Mi Jiminshi

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Era la tercera vez en una noche que aquel par se entregaba sexualmente en la habitación de Jimin, sin embargo, esta ultima era diferente.

Ahora todo era calma ah excepción del dulce sonido de sus cuerpos chocando y pequeños gemidos que emitían los labios de ambos. El ambiente era tranquilo aunque muy intenso.

Jimin estaba abajo con los ojos cerrados y sus manos abrazaban el cuello de Jungkook para impedir que su rostro se apartara del suyo, amaba tenerlo tan cerca y escuchar su respiración agitada, recibir su aliento caliente inundandole la cara y cada gruñido o maldición que salia de su boca.

Su palida y sudorosa cara mostraba profunda relajación y dibujaba una tierna sonrisa, sin duda se encontraba en un uno de esos maravillosos encuentros que deseaba no terminara jamás.

La intensidad de los movimientos por parte de la cadera de Jungkook había disminuido y aquel animal hambriento que le había devorado dos veces antes ahora solo disfrutaba del placer que su presa le provocaba.

Por momentos le besaba los labios y jalaba ligeramente el inferior ocasionando alguna queja de dolor del rubio que luego reparaba lamiendo despacio.

Sus manos echas puño se sostenían sobre la cama lado a lado de Jimin mientras que las piernas de este descansaban sobre sus hombros.

Ah, Jungkookie... una vez más por favor —soltó haciendo una breve mueca de placer, su amante había tocado el punto clave que lo hacía enloquecer.

Como si se tratase de una orden obedeció, aferrándose a ambas piernas del rubio presionando un poco más.

¿justo así? —le preguntó con voz grave abriendo los ojos para deleitarse con los gestos de Jimin pero solo recibió un leve ajá como respuesta.

Jimin gemia sin cesar, no importaba más que ellos dos compartiendo el acto del amor dentro las cuatro paredes de su habitación, sin pensar mas allá de disfrutar todo el placer que Jungkook le pudiera dar.

Tenían ya pasada la hora de aquel tercer encuentro y ninguno había terminado pues el castaño alargaba la agonía de Jimin por el orgasmo. Cada vez que estaba a punto de correrse bajaba más y más sus movimientos hasta que la eyaculacion volvía a retrasarse.

Estaban follando de una forma tan exquisitamente lenta, dulce y erotica que ambos se esforzaban por no terminar aunque su cuerpo no resistiera mas.

Sin embargo, dentro de tan intimo momento, el pensamiento de Jungkook estaba todavia lleno de la idea de que su esposa quisiera divorciarse.

Aquella noche luego haberla dejado asustada sobre la cama tras su fallido intento de hacerle el amor, él se había marchado.

Llegó a casa de Jimin y en cuanto la puerta se abrió lo tomó en brazos con fuerza, lo llevó hasta la habitación y lo dejó caer en la cama justo como a Sarah minutos antes.

Confundido, Jimin intentó preguntar que pasaba. Notó que no estaba bien, parecia molesto. Su cabello estaba totalmente desordenado, su camisa desfajada y los jeans abiertos. Sus ojos estaban sombríos y llorosos pero cuando el rubio quizo emitir sonido sus labios fueron atrapados por unos llenos de deseo que lo buscaron de forma brusca haciendo ruidos bastante fuertes y sacando algo de saliva de sus labios.

La temperatura subió inmediatamente y como de costumbre Jimin se dejó llevar por aquellas fuertes manos que le acariciaron el pecho de arriba abajo y llegaron a su camisa para alzarla y lamerle ambos pesones como si quisiera arrancarlos.

Mgh, eso duele se quejó pero a Jungkook no le importó, siguió con el otro erecto y rozado peson y así por todo su torso y abdomen.

Disponible para mi ||Kookmin|| [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora