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Brunhilde daba vueltas en círculos en un mismo sitio, no sabía qué hacer ni mucho menos qué pensar las cosas estaban perdidas para la humanidad los Dioses habían rechazado el Ragnarok y todo estaba perdido sumando qué había una enorme posibilidad de que ahora mismo estuvieran planeando cómo tener su cabeza de adorno por haber interrumpido aquella reunión, incluso Geir se encontraba al borde de las lágrimas por pensar en ese muerte asegurada al mismo tiempo que preocupada veía cómo en aquel círculo en la que caminaba la otra Valkyria se dibujaba líneas de sangre que caían desde los puños de Brunhilde gracias a la fuerza en la que esta apretaba haciendo que cayera por sus delgados dedos hasta dar al piso
La pequeña pelimorada tomó una bocanada de aire para agarrar valentía detuvo a su contraria y la sostuvo de las manos
—¡Hermana Brunhilde, no debemos temer, hay que intentarlo de nuevo!
La más alta quedó ciertamente sorprendida a lo dicho por la otra, sus labios se curvaron para arriba ligeramente, le gustó esa determinación que pocas veces veía en la pequeña asustadiza hizo un ademán para salpicar toda sangre a otro lado siendo contagiada de esa valentía e hizo un puño sin mucha fuera mirando a la más baja con determinación y dispuesta a entrar de nuevo a ese cuarto a dar la cara por la humanidad a todos esos arrogantes Dioses
Con pasos seguros que se lograban escuchar y siendo seguida por la más pequeña se dirigía de nuevo a esa enorme habitación hasta estar en frente de esta una vez más quedandose en silencio por unos segundos para abrir una segunda vez aquel enirme portón dejando ver a todos esos Dioses qué al ser interrumpidos una segunda vez las venas de algunos hicieron acto de prescencia al ver nuevamente esa osadía en aquella mujer de interrumpirlos de nuevo, Geir tembló en su lugar al tener las miradas enojadas de todos esos seres que si se es venía en gana podían matarlas a ambas en un parpadeo
—¡Cómo osas interrumpir de nuevo Valkyria!
Gritó el cuervo Blanco de Odín enojado de aquella interrupción, cosa a la que le seguían el resto de Dioses presentes mirando con fastidio a aquella mujer
—¡¡Los Dioses rechazaron tu propuesta mujer!!, ¡acepta que los humanos serán eliminados!
Exclamó esta vez aquel otro cuervo negro que el Dios Nórdico llevaba con él a todos lados, la Valkyria internamente pensó en cazar esas dos aves y comerselas cómo su desayuno, no sabían cerrar el pico