𝗖𝗶𝗰𝗮𝘁𝗿𝗶𝗰𝗲𝘀:𝗧𝗵𝗲 𝗕𝗲𝗴𝗶𝗻 - 𝙎𝙩𝙧𝙖𝙮 𝙆𝙞𝙙𝙨.

Capitulo 01: Sufriendo.

Yang Jeongin habia nacido en la primavera del año 2001, en un hermoso dia donde los cerezos florecian.

Ojos razgados, cabellos oscuros como la noche, lindos labios, y una sonrisa que podria remover el mundo.

Tanto la madre como el niño casí mueren mediante el parto.

Con tan solo tenerlo en sus brazos, y siendo la primera persona en cargar al bebé, su abuela paterna, Gyeong-hui. Fue la que le dió el nombre.

La madre del niño se negaba a verlo o tan siguiera a cargarlo, asi que la mujer mayor fue la que se encargó de darle a aquel bebé un poco de calor y amor.

Yang Jeongin, ese había sido el nombre que Gyeong-hui le habia dado al recién nacido. Y la anciana mujer enserio agradeció el hecho de poder nombrar al primer y único nieto que tendria, aquel bebé que provenia de su único hijo el cuál núnca más tendria la oportunidad de ver.

Para Gyeong-hui el nombre que le dió a su nieto tenia un significado el cual le gustaba demasiado. En el caso de su apellido, este se traducia como puente, mientrás que Jeongin tenia 2 interpretaciones: la unión de ambos vocablos significaba una persona pulcra y brillante. Y esó era lo que ella veía cada vez que el pequeño bebé en la encuvadora emitía sonido, veia a una criatura brillante y pulcra, y estaba segura que Jeongin lo seria.

- Disculpe. - Una de las enfermera llamó su atención.- la señora a despertado.

- ¿pidió ver al bebé? - Preguntó la mujer con una vaga esperanza.

La enfermera negó.

- Pidió verla a usted. - informó para marcharse.

Gyeong-hui vió en dirección hacia aquel pequeño bebé, esa mujer habia traido una hermosa lucecita al mundo, pero nisiquiera apreciaba aquello.

Gyeong-hui tenia mucho miedo, tenia miedo porqué conocia a esa codiciosa mujer, y sabia que el futuro del pequeño Jeongin peligraba al lado de ella.

- Me han dicho que querias verme, ¿cómo te sientes? - preguntó, una vez entró a la habitación y miró a la mujer.

Lucia moribunda, su estado era naciabundo.

- Si - respondió, acomodandose en la camilla - Quiero hablar contigo, Gyeong-hui.

- ¿Sobre que?

- Sobre el mocoso.

- Es tu hijo.

La mujer bufó, riendo sin gracia, desvió la mirada hacia cualquier lado de la habitación, que no fuera la recriminadora mirada de su ex-suegra.

- ... Casí mueres, Sunha, y el bebé también. Debes dejar esas porquerias que tanto consumes, debes hacerlo por el bien de tu hijo.

Sunha puso sus ojos en blanco, relamió sus labios resecos y agrietados, sus ojos blancos y palidos veian a la mujer frente a ella.

- ¿Donde está él? - se atrevió a preguntar.

- En las encuvadoras.

- Fuera preferido que muriera.- suspiró cansada, recostandose a la cama.

Aquella declaración aterró a Gyeong-hui.

- ¿¡Cómo es posible que puedas decir tal cosa!?

- fuera sido lo mejor, solo me estorbará.

Aquello confirmó lo que Gyeong-hui pensaba sobre sunha, lo tan inescrupulosa que la mujer era.

- Entonces damelo a mi, yo cuidaré de él, me haré responsable - se acercó a Sunha y la tomó de la mano - Dame al bebé, pero no permitas que viva una vida de sufrimiento. Una vida cómo la que tú llevas, Sunha.