¿Seguimos jugando?

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- Estoy esperando...

- No

- No puedes negarte.

- ...

- Entonces ¿si?

- ¿Sabes que cuando esto termine encontraré miles de formas para hacer de tu vida un completo infierno cierto?

- Entonces es un si.

Eran las 4 de la madrugada, un silencio casi mortal acechaba los pasillos de Nevermore, silencio que era groseramente interrumpido por el par de chicas que se encontraban aún despiertas en uno de los dormitorios de Ofelia Hall.

Se hallaban frente a frente en el suelo de la habitación, pero su estado anímico era tan opuesto que parecían esforzarse por no salir repelidas a ambos extremos del lugar.

Habían pasado la última media hora en medio de preguntas extrañas, y muy extrañas para gusto de Wednesday. Nunca más se atrevería a apostar contra Enid, sobre todo considerando como después del fiasco de esa mañana se resignó a cumplir esa extraña "cita" que rogaba porque se culminara ya. Lo único que le daba cierta paz era que aprendió bien sus estratagemas para engañar sin piedad, a veces la rubia podía sorprender cuando se ponía maliciosa.

- ¡A ver! -levantó una pequeña revista que sostenía entre las manos- ¿Cómo se llama el último álbum de BTS?

- ¿Y cómo demonios se supone que sepa algo como eso?

- Uuuuuh, ¿Wednesday Addams no sabe de cultura popular? Vaya, parece que saberlo todo no es tu fuerte.

- No tientes a tu suerte Sinclair -escupió la pelinegra- me he pasado batallando con las últimas 20 preguntas que me has hecho y no son conocimientos que realmente servirían en el mundo real.

- Ay no, que pena. -soltó con un dejo fingido en la voz- Eso significa que es otro punto para mi ¿no? Eso quiere decir que...

Se inclinó hacia adelante acercándose más a Wednesday con una sonrisa traviesa en los labios, no siempre tenía la oportunidad de estar tan cerca de ella pero ese pequeño truco que aprendió de Yoko un par de días atrás le permitió organizar esa treta que ahora ponía a Addams en la situación menos cómoda. Y ¿por qué lo hacía?

Aún no le perdonaba por haber lanzado al lago su Ipod junto con una granada amarrada a este.

Sentadas como estaban una frente a la otra la rubia aprovechó para posar sus manos en las piernas de la morena, provocando que esta se erizara y le lanzara una mirada asesina a lo que simplemente rió.

- No puedes hacer nada, lo pro-me-tis-te -canturreó feliz.

Aaaaaaaah, pero dos podían jugar ese juego. Un brillo apareció en la oscura mirada Wednesday.

- Dime Enid -susurró aprovechando que la tenía cerca, clavando su mirada en ella, al mismo tiempo que posaba sus manos sobre las suyas y añadió- ¿cómo fue tu primer beso con Ajax?

Todo pasó muy rápido.

Sus uñas se alargaron rasgando parte de la prenda inferior de Wednesday, donde pudo notar ligeras marcas rojas, se paró de un salto y dio una media vuelta tartamudeando hasta que le dio la espalda quedándose de pie al costado de su propia cama.

- ¿Q-q-qué e-estás ha-hablando Wednesday?

- Solo pregunto -la morena se puso de pie- cómo fue tu primer beso con ese idiota de cabellos de serpiente.

Se acercó lentamente hacia Enid que se sintió ligeramente acorralada y nerviosa, la morena disfrutó cada segundo que vio como hacia vanos intentos por calmar su respiración para retraer sus uñas de horrendo multicolor. Se sentó al borde de la cama.

- ¿Tú lo besaste primero? O... ¿él te tomó a ti a la fuerza?

- ¿C-cómo dices qué dices? -la rubia se negaba a encararla y ella sabía que era porque sería incapaz de ocultar el rojo de sus mejillas y su rostro avergonzado, la tenía dónde la quería.

- Bueno, imagina que soy Ajax -soltó de manera despreocupada- ¿fue algo así?

Wednesday aprovechó que Enid se dejó vencer por la curiosidad y al voltear la tomó acercándola con ambas manos a ella, sentada como estaba  dejó que su peso levemente se apoyara en sus piernas, sus miradas se cruzaron y pudo notar su respiración nerviosa, acarició su mejilla con una mano y con la otra posándola sobre su cuello pudo sentir el latido irregular que solo se hacía más y más agitado.

- ¿Se aprovechó de su "encanto" para petrificarte con la mirada? -la pelinegra terminó la frase mordiéndose el labio inferior mientras se acercaba al cuello de la rubia que para ese momento parecía haber sido congelada por la actuación tan convincente de la Addams.

Debía admitirlo, lograba ponerla nerviosa.

Con mucho cuidado terminó su movimiento rozando el borde de su clavícula con la punta de su lengua y dejó que sus caninos rozaran con una ligera presión sobre su yugular, pudo sentir a Enid deshacerse bajo la yema de sus dedos.

- Y bien, ¿seguimos jugando? -susurró sobre cuello.

¿Seguimos jugando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora