Mi Otro Yo [Adam Bahri] The Guy Upstairs Fanfic

Capitulo 7

¡Dios! Trabaje como nunca y como voy a tener la semana libre, tuve que hacer todo yo, lo mejor de hoy sera dormir –sentada en el camión, exhausta

hasta que llega a la parada de su apartamento, caminado hacia la entrada, boztezando sin darse cuenta que alguien también venía a su misma direccion, caminando hacia el elevador

Pero ahora que tengo la semana libre ¿Que hago? Debería de seguir el consejo de addison

Al tocar el botón del elevador, alguien más lo toco, así que volteo y es el, el vecino de arriba, cuando lo vi me sobresalte y me alejo poco

¡Dios! Estaba atras de mi ¿Desde cuándo?

—buenas noches –dice el

—¡Ah! Buenas noches

Porque me lo tenía que topar –cansada– estoy cansada y el ascensor se está tardando –evitando de verlo– Además Creo que me debería de disculpar por lo de la última vez

—Perdón... Perdón por los problemas que le cause la otra vez con la policía y todo eso, fue todo mi culpa... Y gracias por llevarme al hospital

—No hay de que, por cierto ¿Como sigue su herida?

—Oh ya se curo

—Me alegro –sonríe

Hubo silencio por unos segundos, hasta que el hablo

—Se llama rozy ¿no?

—¿Eh? Si

—Es que oí que sus dos amigas la llamaron asi el otro día

—Ah, si... –duda unos segundos —Perdón, no recuerdo su nombre

—Adam –se abren las puertas del elevador  —Adam Bahri

Ambos suben al elevador

—¿Cómo es su nombre completo?

—Es Rozana

No le digas el Apellido

—Al décimo segundo ¿No? –picando al botón

—Si porfavor

—Rozana ¿Eh? Que lindo nombre –sonrio

—No, no... tiene porqué elogiar mi nombre por compromiso –incómoda

—¿Cómo?

—Se oye muy anticuado y vulgar ¿No cree?

—¡Para nada! Le queda muy bien

–vacila– Esta insinuando que soy anticuada y vulgar

—Su nombre me suena a rosas –la mira de reojo —Las rosas combinan con usted, es un nombre hermoso

—Ah, si... Gracias

–se pone incómoda– tal vez siempre habla así, pero, parece como si estuviera coqueteando conmigo –volteo a verlo discreta– Viendo fijamente con ese buen aspecto y la forma en la que habla, cualquiera caería rendida a sus pies, me parece peligroso –el elevador seguía subiendo lento– Que silencio... Y esto todavía va muy lento, mejor reviso redes –empezando a sacar el telefono

—Por cierto –hablo el para romper el silencio

—¿Eh? –confundida, metiendo el teléfono el el pantalon otra vez