Tras conocerse, Jeff Satur y Barcode Tannasit vivirán un bonito e intenso amor. Uno de esos que son difíciles de encontrar y que duran para siempre, aunque antes de eso, deberán superar todos sus miedos e inseguridades.
Jeff seme
Barcode uke
Los chicos ensayaron sus canciones durante las clases y también en sus sus horas libres, estaban muy ilusionados por volver a actuar pues aún les duraba la adrenalina de su primer concierto.
Barcode todos los días le contaba por teléfono a Jeff, lo ilusionado que estaba con volver a actuar y también que finalmente sus compañeros y el nuevo profesor.
Mientras tanto en Corea, la madre Jeff superó la extirpación de su tumor y empezó con la quimioterapia.
La pobre odiaba ser una carga para su hijo y verlo triste por no poder volver a Bangkok con sus alumnos y ese nuevo amor con el cual, en alguna ocasión, le había escuchado hablar, mientras fingía estar dormida.
Así que el tiempo pasó y por fin llegó el gran día, por lo que de nuevo se montó la carpa y el escenario, los chicos afinaron sus voces, vestidos con sus mejores galas para la ocasión y los alumnos de Teoría y Composición, junto con los de baile esperaron entre bambalinas su turno, mientras ultimaban detalles de sus actuaciones.
Uno a uno fueron actuando ante profesores, padres y alumnos de la Universidad, que expectantes guardaban silencio.
El primero en salir al escenario y mostrar su talento fue Build y resultó ser un éxito total.
Le siguió Bible, el cual muy nervioso pero muy feliz interpretó una de sus canciones favoritas, que gustó mucho e hizo emocionarse a más de uno.
A continuación fue Apo, con una canción que ya había cantado otras veces y le quedaba como un guante.
El público estaba eufórico pues veían que los chicos parecían profesionales y entonces fue el turno de Roi, con una canción dedicada a su novia a la que había meses que no veía.
Mile cantó la canción favorita de su hermana pequeña y Perth hizo vibrar el escenario con su temazo rock, que por supuesto bordó.
Nodt cantó la canción preferida de su madre, a la cual extrañaba mucho y quiso rendirle un homenaje.
Después del grupo de amigos fueron pasando por el escenario el resto de los compañeros, los cuales Barcode fue viendo triunfar uno a uno, hasta que finalmente le tocó el turno a él, poniendo así el broche de oro.
Una vez más, los chicos estuvieron felices y orgullosos de su trabajo y sus esfuerzos pues había valido la pena, ya que habían vuelto a triunfar y como premio recibieron numerosos aplausos y ovaciones de su entregado público.
Jeff recibió numerosos vídeos e imágenes que el joven moreno le envió, mostrándole las actuaciones y las reacciones de todos los compañeros de Universidad, de los docentes y de los padres.
El profesor lo vio todo, con mucha alegría y mucho orgullo, aunque también con algo de tristeza y nostalgia, por no estar allí con ellos.
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Tres meses después
Luego de semanas de quimioterapia, la madre de Jeff estaba mucho mejor e insistió en que éste viajase a Bangkok y pasase unos días con Barcode pues sabía lo muchísimo que lo echaba de menos.
