[⚠️TW] FreakShow

Acto 16

-Riley no es momento para ponerse a cantar...-. Suspiro Félix, mientras sus ojos recorrían la extensa zona nueva. -¿Qué tiene? Pensé que el tema quedaría con el momento-. Rio, a la vez que se arrimaba a Osmar para que guardara el objeto que había encontrado. Los cuatro comenzaron a arrimarse a las cabañas, analizando la desgastada madera de afuera de estas, y los grandes vidrios (la mayoría rotos) que tenían algunas de estas. -Son demasiadas, será mejor que nos separemos para investigar el interior-. Comentó Félix, mirando a Fede, quien le asentía sin apartar su vista de sus ojos. -Creo que seremos equipo-. Rio Osmar a Riley, a quien no parecía darle mucha gracia. -Quita esa cara refunfuñona, no me lo voy a comer-. Dijo Félix entra carcajadas, para luego tomar la mano de su pareja y alejarse junto a él en dirección al interior de una de las cabañas. -Rosita prepotente...-. Se quejó Riley entre dientes. -Oh vamos, necesitan su espacio. Tu misma lo aplicabas con Jackson y conmigo-. Expuso el peli-morado. -¡Pero Jackson y tú no incluyen a Fede!-. Chilló la contraria. Osmar miró hacia arriba, contemplando el cielo, pera luego recoger una gran bocanada de aire y suspirar. -Se lo unidos que son, pero... ¿Realmente vas a hacerle eso?-. Preguntó Osmar. -¿Vas a agobiarlo como si fueras una especie de espía de X.O.R?-. Añadió. La chica no respondió, sólo se digno a mirar a otro lado. -Dales su espacio, ambos sabemos que el tontolabas es importante para él-. La peli-roja volteó a verlo, mostrando una mirada de preocupación, pero al mismo tiempo de tranquilidad. -Gracias Osmar, intentaré tolerarlo...-. Suspiró. Ambos chicos se sonrieron mutuamente, y se adentraron a las cabañas de más atrás para investigar sobre el misterioso hombre de morado que los había hecho llegar hasta ahí.

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-Este lugar tiene pinta de estar abandonado-. Comentó el peli-rosado, guiando al contrario mientras lo hacía. Mientras Félix evaluaba cada detalle de la entrada de la cabaña, el contrario sólo se disponía a tocarlo todo, y en una de estas, logró desprender una tabla de madera por accidente. -¡Fede! ¡No toques todo lo que miras! ¿Qué no ves lo viejo que es esto? ¡De por sí es peligroso que nos metamos a mirar!-. Le regañó Félix, tomándolo de la mano para que se estuviese quieto. Ambos chicos entraron a la cabaña, la cuál desprendía un olor parecido a la mezcla de la humedad con la putrefacción. A pesar de que la temperatura en el exterior era templada, dentro de la cabaña se sentía caliente, dejando algo mareados a ambos chicos. -Hagámoslo rápido, no quiero permanecer aquí por mucho más...-. Refunfuñó Félix, adentrándose más en el acto. Fede parecía inquieto, había algo que le molestaba, que lo inquietaba, pero Félix no parecía percatarse de esto. Pudiera ser debido a que se acostumbró a las actitudes extrañas e infantiles del contrario, o simplemente por que estaba demasiado preocupado por hallar al misterioso hombre de morado. Para cuando Fede volvió de sus pensamientos, pudo encontrarse con el peli-rosado revisando y analizando ciertos cuadros que se encontraban a casi caerse de las paredes. Algunos rotos, algunos no. El albino se arrimó a Félix, colocando sus brazo sobre su cadera y reposando su cabeza en la espalda del contrario. -Fede no es momento de ponerse de meloso, ayúdame con esto ¿Quieres?-. Respondió fríamente.

El mayor refunfuñó, pero a fin de cuentas obedeció, y se separó de él para buscar por la habitación. -Si encuentras algo avísame-. Le comentó en el oído del contrario, colocando una suave voz para que dejara de quejarse. Pero a pesar de esto, el albino sólo se mostró mas inquieto. Fue ahí cuando Félix se percató de la extraña actitud del contrario, pero decidió darle su espacio. -"Realmente no le gusta el bosque..."-. Pensó. Y dicho esto, volvió a su tarea.