"Rapido, todos dentro del portal" gritaba un hombre barbado de aspecto salvaje al grupo, su mundo estaba colapsando y no quedaba mucho.
"Vámonos pues" grito uno de ellos.
"A joder tío"
Y así uno por uno corrió atravesando ese agujero de gusano, el golpe de la energía entrando al refugio logro una onda expansiva que los termino de empujar sellando así aquel portal.Una hermosa pradera de verde alfombra, las aves cantaban.
"Aaaahhh!!!!!!"
El portal expulso al grupo entero.
"Hechen paja"
"Que cochinadas piensas Quackity"
"Pinche Rubius, no seas mamón" grito el chico de gorro "es una expresión"
"Observen chicos" llamo Sapo Peta "hemos llegado estamos en Karmaland 4"
"Eh, allí esta mi casa" exclamó Vegetta777.
Tras haber cruzado el portal, dejando atrás su hogar, sus vidas anteriores. Todo por lo que habían luchado y construido, no se podía evitar ese sentimiento de impotencia por no haber logrado salvar al pueblo y a sus aldeanos. Los héroes se encontraban aun procesando la situación, viendo con nostalgia los alrededores de lo que es este lugar Karmaland IV.
"Mira, por ahí esta mi casa, creo" exclamo otro.
Todos comenzaron a avanzar por el sendero que conducía al pueblo y que de casualidad pasaba por una de las casas de los héroes. Estaban emocionados y a la vez tristes ya que no recordaban mucho de sus vidas en este mundo. Cada uno se marcha por su lado, todos excepto un joven de sudadera azul que se quedó atrás, observando detenidamente el paisaje como si fuera la primera vez que viera Karmaland en su vida, en el fondo se sentía fuera de lugar. Salió de sus pensamientos gracias a Sapo Peta, parecía que el Druida sabía lo que le pasaba por la mente, el mayor lo observaba para irlo alejando poco a poco del portal por alguna razón.
"Vamos a buscar tu casa" y así fue empujado por aquel hombre que le doblaba el tamaño y peso al menor de cabellera negra "¿Donde dijiste que quedaba?"
"Ah, pues por el lago" dijo y siendo arrastrado lo mas rápido posible por el mayor, quien volteaba hacia la cima de la colida viendo ligeros destellos del mismo; si sus sospechas eran ciertas, tendría que dar muchas explicaciones al respecto.
No podía permitirse un error como este o habría consecuencias graves, no solo para esta versión de Karmaland, si no para otros server.
Seis meses después"Por fin" dijo un joven con alas doradas en su espalda. Había sido una sorpresa muy grande el llegar al lago y no encontrar su casa, por casualidad Rubius los había interceptado por el camino y ahí vio que no estaba la casa del pato. Por un momento pensó que antes le había explotado la casa, pues ese era uno de los pasatiempos de Willy y Fargan, pero Sapo Peta demostró que el terreno no tenía indicios de haber sido minado; le hubiera dado más miedo de esta situación de no haberse enterado de que IlloJuan tampoco tenía ninguna de sus edificaciones en esas tierras, así que con eso se quedó conforme.
"Uno más y todo quedara bien chingon"
"¡Hey Quackity!" exclamo Rubius al acercarse a donde estaba el hibrido de pato.
"¿Que hay rubia tetona?" regreso el saludo el mexicano.
"Venia a buscarte" dijo al tiempo que de su bolsillo sacaba una pequeña bolsa "Sapo Peta me pidió que te entregara esto"
"¿Que cosa es?" pregunto intrigado al ver la pequeña bolsa de piel que le entregaba Rubius.
"No lo se, solo dijo que era importante que te lo entregara" dijo restandole importancia
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QUACKITY
General FictionOrígenes Prologo Miro por un momento la habitación, aun no podía creer que se encontrara con la persona a la que más odiaba ahí, en ese lugar. Miro hacia donde se encontraba, inconsciente tras el ataque que recién habían tenido. El veneno de aquell...