𝙛𝙤𝙪𝙧

106 15 0
                                    


❝ 𝘚𝘪 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦
𝘝𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳é 𝘢 𝘵𝘶 𝘭𝘢𝘥𝘰
𝘚𝘰𝘯𝘳𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘮𝘱𝘭𝘪𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦
𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢𝘴
𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯. ❞


٭


—Creo que te gané —sonrió el menor, mostrando sus cartas ganadoras.

—Por tercera vez consecutiva y sin hacer trampa.

—Sabes que no necesito hacer trampa para ganarte en el truco —presumió Donghyuck, era bueno jugando, su abuelo le había enseñado desde niño.

La victoria del menor se vio interrumpida por una llamada en la puerta de la habitación. Ambos dieron permiso a la persona del otro lado, era la enfermera, trayendo la bandeja de desayuno para Donghyuck. Las enfermeras eran muy amables con la pareja, que hasta incluso le ponían comida demás para que Mark pudiera comer también.

—No tengo mucho apetito, así que, comeré solo la fruta —aclaró el menor, tomando el bote de plástico que tenía variedad de frutas rebanadas.

—Está bien, amor.

Mark tomó una tostada y le puso un poco de mermelada.

—Oye, al final, con todo lo que pasó, no pudimos festejar tu cumpleaños —soltó Mark, mirando como reaccionaba su pareja ante el tema.

—Sí, lo sé, pero ya no importa —miró hacia la ventana, no queriendo tocar el tema.

El mayor comprendió y no quiso seguir insistiendo, por lo que prefiero cambiar el tema, hablando de algo más banal.

—¿No extrañas tu empleo?

Mark pasó su atención al menor.

—Un poco, pero es más divertido estar contigo.

—Tonto.

—Sabes que no debes preocuparte por ello, mi jefe entendió y me dijo que, de igual manera, siempre tendrá reservado un lugar en la empresa para mí.

—Luego de todo esto, debes volver, ¿sí? —Donghyuck buscó la mirada de su pareja.

—Está bien, cariño.

Mark entendía que tras las palabras de su pareja, había algo más, no era simplemente volver al trabajo, era volver a hacer su vida normal, pero ¿eso era de verdad posible?

Mark entendía que tras las palabras de su pareja, había algo más, no era simplemente volver al trabajo, era volver a hacer su vida normal, pero ¿eso era de verdad posible?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de almorzar y jugar otra ronda del truco, Donghyuck tomó una siesta, algo larga, como las últimas que venía tomando.

Al despertar, se encontraba solo en la habitación, lo cual no lo extrañó, Mark a veces salía a comprar algo para comer o beber, o simplemente a tomar aire y estar solo. Donghyuck lo comprendía, él también lo necesitaba por momentos.

La puerta se abrió, llamando la atención de Donghyuck y dejando ver a Mark por esta, cargado una caja blanca de cartón, una bolsa de papel y tres globos que venían flotando tras él.

—Oh, estás despierto —paró en seco.

—¿Qué es eso?

El canadiense le dedicó una sonrisa torcida y se adentró a la habitación.

—Mark, ¿qué es eso?

—¿Feliz cumpleaños? —de verdad se lo notaba nervioso.

—¿Qué?

El mayor colocó la pequeña mesa de cama que utilizaban para colocar la bandeja de la comida y allí dejó la caja de cartón. Con un gesto algo apenado, le indicó al moreno que abriera la caja.

Este lo hizo, encontrándose con un pequeño pastel que decía: "Feliz Cumpleaños, Osito", el pastel tenía forma de sol y tenía dibujado un oso a un lado.

Mark todavía continuaba con su actitud de chihuahua tembloroso, sin saber interpretar el rostro de su pareja.

—Estamos a fines de enero, Mark.

—Eso no importa —de la bolsa de papel, Mark sacó una vela con forma de estrella y la colocó en el pastel—. Sabía que no iba a combinar con la temática del pastel, así que, pensé que era la indicada.

El menor rio por lo bajo, no saliendo todavía de su impresión. Mientras Mark se encargaba de atar las tiras de los globos alrededor de la cama.

—Creo que quedó un poco de jugo de la cena de ayer —el canadiense corrió hasta la heladera en miniatura que tenían en la habitación y luego buscó los vasos descartables.

En un segundo, Mark ya había preparado una pequeña fiesta de cumpleaños.

—Es tu cumpleaños, Hyuck.

—Gracias, Mark —las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.

El canadiense encendió la vela y comenzó a cantar la canción de cumpleaños para Donghyuck, para luego servir jugo en los vasos.

—No tenemos permitido beber champán aquí —rio el mayor.

El moreno tomó el vaso y brindaron juntos.

—Quisiera festejar tu cumpleaños siempre, contigo a mi lado —confesó el mayor, tomando la mano de su amado.

—Siempre estaré a tu lado.

—¿Lo prometes? —sorbió su nariz.

—Lo prometo, ahora yo te sostendré a ti, Mark. Aunque no me puedas ver, estaré para ti, siempre.

El canadiense dejó que las lágrimas saladas corrieran por su rostro, sollozó al sentir los brazos de Donghyuck a su alrededor. En ese preciso momento, deseaba, con todo su ser, detener el tiempo y que Donghyuck fuera eterno.

—Feliz cumpleaños, Hyuck.

𝘊𝘦𝘭𝘦𝘣𝘳𝘢𝘵𝘦 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora