Esteban llegó sentándose a su lado, como un buen femboy que era y tímido, jugueteando con sus dedos y cabizbajo. Mario lo vió como una oportunidad para pedirle disculpas por haberlo tratado tan mal en el baño, pues le había gritado y sabía que Esteban era muy sensible y probablemente lo había hecho sentir mal. -Oye, quería disculparme... -No, está bien, supongo que fue el efecto de los chocolates de Cedrik... lo que Esteban no sabía, era que Mario no habia consumido absolutamente nada al llegar a la escuela, si no después, es decir, despues de lo sucedido, pero decidió mentirle y decir que estaba en lo cierto... otra decisión PENDEJA. -Sí, probablemente... -dijo un Mario nervioso. -¿Por qué no estás jugando fútbol? Creí que eras un alfa de verdad -dijo risueño el omega. -Claro que lo soy, no puedes decirme nada, tu un omega de verdad no eres, ni siquiera haz tenido tu celo... -Cuando lo tenga todos van a morir por mi, vas a ver. siguieron con su plática como normalmente hablaban aunque no lo hacían muy seguido, Mario ignoraba el hecho de que podía seguir percibiendo el olor a Sabritas de canela, no quería volver a jalarsela en el baño escolar estando el conserje destapando un escusado. hasta que la amiga de ambos, Nahid, llegó... -Pinches jotos. ¿Qué hacen? -dijo tranquilamente para proceder a sentarse a lado de Mario. -Nada, estábamos platicando -contestó Esteban, un poco molesto, pues se la estaba pasando de maravilla con el alfa, solo ellos dos...- Mario, ¿me acompañas al salón? La beta se sorprendió y le pareció ver que habia una conexión entre estos dos chicos, sus pensamientos homofóbicos no tardaron en cruzar por su mente, pero no podía hacer nada más para impedir que algo gay sucediera, porque ella era lesbiana. -Sí, está bien. Adiós Nahid. -sin más que decir, ambos fueron hacia el salón y cerraron la puerta, Esteban verificó que nadie se encontrará dentro y después decidió hablar, mientras se acercaba lentamente a Mario. -Mira, no sé que me está pasando, pero... -de repente lo que estaba apunto de hacer le pareció una estupidez, no quería arruinar su amistad con Mario, le daba mucho miedo confesar las cosas, pero realmente después de haber chocado hoy en la mañana, Esteban sintió algo muy dentro de sí. Una señal. -Esteban, ¿qué pasa? -el alfa comenzaba a sentirse ansioso, sus manos sudaban y no podía quitarle la mirada al omega que tenía enfrente. -Yo... -contestó, acercándose con miedo al contrario cada vez más y posicionando ambas manos en la cintura de Mario. y Mario para dar el siguiente paso, tomó con sus manos el rostro de Esteban y lo acercó hacia el suyo, ambos intercambiaron miradas, en las cuales vieron a su lobo interior...
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cada vez se acercaban más y más, a tal punto que sus labios quedaron a centimetros de juntarse, y cuando estaban apunto de hacerlo...
