Capítulo 1

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MAIA:

Caminé hasta llegar a mi habitación y me encerré en ella. No quería hablar con nadie ni mucho menos salir de casa porque después de lo que había pasado no tenía fuerzas para encarar a mi abuela.

No había llamado a mi madre porque no teníamos nada de qué hablar. Pero cuando la llamaba siempre nos decíamos: «Hola» «¿Qué tal?» «Bien» y «Adiós». La llamaba solamente para contentar a mi abuela ya que ella se preocupaba mucho por mi. Pero esta semana no la había llamado porque no me apetecía.

Cogí una revista de mi mesita de noche y pasé las páginas para ver si había algún cotilleo. Era muy cotilla lo admito, pero eso no hacía ningún daño ¿o sí? Cuando vi que solo hablaban de bodas dejé la revista a un lado de la cama.

Tumbada en la cama, puse la música en mi IPod para después observar en silencio el techo. Solo el silencio y la música me hacían sentir como si fuera el personaje principal de cualquier película.

De repente escuché un fuerte golpe haciendo que me pusiera en pie y fuera hacia la sala de estar. Los golpes en la puerta sonaban más fuertes y fui a abrirla, asustada.

En el otro lado de la puerta estaba Lily, su rostro reflejaba enfado pero en cuanto me vio sonrió con dulzura. Yo también le sonreí.

—¿Qué haces aquí?— pregunté, sorprendida.

—¿Es que acaso una anciana no puede visitar a su nieta favorita?—cuestionó, mirándome.

—Abuela soy tu única nieta.

Lily entró en el apartamento, dejando sus cosas en la mesa.

—Si no te preocupes, pasa, como si estuvieras en tu casa— dije sarcásticamente.

Lily se giró y me fulminó con la mirada antes de sentarse en el sofá.

—Tu madre me ha llamado. Es la cuarta vez por lo que va de día—la seriedad en su voz a veces me daba miedo quizás fuera por en cómo me miraba a los ojos mientras lo decía—. ¿Y a qué no sabes lo que me ha dicho? Me ha dicho que te ha llamado pero decía que el número de teléfono al que llamaba no existía. ¿Alguna explicación?

—Me he cambiado de número —dije.

—Se que tu relación con tú madre no está bien pero quiere ayudarte y si tú te cierras en banda no podrá.

—Pero si cada vez que hablamos ella se queda en silencio no sé qué más puedo hacer. No sé nada de su vida desde los dieciséis. Porque si piensas en que la voy a perdonar estás muy equivocada—dije.

—Yo no he dicho que quiero que la perdones pero sí que hables con ella al menos por teléfono—indicó con tranquilidad.

—Está bien—dije al final.

—Gracias— dijo ella con una sonrisa—¿Hoy no trabajas?— inquirió cambiando de tema.

Negué.

—Me han dejado el día libre por trabajar mucho estos meses. La semana que viene tendré un cliente y me han dicho que es importante que todo esté a su gusto— expliqué.

—¿Y sabes cómo es el chico? Su aspecto?—preguntó.

—No. Pero mi jefe me ha dicho que mire cuadros y antigüedades de muestra por si acaso.

—Entonces es un chico al que le gusta el arte—dijo mi abuela para sí misma. Lily me miró con interés—, ¿y sabes su nombre?

—No, aún no lo sé, abuela.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2023 ⏰

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