Capítulo V: Regalos

97 9 4
                                    

Palabras

5: ×Regalos×




Kite no podía reconocer a la Quimera. Sabía que la había visto en algún lugar del hormiguero pero... No sabía en dónde.

—Zazan ¿Qué estás haciendo aquí?

La Quimera levantó una ceja —¿Yo? ¡Ustedes son los que no deberían estar afuera! ¿A dónde demonios lo estabas llevando?— Apuntó al cazador— Neferpitou-dono fue muy clara al decir que no. debía. salir.

Kite rodó los ojos. El solo escuchar el nombre de esa desgraciada lo enfermaba. ¿Quién se creía para prohibirle semejante estupidez? Él no era un objeto.

Necesitaba escapar de aquí.

—Neferpitou-dono no me ha castigado por eso, así que no estoy haciendo nada malo.

La Quimera bufó molesta— Aún.

Ambos se miraban con bastante odio. Kite no sabía el por qué de esta animosidad, y siendo sincero no le importaba mucho.

—Colt —El soldado volvió su vista al cazador— Creo que fue suficiente baño para mí.

En verdad quería quedarse afuera, en un lugar menos intimidante y con mejor ventilación. Pero en este momento sabía que no podía hacer mucho, al menos no sin meter a Colt en problemas.

—Está bien, déjame ayudarte.

Antes de que Colt pudiera tomar la ropa que había dejado junto a él, Zazan arremetió con su aguijón al brazo de Colt.

Por suerte él tuvo reflejos más rápidos y logró esquivarla.

—¡Zazan! ¡¿Qué crees que haces?! — El aguijón estuvo muy cerca de Kite, ¿Qué hubiera pasado si lo lastimaba?

La Quimera acomodó detrás de su oreja un mechón de su largo cabello— No estabas pensando en volver a vestirlo con esa sucia ropa ¿Verdad?

Colt se sonrojó —¿Qué te importa? — Sí, era verdad. Él no había buscado otra ropa, no pensó mucho a la hora de traer a Kite al lago, solo quería hacerlo feliz, aunque sea por un momento.

Zazan sonrió con suficiencia. Caminó hasta un arbusto y de ahí sacó un conjunto de ropa perfectamente doblada.

Se acercó hasta el cazador y se hincó frente a él —No tienes por qué agradecerme, era bastante difícil para mí verte en esos harapos.

Kite frunció el ceño— Gracias, que amable —Lo dijo con todo el sarcasmo que pudo reunir.

Zazan se alegró aún más — ¡Lo soy!

«Las Quimeras no conocen el sarcasmo» Rodó los ojos aburrido. El sarcasmo no es divertido si no molestas a nadie con el.

Tomó la ropa que la hormiga- Zazan, había traído con ella. Ha decir verdad, y sin ofender a Colt, comenzaba a sentirse incómodo con su ropa. La sensación de la sangre seca y la tierra que se le había pegado era desagradable, y ni hablar del olor.

Kite revisó las prendas. Zazan le trajo una camiseta blanca de mangas cortas y un pantalón color gris. Nada mal en realidad.

—¿Hm? —Vió que había otra pequeña prenda más doblada. Al tomarla, de inmediato se dio cuenta de qué era. Se sonrojó furiosamente mientras la Hormiga lo veía divertida.

Ropa interior. Le trajo ropa interior y calcetines. Si bien se lo agradecía profundamente eso no quitaba el hecho de que fuera vergonzoso.

—¿Kite?— Colt lo miró preocupado — ¿Estás...?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐏𝐀𝐋𝐀𝐁𝐑𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora