; 3

207 17 9
                                    

—Maxine, ¿ya encontraste al amor de tu vida? —golpeo levemente el hombro de Quackity, que acaba de decir eso.

Él ríe inclinándose hacia mí para besar mi mejilla, Sapnap camina hacia nosotros con una sonrisa.

—George es el amor de su vida —dice en tono burlón.

Bajo la mirada avergonzada, mis mejillas ardían, lo podía sentir, necesitaba que se abriera la tierra y que me tragara, bien, era broma, pero siempre quise decir eso.

—Es broma, deja de sonrojarte.

Sapnap besa mi mejilla, sonrío mientras también beso la de él. Me separo para caminar hacia la sala en donde se encontraban Tina y Eliot.

—¡Maxine!.

Eliot es el primero en llegar a saludarme, le devuelvo el abrazo. Tina se ha tirado a abrazarme.

—Sabía que vendrías.

Sonrío mientras Tina toma mi mano y me lleva hacia un sofá, ambas nos sentamos en el sofá para ensamblar una plática.

Quackity aparece junto con un cuenco de aperitivos y con un gesto se comunica con Eliot y los hermanos de George.

—Hey, Max, sube a la habitación de George, él tiene algo que decirte.

Todos paran de reír para acomodarse en su asiento, miro confusa a Tina quién me toma del hombro diciendo: "Ve, te estaremos esperando, y si luego de eso quieres seguir viendo la película, lo haremos."

Mi mente no puede concentrarse en lo que acaba de decir Dream, no analizaba, no entendía nada, mi mente estaba en blanco y mi corazón latía demasiado rápido mientras empezaba a subir las escaleras hacia la habitación de George.

Había estado antes en casa de los Davidson, hasta me había quedado a dormir unas noches, aunque a mis padres no les parecía la idea, por la simple razón que no aceptaban a George como mi amigo, y eso me confundía demasiado. Dream y Sapnap les agradaban mucho.

En fin, salgo de mis pensamientos al darme cuenta que estoy en el segundo piso, mientras me acercaba cada vez más a su habitación.

«Max... por acá».

Centro mi mirada en George que me sonríe dulcemente en la puerta que daba para su terraza.

—Pensé que estarías abajo —susurre mientras me adentraba a la terraza, él se inclina hacia mí para besar mi mejilla.

—Sí... pero antes tenía que hablar contigo —él acaricia mi mejilla.

Esto me confunde demasiado, él no hacía ese tipo de gestos, y si lo hacía, era en San Valentín cuando nos entregábamos nuestros regalos.

—¿Está todo bien? —intento quitar el nudo que se formó en mi garganta.

Intento aclarar mi garganta, pero no puedo, tenía un mal presentimiento, no quería recibir una mala noticia.

—Desearía que todo estuviera bien —él suspira para alejarse de mí y colocar sus manos en el balcón de su terraza.

No respondo, no sabía qué decir, cierro los ojos para ver hacia el cielo y los abro para ver una luna hermosa mientras el cielo se encontraba adornado por unas estrellas tan hermosas.

—Sabes que te quiero mucho —murmura y yo me acerco lentamente a él —. Eres tan importante para mí, superas a Wendy— siento el aire ya no llegar a mis pulmones ante sus palabras—. Y no quiero perderte.

Acaricio su brazo.

—No lo harás, todo está bien, no sé qué es lo que te pasa en realidad.

—¿Quién dice que no te perderé? —él me mira, sus ojos eran tan hermosos ante la luz de la luna.

—. ¿Quién me lo garantiza? Te juro que intente que no sucediera eso, porque me rehusaba a decirte.

Él para de hablar, cierro los ojos, me estaba poniendo nerviosa, demasiado nerviosa.

—George, ya dime qué es lo que pasa de una vez por todas. No me dejes con esto, mis manos tiemblan —ruego mientras lo miro, él desvía su mirada—. Mientras tú me quieras como yo te quiero a ti, nada puede ser tan malo para arruinar esto.

Él hace silencio, yo no podía romper ese silencio, tenía miedo de decir alguna estupidez y que él terminara corriéndome de su casa, quería darle su tiempo para que me dijera que es lo que pasaba, pero también estaba mi maldita ansiedad por saber, tenía terror, tenía todas las emociones mezcladas.

—George...

—No quiero perder nuestras madrugadas, no quiero perder tus mensajes tontos... no quiero perderte a ti en realidad.

Él se voltea hacia mí, en unos segundos tiene mi rostro en sus brazos, me sorprendo en la situación en la que estábamos.

—¿Qué está pasando? susurre mientras me debatía entre voltear a ver sus labios o no, quería verlos cerca, pero no quería a la vez.

Baja su mirada y suelta un suspiro.

—Nos vamos a Reino Unido.

AM || GeorgeNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora