ᶻ 𝘇 𐰁 | Donde Jungkook es un híbrido de conejo que al ir a recoger frutas para almorzar, encuentra a un pequeño bebé tigre y termina llevándoselo a casa. Lo que no esperaba era que este pequeño en realidad ya fuera un adulto y quisiera tenerlo co...
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Jungkook había soñado con su amado Taehyung y sus manos recorriendo su cuerpo, murmurando en su oído lo mucho que lo amaba y lo hermoso que era, él se sonrojaba solo para plantar un suave beso en las comisuras de los labios del tigre, haciendo que este gruñera.
Se había sentido bien, no más llantos, no personas y entornos desconocidos, no un asqueroso lobo intentando violar su cuerpo.
Pero entonces abrió los ojos, estaba desorientado, había pasado de la más completa felicidad a la confusión y posteriormente a la tristeza, nohabía sido real.
El agua fría recorría su cuerpo, su cabello se encontraba húmedo gracias al ambiente y podía escuchar gruñidos y gritos provenientes del comedor de la posada, probablemente Taehyung seguía ocupado en lo suyo, suspiró con el cansancio aun en su cuerpo, escuchó dos leves toques en la puerta.
— Jungkookie, ya tengo la ropa ¿vas a terminar ya? —La voz de Hanbin lo hizo despertar por completo, asintió pero entonces cayó en cuenta de que el chico no podía verlo.
— Sí, ya salgo. —dijo en un suspiro, el tigre emitió un murmullo de acuerdo y dejó de hablar, dejando espacio al conejito para secarse y relajarse un poco, no quería presionarlo y que entrará en pánico.
El castaño tomó una toalla que se encontraba en una repisa y secó su cuerpo, intentaba no mirarse ya que si lo hacía, aquellos desagradables recuerdos volverían con fuerza.
Se envolvió con la toalla y entreabrió la puerta, Hanbin notó su mano extendida y le entregó la ropa, era un hanbok de tono azul celeste, rosado y detalles de un tono azul un poco más oscuro.
Se colocó la ropa con rapidez y salió del baño, allí se encontraba Hanbin mirándolo con profunda preocupación, él le dio una sonrisa leve algo forzada mientras el azabache solo lo abrazó en silencio, extrañamente, Jungkook se sintió muy consolado con el abrazo.
No lloró, pero se aferró más a los brazos del menor.
En su mente, sólo estaba la figura fuerte de Taehyung.
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El rubio respiraba con dificultad, algunos mechones de cabello se pegaban a su frente mientras el sudor recorría su cuerpo, sus garras se encontraban llenas de sangre al igual que algunas partes de su ropa, se relamió los labios secos mientras observaba al hombre lobo.
Tres cuerpos se encontraban en el suelo con múltiples heridas, eran subordinados del lobo que tocó a su bebé, emitió un gruñido, tenía tantas ganas de ponerle sus garras encima a aquel hombre y desgarrarlo hasta que muriera desangrado en el suelo.
El hombre lobo sonreía con orgullo, aunque en el fondo se encontraba un poco preocupado pues el rubio no lucía cansado y él se estaba por quedar sin subordinados.
