Bloody Mind [VHope]

II-.

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│❝ Las emociones humanas son un regalo de nuestros animales ancestros.
La crueldad es un regalo que la humanidad se ha dado así misma ❞
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-Dr. Kim Taehyung?-. Aquel chico de cabello pelinegro se preguntó mentalmente mientras comenzaba a caminar de forma tranquila a lo que se hacía llamar su "hogar", no sabía cómo sentirse en uno.

Con seis años probó la maldad que tiene el ser humano, y no de otros si no se su propia sangre. Así que.. darle una última oportunidad a este mundo? O perder lo poco que lo hacía ser humano aún.

Las seis y treinta de la tarde marcaban el reloj en su muñeca, las calles comenzaban a llenarse, con personas saliendo de sus trabajos, adolescentes, señores de la tercera edad, personas que en relativa "disfrutaban" de la vida.

Hoseok camino durante aproximadamente 20 minutos hasta llegar a su pequeño departamento, no vivía en la parte lujosa de Seul, pero tampoco vivía en los barrios más bajos.

No sabía que pensar, era la primera vez que un psicólogo admitía que no podría tratarle, que era algo a lo que estaba acostumbrado, pero.. recomendarle un psiquiatra?.
Tomo la tarjeta que estaba en el bolso de su abrigo, la examinó cuidadosamente.

-Asi que.. doctor Kim Taehyung, bien..- Hablo para el mismo, tomo su celular y entro al navegador para buscarle, pues al parecer era un doctor de alto valor.

Y así fue, encontraba buenas reseñas de varias personas, asegurando que era bueno en lo que hacía. El muchacho de oyuelos en las mejillas suspiró; le daría una oportunidad.

Suspiro y dejo el aparato en la mesita de tenía en frente, para luego prender la televisión.
Sus párpados pesaban era hora de quedarse dormido, hasta que aquel canal le llamo la atención.

-Ultima hora, se ha encontrado lamentablemente los restos de al parecer una mujer, todo indica que se trata del "Destripador de Seul"- Decía el hombre en las noticias.

Desde ya hace varias semanas, había escuchado hablar de aquel al parecer ya un nuevo asesino serial en potencia. Había algo en particular que le atraía recuerdos, pues hasta ahora todas las víctimas eran mujeres, de rasgos similares. Cabellos castaño hasta los hombros, estatura de aproximadamente 1.65, piel pálida.

Todas esas características, eran como su madre.
De su boca salió un pequeño suspiro y apagó el televisor, sus párpados pesaban, quería al menos intentar dormir algo.

Tomo una ducha de agua fría, sentía como cada gota recorría cada centímetro de su piel, sus ojos de color avellana se encontraban totalmente perdidos, pero su respiración era tranquila, subía y bajaba lentamente.

La oscuridad se hizo presente en sus ojos por algunos segundos tortuosos, para luego sentir un gran y doloroso golpe, en toda la extensión de su espalda baja.
Hoseok suspiro pesadamente, desde ya hace varios días tienia mareos que se hacían cada vez más y más constantes, gracias a que no comía, no como una persona debería hacerlo.
Con sumo cuidado y lentitud se fue poniendo de pie.