🍓Jung HoSeok, the satyr

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HoSeok soltó un pequeño gemido
cuando sintió, de nuevo, aquel roce en su
entrepierna. No estaba seguro de lo que
estaba pasando, pero tenía demasiado
sueño, no quería abrir los ojos.

O al menos, así fue hasta que distinguió un gemido más... que no era suyo.

Abrió los ojos en el momento preciso
que todos los recuerdos de la noche
anterior se desbordaron en su mente
como una avalancha. Se sobresaltó
un poco, abriendo los ojos de golpe y
encontrándose con la rosa cabellera
de JiMin recostada en su pecho
cómodamente.

Movió las piernas un poco, notando
de inmediato la razón de sus gemidos
y los de JiMin: ambos tenían las
piernas enredadas con las del otro,
por lo que era de esperarse que sus
entrepiernas quedasen juntas y frotándose constantemente entre sí.

No le tomó demasiado darse cuenta de
que no podía moverse, pues los brazos de JiMin estaban fuertemente aferrados
alrededor de su cintura, dejándole
inmóvil.

Cerró los ojos con fuerza, intentando
plantearse una idea de lo que le diría a
Jiminie y cómo este podría reaccionar ante la historia nada trágica que HoSeok
estaba deseando contarle, pues quería
que JiMin entendiese el porqué de su
actitud de siempre y la de anoche.

No iba a ser algo fácil de contar, porque
probablemente el menor se reiría de él. Pero JiMin le gustaba... y quería
intentarlo con él. Por más que eso le
costase el autocontrol, deseaba que con
JiMin no fuese únicamente algo
sexual.

Sintió un par de cosquillas en el cuello y
miró hacia abajo, encontrándose con que JiMin parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello de HoSeok, quien no pudo reprimir sus impulsos y acarició sus cabellos delicadamente. JiMin paseó sus manos por el abdomen de HoSeok, poniéndole nervioso.

-¿J-jiminie?

JiMin le miró en ese momento y
HoSeok temió que pudiese escuchar el
inquieto y fuerte latido de su corazón,
pues este se había agitado notablemente al ver la adorable cara de JiMin recién
despierto, con pequeños y hermosos
ojos perezosos medio abiertos, sus
labios exquisitos y rosas como siempre
y sus cabellos apuntando en todas las
direcciones, dándole una apariencia más
que preciosa.

- Buenos días, Seokie. JiMin murmuró, trepó hasta quedar sobre HoSeok y le besó en la mejilla.- ¿Cómo dormiste?

HoSeok le miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que JiMin recordase cada minucioso detalle, como él lo hacía, pero, de cualquier modo, aún no sabía cómo lidiar con ello. Así que no tenía idea de qué hacer o qué decir.

- B-bien...- se limitó a responder, forzando una sonrisa.- ¿Y tú?

JiMin rió, sacudiendo sus hombros y
confundiendo al mayor.

- Hace un par de horas estabas: "JiMin,
me gusta el control, "JiMin, cállate", "JiMin, eres muy inquieto", Jiminie, Jiminie, Jiminie...- se burló el menor enarcando una ceja. HoSeok enrojeció por completo. JiMin apoyó sus manos en el pecho de HoSeok y, en estas, su cara.- Es un poco inverosímil que ahora me digas Jiminie.

El mayor se muerde el labio inferior.
Debía admitir que se había estado
armando de valor para contarle todo a
JiMin desde hace más de una semana,
pero, justo en ese momento, ni una sola
palabra era capaz de salir de su boca.

Pero parecía no ser necesario, pues,
estando completamente hundido en sus
pensamientos, lo único capaz de sacarle de allí, fueron los tercios labios de JiMin
posándose sobre los suyos.

Falofilia | HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora