La perdición de conocerte

2. Un imbécil bastante encantador.

Son las 11:00 de la mañana y acabamos de llegar a la estación de Westminster. Vuelvo a encender mi móvil y miro la localización del camino hasta el hostal.

Para llegar hasta el hostal, debemos coger el número 87 de bus que en "teoría" nos dejará en unos 15 minutos. Pero como bien sabemos el tráfico de Londres está de lo más mal montado.

Después de media hora de ruta, cuando pensábamos eran quince minutos de camino, por fin llegamos. Entramos en el edificio y nada más entrar presenciamos una pequeña sala con una recepción en la cual hay una señora de unos 40 años atendiendo a unos huéspedes.

Recorremos un pequeño pasillo hasta la recepción e Irina se dirige hacia la señora.

— Hello, we come for a reservation in the name of Irina Mendoza.

La mujer empieza a teclear en el ordenador.

— Yes, here is your reservation.— se gira y se pone a buscar las llaves de la habitación. — Your room is on the 2nd floor number 1.

— Thanks! .—contesta Irina

— You're welcome girls.— responde la señora con una gran sonrisa.

Lia le da al botón del ascensor y al momento se abre. Entramos en el pequeño ascensor y picamos al segundo piso. Una vez llegamos al segundo piso recorremos un pasillo muy luminoso, con una decoración totalmente minimalista. Comenzamos a buscar la puerta número 1, hasta que encontramos una puerta blanca con el número 1 grabado en negro. Irina abre la puerta y visualizo nuestra habitación en la cual pasaremos el resto de la semana.

La habitación está tal cual como en las fotos. Al entrar en la habitación encontramos a la derecha un armario totalmente blanco, conjuntado con el resto de muebles blancos y grises de la habitación. En la estancia encontramos tres camas individuales con mesitas de noche para cada una y en el rincón de la izquierda otra habitación que es el cuarto de baño.

Empezamos a recorrer la estancia y cada una elige la cama que más le gusta. Las tres empezamos a sonreír y de repente empezamos a chillar como unas quinceañeras.

— ¡QUE ESTAMOS EN LONDRES! AAAHHHH!. — empieza a chillar Lia como una demente.

La tres empezamos a guardar en nuestras mochilas las cosas más básicas, que nos llevaremos para recorrer Londres. Irina saca el teléfono para mirar nuestra planing del día en adelante. Nos enseña la pantalla del móvil y empieza a murmurar

— Vale chicas, como dijimos que la parte Westminster es muy grande la dejaremos para mañana. Así que hoy vamos para Paddington, que hay que visitar 17 lugares hoy mismo. — yo asiento con la cabeza y Lia habla.

— ¿Pero dónde vamos a ir a comer? Aria busca en Google Maps algún Lidl o un Aldi.

Me dispongo a encender el teléfono en busca de algún supermercado para comprar comida. Al momento encuentro uno no muy lejos de Hyde Park, para poder comer en ese parque tan bonito.

— Perfecto, hay una al lado de Hyde Park para que podamos comer ahí. Solo espero que a nuestra hora de comer este abierto.

— Pero tía, cuando nosotras vayamos a comer, la gente de aquí estará yendo a comprar la merienda. Así que sí, estará abierto.— responde Irina.

Entonces recuerdo el horario tan raro que tienen los ingleses a comparación de los españoles.

Empezamos a salir por la puerta y cierro la puerta con llave. Irina pica el botón del ascensor y nos desplazamos hacia abajo hasta llegar a recepción. La recepcionista nos mira con una gran sonrisa de oreja a oreja