranquilidad se vio interrumpida cuando Taehyung soltó un jadeo de sorpresa, eso alertó a su Alfa quién se levantó instantáneamente y se acercó al ojiazul

— ¿Qué pasa?, ¿Ocurre algo con el bebé? — preguntó preocupado Jungkook al verlo tocarse el vientre.

Taehyung no le respondió nada, solo agarró una de las manos de su Alfa y la colocó en su vientre, Jungkook sintió como algo golpeaba su palma, al principio creyó habérselo imaginado pero recibió un segundo golpe.

— ¡Oh Dios mío! — gritó de sorpresa — Manchita está pateando, osito.

— ¡Lo está haciendo! es increíble.

Jungkook abrazó a su Omega y en cuanto lo hizo las pataditas se sintieron en su abdomen, no pudo evitar llorar de felicitad, su cachorrito estaba ahí, creciendo fuerte y sano en el vientre de Taehyung, su alma gemela, el amor de su vida, todo se hacía mas real y no podría estar mas contento.

— Te amo tanto, los amo a los dos — dijo el Alfa mientras se daban un beso esquimal.

— Te amo Kookie bebé.

— Me haces feliz, agradezco que hayas llegado a mi vida y que aceptaras unirte a mi y formar una familia.

— No agradezcas tonto, tú felicidad es la mía, nacimos para estar juntos, tarde o temprano nos encontraríamos.

— Ojalá hubiera sido temprano, asi no hubieras sido novio de Namjoon— frunció el ceño.

— Eres un idiota — dijo divertido el Omega.

— ¿Qué te parece si vamos al centro comercial? Quiero consentirte.

— ¡Vamos! Quiero comprarme ropa nueva, la que tenia ya no me queda — habló el ojiazul con un puchero.

— Todo lo que mi bebé quiera — dijo mientras pasaba su pulgar por la mejilla de su Omega, limpiándolo de la mancha

(...)

Caminaban agarrados de la mano pero Jungkook iba un paso adelante, como una especie de muralla protegiendo a su Omega embarazado, evitando que alguien chocara con Taehyung o siguiera lo rozara.

— Entremos a esa tienda — dijo el castaño — Quiero pantalones nuevos.

— Vayamos a CK, amor.

— No Kookie, nada de lo que haya ahí me quedará, nuestro cachorro está creciendo.

Bleuâtre •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora