El cielo se encontraba cubierto por un colorido atardecer. Un placentero viento golpea suavemente nuestros rostros, y sí, aquí estamos los cinco, tomando un rumbo fijo.
El radio del auto está encendido, sin embargo, mi padre bajó el volumen de este para conversar. Bla Bla Bla... De mi parte puedo decir que soy muy parlanchina, pero cuando estamos todos juntos y con los ánimos por los suelos me quedo sin decir una sola palabra, además, tengo la costumbre de no poner atención a las conversaciones que realizan cuando estamos en el auto, mientras ellos hablan, yo quiero dedicarme a observar la frescura del paisaje, me inmerso en mis pensamientos, y es ahí cuando me pregunto como se lo...
-No empieces con tus estupideces! - esas fueron las palabras con las que mi padre irrumpió la calma de mi pensamientos.
-Pues entonces explícame ¡¿cómo es que hay una marca de lápiz labial en el asiento?!-decía mi madre exaltada.
- Ensucié el coche por accidente, eso no es labial. ¡Ahora cállate!- gritaba mi padre bastante exaltado mientras volteaba la vista al frente.
¡Por dios, no me quieras ver la cara de idiota! - decía mi madre cuando sus lágrimas estaban a punto de enjugarse para, finalmente, romper en llanto- Reconoce que sigues saliendo con esa mujer, ¡No trates de ocultarlo!
- Me tienes cansado con esto, como si tú no hubieras andado de golfa con otros...- dijo tomando con fuerza el volante y aumentando cada vez más la velocidad.
-¡Eso no es verdad y lo sabes! Yo terminé con él mucho antes de salir contigo. ¡Él ya está muerto!; ¡tiraste todos las cosas que me regaló!, en cambio tú te quedaste con las cosas que te dieron esas mujeres ¿no?.-totalmente exaltada le respondió mi madre mientras caían un par de lágrimas en su rostro.
... Por otro lado, mi hermana estaba sumergida en llanto, no paraba de gritar; realmente estaba aterrada, pedía gritos de auxilio a mi madre. Ella sólo quería que dejasen de pelear, pero las cosas sólo empeoraban y ninguno de nuestros padres paraba de gritar...
-¡Cállate por un demonio! no te soporto. Pero tengo la maldita solución a nuestros problemas; ¡terminaré con el infierno de tener que estar contigo! ¡Nos vamos a morir!
....Me quedé atónita ante las palabras de mi padre, sentía un abrumante frío por todo mi cuerpo pero no sabía que podría hacer; cada segundo mi desesperación se volvía más inmensa...
Íbamos en sentido contrario. Un par de autos nos esquivaron para evitar el accidente, sin embargo mi padre no se detuvo; él continuaba a la misma velocidad sin mortificación alguna.
¿Cómo era eso posible?, ¿Realmente engañaba a mi mamá con otra mujer? ¿Desde cuándo tenía una amante?; Será posible que a pesar de ser sus hijas, sangre de su sangre no nos tendría ni la más mínima compasión?, ¿a caso nunca nos quiso como tal?
Quería salir de ahí, conocer las respuestas a todas mis dudas. Tenía miedo de morir pero mi cuerpo no me respondía, estaba completamente paralizada; tardé en reaccionar y al voltear a ver a mi hermana, no paraba de llorar y de golpear la puerta del auto, se encontraba completamente desesperada, aferraba fuertemente sus manos a la puerta aunque de antemano sabía que no podría abrirla porque el seguro estaba colocado.
La situación era tan denigrante como nuestra impotencia, nuestros cuerpos se veían míseros aferrándose a una vida que ya era improbable de seguir, pero que deséabamos continuar...
La luz ciega, se hace más fuerte, es nuestro fin o quizá, sólo quizá, él principio de algo...
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¿Qué es esto?
Short StoryComo era costumbre ibamos rumbo a su casa. Era en una zona lejana de dónde vivíamos pero sin importar las circunstancias cada fin de semana debíamos partir hacia ahí. A pesar de los reproches por parte mía y de Claire, mi hermana; mamá sólo prevale...