Capitulo 17:Un momento incómodo

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Amanecía poco a poco en la ciudad de Orario señal para sus habitantes que tenían que comenzar su rutina y tener que laboral para poder llevar el pan a la mesa.

Y en cierta casa de dicha ciudad un albino abría sus ojos con pesadez gracias a los rayos del sol que entraban por la ventana golpeando su rostro.

-buen día mundo -susurro el albino medio dormido sentandose en su cama e intentar despejar el sueño un poco-. Cada día siento que amanece más rápido.

Mientras tenía esos pensamientos se levantó de su cama para ir al baño y mojarse un poco el rostro y estar más despierto.

-fria -penso después de echarse un poco de agua.

Después de mojarse se observo en el espejo por un momento para después sonreír.

-otro día más para ver la bella sonrisa de Rose-san -penso motivado.

Y con esos pensamientos Bell salió de su cuarto para ir a la cocina a beber un café como hacia todas las mañanas.

Cabe aclarar que no llevaba una camisa puesta, solo unos shorts ya que por alguna razón se sentía cómodo caminar haci por las mañanas en su casa.

-me pregunto que clase de aventuras me esperan hoy -penso ansioso.

Después de eso llegó a la sala el cual era el camino para llegar a la cocina.

-buenos días Kami-sama -saludo Bell al ver a su diosa sentada en el sofá tomando un café y a la par de ella estaba una bella Beastman también tomando cafe-. Buenos días Rose-san.

-buenos días Bell-kun -devolvio el saludo Hestia disfrutando de la calidez del café.

Bell estaba a punto de entrar a la cocina pero se detuvo abruptamente al darse cuenta de algo.

-¿R-Rose-san? -tartamudeo Bell volteando a verla lentamente como un robot.

-b-buenos días Bell -saludo Rose un poco sonrojada al ver que el albino no llevaba camisa y podía ver su trabajado cuerpo.

Mientras Bell solo estuvo unos segundos en shock hasta que recordó que estaba semidesnudo frente a Rose, frente a la persona que estaba enamorado

-¡AAAAAAAH!.

Y como todo macho que se respeta Bell intento tapar su cuerpo desesperado para después salir huyendo y encerrarse en su habitación.

Mientras Hestia solo soltó una pequeña carcajada al ver lo que había sucedido intentando no reírse tan alto.

-usted sabía lo que iba a suceder ¿Verdad? -pregunto Rose aún avergonzada por lo que vió.

-perdon pero de verdad quería ver su reacción -se disculpo Hestia después de reírse-. Aunque si te soy sincera no creí que fuera a suceder justo como lo estaba pensando.

-eso estuvo mal Hestia-sama -regaño Rose en señal de desaprobación aunque a su mente llegó el recuerdo del cuerpo trabajado del albino haciendo que se sonrojara otra vez-. A-aunque no me quejo.

-je, si te pones las pilas podrás verlo asi tanto como quieras en algún futuro -animo Hestia haciendo que el sonrojo de Rose aumentará aún más.

-n-no se lo q-que habla -susurro tomando de su café intentando no avergonzarse más..

Mientras ellas platicaban Bell ya se encontraba en su habitación.

Este estaba apoyado en la puerta aún procesando lo que había sucedido mientras su corazón latía a mil por minuto.

-¿Que hace Rose-san aquí? -pregunto con sorpresa y vergüenza-. Ayer no me dijo que vendría a visitarnos.

Sin duda ver el bello rostro de Rose en la mañana era algo de lo cual no estaba preparado.

Ganaste mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora