Un mortal buscando la adoración de las personas para convertirse en el Dios del nuevo mundo.
Un ángel que tras siglos de burlarse de los mortales se cansó del chiste.
Una fascinación mutua nacerá entre ellos.
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AVISO!!!
Esta historia transcurr...
Se podía ver como se formaba el crepúsculo por aquella ventana; la cual estaba parcialmente cubierta por la cortina negra dándole un efecto lúgubre a la habitación gracias a la falta de luz, te acostumbras fácilmente a los habientes pesados, no piensas tanto en ello; eventualmente hasta que todo pasa hacer algo cotidiano. Hace ya un rato que me senté en aquel sofá desgastado, el tapis de los cojines ya rasgados y maltratados por el tiempo mismo.
Se estaba tardando una eternidad, sentía que llevaba siglos esperando, bueno... he vivido por siglos así que no se si sea la expresión adecuada para mi. Como sea, el punto es que he esperado por mucho tiempo, incluso tuve que ceder y mirar... ¿como se llamaba?, ¿Nivisión?; algo así no recuerdo.
De verdad los humanos pierden mucho tiempo viendo esto, es una basura. Y me gusta.
Detrás de ese murmullo superficial de la estática podía escuchar los sollozos casi silencios de aquel chico.
Ah si, olvide mencionarlo, mi error. Estaba "cumpliendo con mi deber", uso las comillas porque no se con exactitud con que otro nombre llamarlo, así que no me juzguen. Hablando de juzgar...(no tiene nada que ver pero necesitaba conectar ambos puntos).
¿Fue buena idea ofrecer ese trato (mas bien apuesta) a ese Yagami?, no me puede hacer nada claro esta. Pero no se, algo me inquieta, nunca he sentido miedo o angustia de manera genuina, así que no es eso, pero tampoco es como si estuviera en mi máxima expresión de calma.
—Oye cuando te dije que te tomaras tu tiempo tampoco me refería a que fuese todo el tiempo— Hice especialmente énfasis en todo, me va a dar un calambre, bueno si sintiera dolor.
Tuve que aguantar sus vacilaciones, las lagrimas, lamentos, ya saben todo lo típico. Normalmente estaría felizmente esperando que se acabe todo para hacer recién mi trabajo, pero no es igual desde que perdí mi sentido del humor.
Me siento como aquella señora divorciada a la que visite, con la vista perdida al frente sin nada mejor que hacer.
—Creo que mejor ya me voy, un lugar en el paraíso te espera o lo que sea, lo siento soy una persona ocupada, si llegas a rencarnar agenda una cita no puedo esperar tanto— Me levanté del sillón y de la glorioso mundo de cosas basuras que ven los humanos en esa caja resplandeciente. Me acerque hacia el mortal; envolví mis brazos alrededor de su cuello, aun emanaba algo de calor su cuerpo, no siento nada con esto, ni siquiera una sonrisa, luego con ayuda de una daga que traía conmigo corte la cuerda, el cuerpo cayó en seco.
Esto va de mal en peor, fingir se ha vuelto difícil.
Si estoy en lo cierto algo me dice que las cosas se empezarán a cambiar. De lo contrario no tengo idea de ha que aferrarme.
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Misa Amane. No recuerdo haber escuchado un nombre parecido, y eso es decir mucho viniendo de mi. recuerdo cuando me contaste sobre ella, eres ambicioso, nunca me convenció tu manera de operar con respecto a ella, prometerle estrellas para terminar dándole migajas.
