¿Hernández?

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Me arreglé con unas medias negras, una falda gris y una playera negra de manga larga, botas negras hasta los tobillos.

Terminaba de ondularme el cabello cuando me llegó el mensaje de Dany, diciendo que ya está afuera de mi casa, apague rápidamente la plancha y baje hasta la puerta.

-Mamá, Papá, ya llegó Dany- Dije mientras abría la puerta.

-Sí, amor, aquí a las 11:00- Mi mamá traía un tazón de palomitas de la cocina.

-Con cuidado, hija- Mi papá se acomodaba en el sofá.

Sin más que decir, salí de la casa, haciendo expresión de emoción mientras caminaba hacia el carro, ella me correspondió tocando el claxon un par de veces, esta acción hizo que mis padres se asomarán, nosotras con un poco de pena solo gritamos -LO SENTIMOS-, Mis padres solo negaron con la cabeza en forma divertida.

Llegamos al Antro donde había una fila tan larga que llegaba hasta la esquina.

-Dany, hay mucha fila- Dije quejándome.

-No te preocupes, conozco una forma de entrar si hacer fila como idiotas.

Dejamos el auto en un estacionamiento de 24 hrs, lo escondimos en el lugar más obscuro para que fuera difícil de ver.

-¿Y como vamos a entrar?- cruzando mis brazos.

Llegó una camioneta "Cadillac", negra, con la canción "Disfruté Engañarte" a todo volumen, con los vidrios blindados, se bajaron 4 sujetos de sombrero.

-Esa, es nuestra entrada- Me dijo levantando las cejas y mirando a los chicos de sombrero.

-Ah, no, eso no- Haciéndome hacia atrás.

-Mira lo único que tienes que hacer es pegarte a uno de esos chicos como si vinieras con ellos, creeme nunca niegan a las chicas lindas- me tomo del bazo y me pegó a un chico, Era Alto, cabello castaño, con unos ojos tiernos y verdes.

Al ver cómo me pegue a él sin avisar hizo que me diera una sonrisa tierna y se pusiera un poco rojo, él tomo con dulzura mi cintura, Cruzamos la puerta de los gorilas de seguridad, Él en señal de agradecimiento solo asintió con su cabeza, tomando su sombrero con la mano.

Entramos al antro y Dany me tomo del brazo, haciendo que me separará del chico.

-Espera- Él chico tomo mi mano suavemente -¿Cuál es tu nombre?- con una sonrisa y mirada era tan tierna.

-Soy ___- sonreí, solo tuve que deslizar suavemente mi mano, Dany me jalo del brazo antes que él chico pudiera decirme su nombre.

Llegamos directamente a la pista de baile, mientras bailaba sentía 2 miradas, una arriba de mi otra atrás de mí, la mirada a arriba venía del balcón donde solo iban los niños ricos, y la de atrás segura que venía de él chico del sombrero, no le dije a Dany porque no le tome importancia, cuando nos dio sed decidimos ir a la barra donde había todo tipo de bebida, ese lugar es reconocido por la importancia que le da a la salubridad y seguridad de la gente en especial a las mujeres, pedimos unas limonadas mientras hablamos y reíamos.

-Señorita, aquí tiene- La chica de la barra me dio un vino.

-No, no pedí vino- Dije confundida.

-Se la mandan- Mientras me decía con una sonrisa.

-¿Quién?- Revisaba que no tuviera nada raro.

-Él señor, Hernández- Señaló el balcón.

Voltee al balcón, donde un chico de traje negro me levanto su copa en gesto de brindar, yo realicé la misma acción para después tomar un trago del vino.

-wow, qué buen vino- Dije para después ofrecerle a Dany un poco.

-Creo que le gustas a un niño rico- Dany seguía tomando de la copa con vino.

Seguimos bailando un buen rato, podía sentir la mirada de él chico rico, en un momento empezó a sonar canciones rancheras, si se les puede llamar así.

-¿Quieres bailar, ___?- Se acercó a mí tomando mi cintura.

-Valla, eres el chico del sombrero- Recargando mis brazos en sus hombros.

-Ja, ja, ja, soy Luis- Empezó a bailar al ritmo de la música.

-Mucho gusto, Luis- pase mi mano por su mejilla para después que se sonrojara.

Bailamos unas cuantas canciones, para que después me avisará que se tenía que ir.

-Pero te dejaré un recuerdo- Se quitó el sombrero para después ponerlo en mi cabeza, -Creo que te queda un poco grande-.

-Sí, un poco- Mientras subía un poco el sombrero para verlo.

Nos despedimos para después voltear a ver al chico del balcón, ¿Me seguía viendo?, Él se levantó de su silla para empezar a bajar y venía en mi dirección.

-Oye, ¿Él niño rico viene para acá?- Dany estaba emocionada.

-Creo que si- Dije un poco impactada.

Él chico llegó justo donde estaba yo y Daniela.

-Ouch, pensaba que con el vino caerías a mis pies- Me decía en un tono divertido.

-Sí, pues, no soy mucho de vinos-

-Lo noté, eres más de bailar, ¿Puedo?- se acercó a mí pidiendo permiso para tomar mi cintura

-Adelante, a ver qué puedes hacer- Dije poniendo mis manos en sus hombros.

-Solo que soy más de. . .  bailar lento- Tomo mi cintura cuidadosamente.

Empezó a sonar Romeo Santos, ¿qué?, Bueno, toca disfrutar.

Empezamos a bailar mientras sus manos a veces estaban en mis caderas y luego en mi cintura, realmente sabía bailar muy bien, pero él . . . Era súper bueno.

-Que bien mueves tus caderas- Dijo un poco coqueto.

Solo me sonrojé y seguimos bailando, termino la canción y ya eran las 12 am.

-Ay, carajo, tengo que irme- Dije recogiendo mis cosas -Dany, vamos-.

-Sí, si, vamos- Tomo su bolsa y empezamos a caminar rápido.

- ¿Eres Cenicienta o qué?- Nos acompañaba a la puerta.

-Ja, ja, ja, algo por el estilo, me llamo ___ y tú Hernández-

-Ese es mi apellido, me llamo, Alejandro-

-Un gusto, ojalá verte otra vez- Dije para después empezar a correr al carro.

Llegamos al estacionamiento, en el carro empezamos a hablar de todo lo que pasó.
Llegamos mi casa y las luces ya estaban apagadas, lo que significa que mis padres ya están dormidos y era más difícil entrar sin hacer ruido, convencí a Dany de quedarse a dormir.
Entramos a la casa, intentando no hacer nada de ruido, Entramos a mi habitación y nos aventamos a la cama para empezar a dormir automáticamente.

𝑴𝒊 𝒍𝒊𝒏𝒅𝒐 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora