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1971
En el momento en el que Rebecca Graham había tocado la estación de trenes, su corazón empezó a latir mucho mas rápido de lo normal. Ella solo había sentido aquello dos veces en su vida. La primera vez, fue cuando tuvo en sus manos su primer regalo de cumpleaños por decision propia, que fue un vinilo. El disco era "From Elvis in Memphis" y es que Rebecca estaba obsesionada con la canción de Suspicious Minds del famoso cantante Elvis Presley. Lo podía escuchar una y otra vez y no se cansaría pues, se había enamorado de la música y todo lo que lo rodeaba. Conciertos, eventos, premios... ella soñaba con un día poder hacer lo mismo y por supuesto, casarse con el rey del rock.
Pero ahora que estaba por tener su primer día en el castillo, el sentimiento era el mismo o sino, quizás aumentado. Rebecca no tenía grandes amigos en su vecindario porque bueno, pasaba la mayoría de su tiempo escuchando música en casa con sus padres y familiares. Pero conocía a un chico, su nombre, es James Potter y el también vendría a la misma escuela.
Cuando James Potter se había enterado de que por fin entraría a Hogwarts, festejó como desquiciado y es que ha sido su mas grande sueño desde que tiene memoria. James conocía a Rebecca. Crecieron juntos, en la misma calle ¿cómo no iban a establecer una conversación nunca en su vida? Vaya que si eran amigos ya que ambos adoraban a Elvis y pasaron mucho tiempo de su verano escuchando de su música. Había algo que dejó pensando mucho a James desde antes del verano, y era que su madre estaba platicando con la madre de Rebecca, un día caluroso y que lo único que el quería era salir a jugar pero antes de pedir permiso, prefirió esconderse y escuchar de tal conversación. Donde resaltaba la idea de que estos dos, en algún momento se casaran.
James salió corriendo de ahí antes de seguir escuchando tal conversación pues, le aterraba aquella idea de tener que pasar el resto de sus días con una niña. ¿Y por qué tendría que ser Rebecca? No, ella es su mejor amiga. Su gran amiga a la cual desea contarle todo, pasar cada día a su lado y jugar o escuchar musica pero ¿casarse? No, eso no. James se negaba a ver a la chica de esa manera. Hasta que no pudo controlarlo.
Se acababan de encontrar estos dos en la estación de tren, porque llegaron por separado y James sintió algo que nunca en su vida había experimentado. Lo describía como "mariposas en el estomago" volando y flotando por todo el lugar, causándole hormigueo y sensación de nervios al ver a su amiga. Eso era nuevo. Pero fue imposible no sonreír, al ver a la linda niña con cabello castaño. Porque si, James siempre le decía que su cabello era más oscuro pero Rebecca juraba y perjuraba que era mas rubio y eso lo hacía discutir por demasiado tiempo hasta que terminaran riendo. Esos ojos claros y preciosos y esa sonrisa que solamente podría ser dedicada a James Potter. Y se sintió enamorado.
Rebecca hasta la fecha, no había sentido aquel sentimiento que todos los adultos describen como el amor. No, ella jamás se ha enamorado y ni cree hacerlo. Lo mas cercano ha sido lo que sintió por primera vez al ver a Elvis Presley en televisión y creyó que era el hombre mas guapo de todo el mundo.
- ¿y bien? ¿Listo para tu primer día? - Rebecca le pregunta, una vez que quedan cara a cara y se dan cuenta de que ya están solos, pues, sus padres se han ido.
- tenemos que quedar en Gryffindor, se a la perfección que aquella es la mejor casa. Te lo aseguro. - James agita de los brazos de su amiga y se ríen los dos. - ¿lo has pensado? ¿En que casa podrías quedar?
- um... si todo sale bien en Gryffindor, si. - pero no, Rebecca no se encontraba ahí, si era honesta, ella amaría estar en Hufflepuff o en Ravenclaw. Pero no iba a decirle eso a James, porque le importaba tanto su amistad que lo mejor era seguir con ello. - ¿nos sentamos juntos?
- eso no es pregunta, obviamente me siento a tu lado. - James la abraza y lo que había pasado de un abrazo sin sentimiento alguno, pasó a ser la segunda vez que James sintió las nombradas anteriormente mariposas en el estómago. Por lo cual, decidió soltarla de inmediato.
Algo era cierto y era que James no quería sentir aquello. ¿La razón? Había dos en especifico. La primera era que no quería arruinar lo que era su única amistad por el momento. El quería que siguieran siendo grandes amigos y que un sentimiento como este no fuera a interponerse entre ellos. La segunda razón, es que James creía que sentir algo por Rebecca solo porque sus madres así lo intuyeron y lo desearon para el futuro, era lo peor de todo. Si James se iba a enamorar, iba a ser por cuenta propia... no porque alguien le había metido esa idea a la cabeza. Por eso, el siente y cree que querer a Rebecca de esa manera es falso.
De hecho, muy oportunamente, en ese momento acababa de pasar una chica pelirroja. Una chica preciosa y que llevaba detrás suyo a un chico de cabello negro y piel pálida. ¿Que mas daba? Lo que James no podía dejar de pensar era en lo hermosa que era la pelirroja. Esas mariposas en el estómago no eran falsas, y no eran planeadas. No fueron forzadas como lo qué pasó con Rebecca. Esta vez era en serio y por voluntad propia.
- ¿qué pasa? - esta le pregunta, al notar lo distraído que se encontraba su mejor amigo y sigue con la mirada a la chica. Rebecca no siente celos, no tendría por que. Sin embargo, era inteligente y lo suficiente como para saber que James Potter ya no iba a sentarse con ella esta tarde. Sino con la bonita pelirroja. Por lo cual, ella se adelantó. - deberías ir a hablarle.
- ¿tu crees? Siento que es tan perfecta y hermosa que ni va a prestarme atención. - ella le pone los ojos en blanco. - oh vamos ¿qué es lo que le voy a decir?
- ¿qué se yo? Dile todo lo que sabes de Gryffindor y como es que crees que es la mejor casa. - ella ríe. - seguramente le sacarás una sonrisa con ello.
- de acuerdo, iré. - este se voltea para irse pero se da cuenta de que esta por dejar sola a su mejor amiga y se voltea para invitarla a ir con el. Solo que se ven interrumpidos cuando un chico se muestra enfrente de ellos, y James ya no logra decirle nada.
- Elvis es fabuloso. - el chico era de cabello largo y negro y no puede evitar tomar del disco que Rebecca llevaba en manos. - tengo este también. ¿Tienes mas de el?
- es el único disco que poseo. - ella admite mientras levanta ambos hombros. - el plan es comprar mas algún día. - y ambos ríen.
- soy Sirius. - este le estrecha la mano y ella algo apenada lo hace. Y es que, no iba a negarlo, a Rebecca le pareció lindo el chico. Ella cree que la razón por la cual este sujeto le había llamado la atención era porque le recordaba al amor de su vida, Elvis.
- Rebecca.
Y James, en ese momento sintió celos. No podía explicarlo ni sabía que decir al respecto pero realmente no quería darle un nombre a su sentimiento. Por lo cual, mejor se fue detrás de la pelirroja y no le dijo ya nada mas a Rebecca.
Ese día algo cambiaron tres cosas por completo:
La primera: James y Rebecca dejaron de ser mejores amigos. El había quedado en Gryffindor y ella en Ravenclaw, no había manera en la que pudieran pasar la misma cantidad de tiempo juntos y aparte, James así se lo propuso. Alejarse lo mas que pudiera de ella.
La segunda: James se hizo mejor amigo de Sirius Black. El mismo chico que le causó celos el primer día pero ahora, no encontraba mejor persona con la cual estar. Se adoraban el uno al otro y este pensaba en el como un hermano.
La tercera: Rebecca se quedó con la triste idea de que James se alejó de ella una vez que encontró a alguien mucho mas interesante y esa persona era Lily Evans.
Nada volvió a ser como antes. O al menos, hasta ahora.
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OUR SONG - JAMES POTTER
FanfictionRebecca Graham sueña con ser una gran cantante desde que tiene memoria, y la oportunidad se le presenta una vez que en Hogwarts hay un concurso donde el ganador, ganaría miles de galeones. El problema es que tiene que competir con Sirius Black, su e...