𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐚 - Enzo x Julián - Enzulian✨ (FINALIZADA)

4. 𝐴𝑟𝑎𝑏𝑖𝑎 𝑆𝑎𝑢𝑑𝑖𝑡𝑎

Empezar de esa forma no era lo que tenían planeado. El debut en la copa del mundo era contra Arabia Saudita, se sentía confiados desde el momento en el que cobraron el penal que le hicieron a Leandro Paredes al agarrarlo de la cintura y hacer que termine en el césped. El encargado de cambiarlo por gol fue Messi, haciendo que todos lo gritaran con demasiada emoción.

Después de eso, todo fue en debacle. Tres goles de Argentina anulados por posición adelantada y en solo cinco minutos Arabia, había dado vuelta el partido con dos goles. La ilusión se había escondido muy en el fondo, esperando a salir de vuelta, pero no paso.

Frustración era lo que todos sentían, había tanto esfuerzo puesto en ese partido. Querían empezar con el pie derecho, pero que las cosas salieran tan erradas hacia parecer que no estaban comprometidos realmente.

No querían verse a la cara, como si tuvieran tanto que reprocharle al otro. En el vestuario solo había silencio y personas yendo de acá para allá, cada uno en lo suyo. La tensión era palpable entre todos, no había ánimos.

Julián, fue el primero en llegar a la habitación pese a quedarse hablando con Lautaro y el Cuti que estaban mas afectados que el resto, por creer que había cometido mas errores. Intento convencerlos de que no habían estado mal durante bastante tiempo pero simplemente no funcionaba y lo entendía.

A penas cruzo esa puerta, se tiro a la cama, lo necesitaba y es que todo pintaba para mal, pero intentaba guardar su positivismo, aunque pareciera imposible. En su mente se mostraban las imágenes del partido, le afectaba demasiado no haber podido ayudar mas a pesar de haber ingresado al segundo tiempo junto con Enzo.

Ese era otro tema que lo tenia molesto, el morocho lo ignoraba de forma olímpica en todo momento y parecía no importarle. Después la conversación que termino en discusión, solo acertaron a tomar distancia, pero Julián, estaba impaciente, necesitaba al Enzo de siempre.

Tener que verlo al entrenar y morirse por sentirlo cerca, era como si tuviera dejavus  de lo que habían vivido cuando eran compañeros. Lo tenia estresado y solo podía ser su culpa, porque a Julián, nadie le había parecido tan hermoso como le paso con Enzo. No había persona en el mundo que le hiciera sentir todo lo que alguna vez logro el menor.

Eso era molesto, porque el castaño tenia una imagen que cuidar, para eso estaba con Emilia y es que el sabia que no se trataba de amor, era conveniencia. Se volvió a preguntar porque tenia que fingir ser algo que no era solo para complacer a los demás.

Quería volver a cuando tenia la rebeldía a flor de piel. En esos tiempos donde podía perderse con Enzo y que realmente no les importe nada, se escapaban de donde sea para tener tiempo a solas, buscaban los lugares mas escondidos con tal de tener una sesión intensa de besos.

Necesitaba de Enzo y odiaba eso, porque durante mucho tiempo intento sacarlo de su mente y mucho mas de su corazon, pero había cosas que ni con mil intentos podrían irse.

Y así, hacia aparición el hombre al que había lastimado al haber sido tan inmaduro, pero tuvo miedo y lamentablemente ese puede ser el peor enemigo.

Enzo, no dijo ninguna palabra y simplemente copio la acción de Julián al ir a su cama y quedarse ahí, pensativo.

-¿Estas bien?- Para cualquiera podía ser una boludez la pregunta del castaño, pero odiaba los silencios, odiaba la incomodidad.

El menor simplemente lo miro a los ojos, había duda en ellos.

-Muy bien por suerte.- Era tan sarcástico que llegaba a molestar.

-La puta madre, Enzo.- Las palabras sorprendieron al contrario.- ¿Podes dejar una vez tu orgullo?-

-¿Yo tengo que dejar mi orgullo? Que caradura que sos.- Se rio sarcásticamente.- Estoy enojado por no haber podido hacer nada en el partido.- Se levanto de su cama dispuesto a irse, no tenia ganas de discutir.

Julián, estaba cansado de su actitud y por un momento pensó en dejarlo ir, pero no, también era terco. Antes de que Enzo llegara a la puerta, el castaño lo sostuvo de la muñeca, sorprendiéndolo.

-¿Que haces?- Julián, volvió a tirar de el, haciendo que sus pechos chocaran.- Soltame.

Demasiada cercanía, demasiado peligro.

-No quiero.- Nadie podía ganarle a la seriedad de esas palabras y esos ojos que no dejaban de mirar a Enzo como si la vida dependiera de ello.

-Deja de jugar conmigo, sabes que tengo poca paciencia.- Una de sus manos viajo a la cara de Julián, acariciándolo. ¿Hace cuanto no hacia eso? Se sentía como el tocar el cielo.

-Vos jugas conmigo, esto es difícil para mi.- El castaño cerro los ojos y dejo que sus manos sostuvieran la cintura ajena, como si necesitara de ese toque que tanto negaba.- Por favor, En.

El mas alto se sorprendió, había suplica en esas palabras.

-Si no lo haces vos, lo voy a hacer yo.- Hablo nuevamente cruzándose con esos ojos que tanto quería, porque deseaba que lo mire así toda la vida.

-¿Desde cuando vos tenes el control de las cosas, Araña?-

Enzo, sonrió y sin dejar hablar al contrario, hizo lo que hace meses deseaban con el alma. Sostuvo la carita ajena y unió sus labios de forma lenta.

 Ambos conocían esa sensación de que algo explota dentro de tu pecho, pero no te hace daño.

De a poco las manos necesitaban tocar mas y esos labios comenzaban a buscar el placer de las lenguas. Todo encajaba perfecto, como si nunca hubieran dejado de sentirse realmente.

El morocho fue el primero en separarse de los labios ajenos y rio al ver la preocupación en la carita de Julián. De forma rápida se agacho y lo alzo por los muslos, mientras volvían a su cama.

-Que viveza la tuya, Fernandez.- Julián, reía honestamente cuando se trataba de Enzo.

-El que no corre, vuela, bebe.- Contesto al apretar una de las nalgas del castaño, siendo recibido por un sonido que lo hizo perder la cordura y dedicarse a besarlo.

Julián, sabia que necesitaba a Enzo y si eso traía consecuencias, sean buenas o malas, esta vez estaba dispuesto a jugarse todo.

***

-Holii! díganme que les anda pareciendo, mucho amorr💜