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╰⊱♥⊱╮ღ꧁ Te Amo. ꧂ღ╭⊱♥≺

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Jung HoSeok era un hombre que de pocas cosas se arrepentía, a sus 35 años era uno de los mafiosos más imponentes de Corea del Sur, entre las sombras había realizado una cantidad de cosas que hacían de su persona alguien temido por algunos y venerado por otros, después de 15 años dedicados a aquella vida la gloria de tener el poder era lo menos que merecía. Aunque agradecía ser una persona detrás de una sombra, todos conocían al imponente Jay líder de la mafia más grande, pero pocos sabían quién era el realidad, muchos ni siquiera vivían para contarlo.

Nunca había valorado tanto aquello hasta que un par de años atrás se había visto envuelto en la vida paternal. No sabía cómo, ni siquiera podía recordar con claridad el nombre de aquella mujer que apareció en su puerta con una enorme pansa acreedora de 8 meses de embarazo, solo sabía que se volvió padre en una abrir y cerrar de ojos, realmente algo que nunca planeo.
Recordaba a aquella mujer de cabellos castaños por debajo de los hombros, claro que lo hacía, habían tenido un par de encuentros en un bar que solía frecuentar siempre que se sentía muy estresado, y quizás había estado muy drogado aquella noche en que la dejo embarazada porque no podía ni siquiera recordar la última vez que la vio hasta ese día que tocó a su puerta. Y mentiría al decir que no desconfío de las palabras de aquella mujer, pero cuando la prueba de paternidad lo confirmo, ni siquiera la crueldad que tantas veces inundaba su alma pudo dejar de lado a aquel ser que llevaba su sangre, mucho menos cuando aquella mujer termino por irse sin decir nada a solo un par de semanas de dar a luz.

La busco, y por supuesto que la encontró pero lo único que recibió fue una negación.

- Es problema tuyo.

Habían sido las palabras de aquella mujer, quizás las últimas.

Se había hecho cargo totalmente de Huimang, valorando su decisión de nunca imponerse al mundo con su persona y solo ser un nombre que hacía temblar. Un hombre de negocios, eso era ante los pequeños ojos de su hijo.

HoSeok era un hombre que de muy pocas cosas se arrepentía en su vida, una de ellas era nunca pasar del aparcamiento de padres a la hora de recoger a Huimang en el preescolar. Ni siquiera sabía que podía arrepentirse de algo tan sencillo como aquello, se burlaría de todos aquellos que le dijeran que si salía de su auto encontraría al amor de su vida en un lugar como la escuela de su hijo. Pero cuando esté entro en el auto totalmente emocionado pidiéndole que entrara a la escuela para hablar con su maestra, no tuvo más que encontrar un buen lugar de estacionamiento y entrar al lugar entre pequeños jalones de su pequeño hijo de cabellos tan obscuros como los propios.

Y vaya que había valido la pena. En medio de un salón repleto de colores y juguetes, yacia la mujer más hermosa que sus ojos jamás hubieran visto. Pantalones rectos desvestir de color cobalto, tenis de plataforma color blancos como la blusa de cuello de tortuga que era cubierta por el típico mandil que todos los docentes de aquel lugar ocupaban, su cabello azabache recogido en una coleta media que caía con gracia debido a las ondas, algunos cabellos pertenecientes a su flequillo a la mitad que viajaban por su rostro y hacia a un lado mientras despedía a los últimos alumnos.

Reacciones HoSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora